Este lunes a las 11 en el Cementerio Memorial de Pilar un reducido grupo de amigos le dio el último adiós a María Kodama, quien falleció a los 86 años este domingo en Buenos Aires. Tenía la misma edad de Borges cuando el escritor murió en Ginebra en junio de 1986.

Asistieron amigos muy cercanos. Entre otros, la escritora Ana María Cabrera; la co-autora del libro sobre Rosas, Claudia Farías Gómez; el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, la dirigente política Elisa “Lilita” Carrió, la fotógrafa de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, Amanda Ortega; el vicepresidente de la Fundación, Fernando Flores; Horacio Marcó (vinculado a la colectividad japonesa); el abogado de Kodama, Fernando Soto, y Alejandra Díaz.

En su cuenta de Twitter, Carrió dijo: “Vinimos a despedir a María Kodama que fue una extraordinaria mujer, dueña del corazón de Borges, que administró su legado”. Y acompañó sus palabras con un video mientras caminaba sobre el parque.

María Kodama se apagó luego de una silenciosa batalla contra el cáncer de mama. Solo sus amigas más íntimas supieron de su terrible enfermedad. Desde el larguísimo lockdown que el país soportó por la pandemia de Covid, María se había mudado al Hotel Lois Suits de calle Vicente López, en Recoleta.

Personalidades locales y extranjeras lamentaron su muerte, tras una vida dedicada a hacer conocer la obra de Borges y difundirla en infinidad de ciudades.

En los próximos días, según dijo a Clarín Cultura, el abogado Fernando Soto se dará a conocer el testamento de María en el cual los derechos de autor de la obra de Borges y el futuro de la Fundación Internacional ocupan un lugar central. Kodama fue una custodia firme del legado del escritor argentino más universal y la expectativa es enorme.

No obstante, Soto no desmintió que dos universidades se convirtieran en depositarias del vasto acervo literario y de los derechos. Trascendió que “los derechos de la obra quedarían a cargo de una universidad estadounidense donde Borges había dado conferencias” y otra japonesa ubicada en Tokio. Pero no quiso dar certeza a ese medio de si en efecto serían ambas casas de estudios.

Cabe recordar que tanto la Universidad Nacional de Cuyo en Argentina, como la de Austin, Texas, en Estados Unidos, concedieron sendos doctorados honoris causa a Jorge Luis Borges, lo que quizá podría haberles hecho sitio en el legado de María Kodama.

El anuncio se conocerá muy pronto cuando se abra el testamento de quien fue el amor en la vida de Borges y a quien el escritor llamaba “mi samurái”.

PC

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