Todos sabemos, a estas alturas, lo que pasaba en la ya infame escena postcréditos de ‘Black Adam’: el que iba a ser el nuevo antihéroe de DC se encontraba cara a cara con Superman, que le decía un somero «Tenemos que hablar». Días después supimos que James Gunn planeaba sacar de su Universo DC a Henry Cavill, Dwayne Johnson y borrar esta trama al completo. Lo mismo ha pasado ahora en ‘¡Shazam! La furia de los dioses’, que ha intentado dar forma a un universo nada cohesionado que llega a su final antes de sentirse único. Y quizá sea la hora de pedirle a Warner que elimine los cameos innaturales, porque no hacen bien a nadie.

¡Ojo, spoiler! En este artículo hablaré de dos cameos de ‘¡Shazam! La furia de los dioses’ y su final. Si no quieres saber nada sobre la película, ¡no sigas leyendo!

Un universo deforme

«Mi momento favorito de las películas Marvel es cuando te sientas a ver nueve minutos de créditos para ver un clip de cinco segundos de un tío apareciendo por una puerta y diciendo ‘Soy yo, Blorko’«: este famoso tuit encapsula a la perfección muchos de los problemas de Marvel en su fase 4. Los cameos de personajes desconocidos que se retoman lustros después han acabado siendo una broma recurrente, pero no es que en DC hayan sabido sacar provecho de su diferencia: tienen un problema parecido… Y, al mismo tiempo, muy diferente.

Partamos de una obviedad: Marvel, nos guste más o menos, ha sabido crear un universo cohesionado. Nos creemos que Shang-Chi vive en el mismo mundo que Spiderman y Thor, o que Ms Marvel ha vivido el chasquido y la invasión de los Chitauri. Pero DC no ha sabido dar con la tecla correcta. Sí, está claro que el Superman de Henry Cavill, el Batman de Ben Affleck, Wonder Woman y Aquaman comparten universo, pero… ¿Y Shazam? ¿Y Blue Beetle o Black Adam? ¿Sabe el público que ‘Joker’ y ‘The Batman’ pertenecen a otro universo?

Liga Justicia

En su afán por clarificar las cosas para el público que no tenga interés en hacer una carrera universitaria de universos comiqueros, DC ha intentado unir sus nuevas (y a la postre, últimas) películas de ese mundo que empezó a crear hace una década. Y si en ‘Black Adam’ Superman plantaba la bandera de una alianza que nunca llegaría, en ‘¡Shazam! La furia de los dioses’ se dobla el bochorno con la aparición de Wonder Woman en una escena que parece sacada de una parodia.

Esto revive a un muerto

Si has visto la película, sabes de lo que hablo: en un decorado de cartón piedra, y tras haber vivido una aventura que le ha costado la vida a Billy Batson, Wonder Woman aparece por detrás de un arco de manera muy conveniente, activa el bastón para revivirle y se vuelve a marchar por dónde ha venido, dejando preguntas, incomprensión y algo de vergüenza ajena en el ambiente. Un guion absolutamente indigno en una película de 125 millones de dólares de presupuesto no logra enmascarar que DC no sabe cómo conseguir que sus cameos parezcan otra cosa aparte de una clara maniobra de marketing.

Wonder Woman

Y la prueba está en que tanto ‘Black Adam’ como la segunda parte de ‘¡Shazam!’ han basado parte de su promoción en la presencia de Henry Cavill y Gal Gadot, que solo aparecen un par de minutos para cumplir papeleta. Un universo cohesionado es mucho más que una aparición forzada y un par de nombres lanzados aquí y allí. Hace falta un conocimiento de su relación, que los personajes interactúen entre ellos más a menudo y referencias a eventos que han vivido juntos.

Puede que Ojo de Halcón nunca vaya a hacer equipo de nuevo con el nuevo Capitán América, pero nadie duda que formen parte del mismo universo sin necesidad de que Sam Wilson se deje caer por su serie. Se siente natural, real y orgánico, lejos de las apariciones sorpresa del triplete de DC destinadas a salvar el día y marcharse por donde han venido.

DCididos a ser amigos

¿Por qué Wonder Woman sale a ayudar a Shazam de la nada? ¿Le conoce? Y si le conoce, ¿por qué no le ha ayudado antes y solo hemos sabido de ella por las fantasías eróticas de Billy? Su aparición es un ejemplo de la torpeza de la productora ahora mismo: en lugar de crear relaciones poco a poco, las fuerza calzador en mano para tratar de hacer crecer una franquicia que ya sabemos que no sobrevivirá.

James Gunn debería tomar buena nota de todo lo que no debe hacer a la hora de crear su primera fase superheroica: si pretende dar la sensación de mundo en el que todos son amigos, hay que crear una presentación y evolucionar la relación entre ambos. La lucha entre el Capitán América y Iron Man en ‘Civil war’ fue emocionante porque había una amistad previa entre ambos y sus consecuencias resonaron hasta ‘Vengadores Endgame’. Sin embargo, la primera vez que vimos a Batman en este mundo fue pegándose con Superman: si no hay una preparación y se intenta apresurar la amistad de los héroes, el resultado no es el encuentro épico que pretende ser, sino un mejunje soso y sin gracia.

Marvel está haciendo muchas cosas mal, pero el final del Universo Extendido DC está siendo un absoluto desastre en el que los cameos son, simplemente, la punta del iceberg. ¿La parte buena? Es posible que en el nuevo equipo directivo estén tomando buena nota para mejorar cuando les llegue el turno. ¿La mala? Que ni siquiera la aparición de personajes de ‘El pacificador’ tratando de reclutar a Shazam es capaz de convencernos, a estas alturas, de que esto es algo más que una simple maniobra publicitaria que, viendo el resultado en taquilla, no ha salido bien.

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