“Al vínculo de Fito Páez y Fabiana Cantilo lo construimos al andar entre los dos. Fue hermoso, algo nuestro”, cuenta Micaela Riera, en la piel de Fabi, a la par de Iván Hochman, quien encarna a Fito en la serie biográfica y musical El amor después del amor. Se estrenó este miércoles 26 de abril, en Netflix, y emocionó enseguida por su exhaustivo viaje por treinta años de la vida joven del rosarino.

La serie -creada por Juan Pablo Kolodziej- recorre episodios clave del referente musical argentino con sus éxitos, dolores, tragedias, excesos y perdurables canciones. Su infancia en Rosario; Baglietto y la Trova; sus primeros discos solistas; Charly García y Spinetta; su amor por Fabiana Cantilo; Tercer Mundo (1990); Cecilia Roth y la masividad total con El amor después del amor (1992): el disco más vendido del rock argentino.

La serie de Mandarina TV y Netflix reconstruye al detalle -en sus ocho episodios– los multicolores años ’80 con los músicos, shows y afectos de Páez. “Él y Fabi Cantilo siguen vigentes. Sabemos cómo hablan y se mueven. Fue un gran desafío recrearlos. El amor después del amor toca sensibilidades de distintas generaciones”, dice Iván Hochman.

Gaspar Offenhenden encarna al Fito de la infancia, en su Rosario natal.


Gaspar Offenhenden encarna al Fito de la infancia, en su Rosario natal.

Aquí, un repaso por diez momentos y escenas imperdibles de la serie. ¡Alerta Spoilers!

1) Fito Páez, la Trova Rosarina y la llegada a Buenos Aires

“Bienvenido a la Trova Rosarina, Fito», le dice el joven Juan Carlos Baglietto, de pelo largo y barba (interpretado por su hijo Joaquín: casi idéntico) a Fito, incipiente tecladista, compositor y cantante, en la Rosario de principios de los ‘80. Minutos antes se pusieron a ensayar Mirta, de regreso, himno de Adrián Abonizio, y Fito propuso un arreglo instrumental que cautivó a Baglietto.

Juan Carlos Baglietto, interpretado por su hijo Joaquín. Pieza clave en la vida de Páez.


Juan Carlos Baglietto, interpretado por su hijo Joaquín. Pieza clave en la vida de Páez.

En la escena previa ambos se conocieron a la salida de un recital. Los frenó un móvil de la Policía y terminaron presos: por pelilargos y rockeros. Y en otra juntada ensayan el futuro clásico de Fito La vida es una moneda: “Mi vida es una hoja en blanco, un piano desafinado. Diez dedos largos y flacos, y un manojo de palabras. ¡Sólo se trata de vivir!”.

Luego viajan a Buenos Aires para debutar en Obras Sanitarias y en el micro de gira suena Post-Crucifixión, de Spinetta y Pescado Rabioso.

2) Fito conoce a Charly García y graba en “Piano Bar”

“Este pibe la rompe”, le dice Charly García (encarnado por Andy Chango en la serie) a Fabiana Cantilo, viendo por televisión tocar a Fito Páez en Obras Sanitarias, con Baglietto. Fito y Charly se conocerán entre puchos y licores, y el rosarino le hará una reverencia a su referente máximo. Luego Charly lo incorporará a su banda para que grabe en el disco Piano Bar (1984) y ahí Fito se deslumbrará con la inteligente corista Fabiana Cantilo.

Andy chango compone a Charly García, otro artífice de la carrera descomunal de Fito.


Andy chango compone a Charly García, otro artífice de la carrera descomunal de Fito.

Ella llega tarde al ensayo y él la acompaña en Ojos de videotape. Fito se afirma con los teclados en la banda de García, pero a la vez ya planea su primer disco solista: Del 63, de 1984. En una escena previa, en la gira de presentación del nodal disco Clics Modernos (1983), de Charly, alguien del público le arroja un objeto y García enseña sus nalgas por primera vez. Se lo llevan preso y le dice a Daniel Grinbank: “Traeme un whisky!”.

3) Fito se enamora de Fabiana Cantilo

Fito y Fabiana están de gira con García en Córdoba, en 1984. Miran las sierras y caminan en círculos en una azotea, seduciéndose. Antes jugaron a tocar un piano imaginario a cuatro manos. Él le hace escuchar en un walkman, con auriculares, su nuevo tema La rumba del piano, que irá a  Del 63. Ella baila cantándolo, Fito le sonríe y le confiesa: “Fabi, creo que me estoy enamorando de vos». Y ella le responde: «Y yo de usted, Páez».

Fito y Fabi, encarnados por Iván Hochman y Micaela Riera, en la azotea, tocando en el cielo. Ahí nació ese amor.


Fito y Fabi, encarnados por Iván Hochman y Micaela Riera, en la azotea, tocando en el cielo. Ahí nació ese amor.

Se besan y nace su larga historia de amor. Atravesarán luces, sombras y muchas canciones a la par de la movida de los ‘80. Como testigos y a la vez protagonistas de la década, ambos vivirán excesos de sustancias, sueños y ardores, y se acompañarán en los peores dolores personales. Cuando se separen, años después, Fabi le dirá: “Yo siempre voy a estar cerca de usted, Páez”.

4) La influencia musical de su padre, Rodolfo Páez

Principios de los años ’70. Papá Rodolfo Páez (Campi, en la serie) lleva al niño Fito (interpretado por Gaspar Offenhenden) a la disquería Oliveira, en Rosario, para hacerle escuchar sus vinilos predilectos. Fito le pregunta por su mamá, Margarita Ávalos, profesora de matemática y concertista de piano, y quien falleció de un cáncer de hígado cuando Fito tenía apenas ocho meses de vida.

Charlas de padre e hijo: Rodolfo (Campi) y Fito (Iván Hochman), ambos melómanos.


Charlas de padre e hijo: Rodolfo (Campi) y Fito (Iván Hochman), ambos melómanos.

Él mira el retrato de Margarita cada vez que se sienta al piano familiar, ante la alegría de su padre, de su abuela y su tía abuela. Más tarde tomará sus primeras lecciones formales. Pero esa tarde, en la disquería, el niño Fito saca de las bateas el disco Vida (1972), de Sui Generis y dice: “Papá, ¿lo escuchamos? Después seguimos oyendo a Tom Jobim y a Vinicius de Moraes». Años después, el Fito adulto elegirá acordes de bossa nova para su canción Tres agujas. Y Charly García le devolverá la reverencia.

5) El plano secuencia de “Giros” en el Luna Park

Fito emerge del estrés y las inseguridades tóxicas con sus herramientas más luminosas: las canciones. Llega el viernes 6 de diciembre de 1985, la noche de presentación de su segundo y prestigioso disco Giros, en el Luna Park. Es el cuarto episodio de la serie de Netflix: a los 21.30 minutos comienza un inolvidable plano secuencia por los camarines y pasillos del Luna. Valdrá retroceder la escena, y volver a disfrutarla, gracias al talento de los directores Felipe Gómez Aparicio y Gonzalo Tobal.

Fito, con el Luna a sus pies. Se llenó el estadio.


Fito, con el Luna a sus pies. Se llenó el estadio.

Pero Fito Páez, antes de subir al Luna, no logra relajarse. Fabiana Cantilo llegará tarde al Luna, pero luego reaparecerá cambiada: lista para hacer los coros. Suben por la rampa que lleva al escenario. Fabi frena a Fito, le pinta los labios con rouge y lo besa en la boca. Mientras tanto, en la disquería Oliveira de Rosario, papá Rodolfo ve cómo los fans de Fito compran Giros a raudales.

6) Fito conoce a Luis Alberto Spinetta y se hacen amigos

Esta escena es mítica. Fito camina entre el tumulto porteño de calle Florida. Luis Alberto Spinetta (interpretado por Julián Kartún) se asoma por detrás de una ovalada cabina telefónica de Entel; le toca el hombro y le pregunta sonriendo: “Vos, ¿sos vos?”. Y Fito retruca: “Y vos, ¿sos vos?». Se abrazan y comienza una sincera amistad, que derivará en el disco doble La La La, de 1986, influyente para toda la música popular argentina.

Julián Kartún compone a Spinetta. Aquí con Fito y Fabi.


Julián Kartún compone a Spinetta. Aquí con Fito y Fabi.

Luego Spinetta amasa unas pizzas en su casa de Belgrano, mientras sus hijos Dante, Catarina y Valentino corretean alrededor del “tío Fito”. Habrá una sorpresa entre los dos, en un viaje relámpago a Rosario. Fito le enseñará a Spinetta su piano -con el retrato de su madre- y le revelará: “Acá escuché a Almendra y a Pescado Rabioso. Gracias, Luis”. En eso Spinetta extrae dos vinilos de una pila: el primero de Almendra, de 1969, y Giros.

7) El asesinato de la abuela y tía abuela de Fito Páez

Fito y Fabi están de gira en Río de Janeiro con Charly. Pasean por la playa nocturna y a la mañana suena el teléfono en el hotel. Fito está por atravesar su episodio más traumático de su vida joven: el brutal asesinato en 1986 de su abuela Delma Zulema Ramírez de Páez, de su tía abuela Josefa Páez y de Fermina Godoy, la empleada de ambas -embarazada-. Su abuela y tía abuela lo habían ayudado desde niño a rearmar la memoria de su mamá.

Fito en el adiós a su abuela y su tía abuela, asesinadas en Rosario.


Fito en el adiós a su abuela y su tía abuela, asesinadas en Rosario.

Fito hará su catarsis con whisky y lexotanil, destruyendo la habitación del hotel en Río. Los pormenores policiales del caso serán parte de la serie. Un año antes había muerto su padre. En pleno duelo, se viene la presentación de La La La, en Obras Sanitarias en el ’86. Fito tiene un ataque de ansiedad en el camarín, pero Fabi lo abraza: “¡Está el Flaco esperándote para tocar! ¡A vos! Respirá. Vas a poder. Somos tu familia”.

8) Fito ofrece su corazón y concibe “Tercer Mundo”

En esos conciertos con Spinetta por La La La Fito estrenó Ciudad de pobres corazones: la drástica canción que daría el título de su disco de 1987, de una genial y oscura inspiración. De a poco comienza a emerger de su dolor. En La Habana le canta “Yo vengo a ofrecer mi corazón” a Pablo Milanés y el ícono de la Nueva Troba Cubana le agradece: “En mi país hay un refrán que dice: ‘El que visita a Cuba, y conoce a su gente, por siempre tiene una familia’”.

Salto temporal de dos años. Fito ya está conectado con su nuevo y ambicioso disco en su camino imparable a la masividad: Tercer Mundo (1990). La serie recrea ficcionalmente el paso por el estudio de varios invitados: Tweety González, Alejandro Urdapilleta, Sandra Mihanovich y Celeste Carballo en Fue amor, tras haberse separado de Fabiana Cantilo.

Y Charly García lo reta: “Rosarino, cambiá esa cara de orto. Va a ser un hit.

9) Llegan Cecilia Roth y “El amor después del amor”

“Hay que irse de los lugares donde te tratan mal: Ástor Piazzolla, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa. Todos cruzaron el charco alguna vez”, proyecta Fito en el séptimo episodio de la serie. Primero irá a Europa para probar suerte con Tercer Mundo. Y luego a Punta del Este, en 1991, donde se encontrará en una alocada fiesta veraniega con la actriz Cecilia Roth, de 35 años. Es el inicio del nuevo amor.

Cecilia Roth (Daryna Butryk) y Fito Páez, en una escena en el cine, en el '91.


Cecilia Roth (Daryna Butryk) y Fito Páez, en una escena en el cine, en el ’91.

Pasearán por la playa y Fito le hará escuchar a Ceci (Daryna Butryk), en su walkman, los demos del disco El amor después del amor, de 1992, plagado de clásicos. En un instante de la serie pasarán los diez conciertos en el Teatro Gran Rex. Y llegará, por fin, la histórica doble presentación en Vélez Sarsfield, los días 24 y 25 de abril de 1993. Fito Páez abraza la gloria y todo el estadio corea con él: “¡En la esencia de las almas, en la ausencia del dolor! Ahora sé que ya no puedo vivir sin tu amor!”.

10) La atmósfera de los años ’80: evocación sin nostalgia

En sintonía con estos tiempos de pasión retro por los años ’80, la serie logra retratar con gran verosimilitud, fidelidad y musicalidad toda esa década agitada, en Argentina. No sólo por los peinados, la ambientación o el enorme diseño de producción. Hay también una gama de tonos rojos, verdes y amarillos muy propia de la atmósfera ochentosa.

Faby, Fito y el famoso beso en el detrás de escena. Boquitas pintadas en la previa de Giros, en el Luna Park.


Faby, Fito y el famoso beso en el detrás de escena. Boquitas pintadas en la previa de Giros, en el Luna Park.

Diversos actores encarnan a las bandas y artistas gravitantes de los ’80, desde el punto de vista de Fito Páez y Fabiana Cantilo: aparecen Virus, Los Twist, Don Cornelio y la Zona, Andrés Calamaro, Sandra y Celeste, Fabián Gallardo, Alejandro Urdapilleta, Tweety González, Batato Barea y más sorpresas.

Como con los fragmentos y citas de canciones, no sólo de Fito Páez. Habrá que poner pausa, durante los ocho episodios, para no perderse cada sutil o emotiva referencia.

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