Se reunieron con la prensa internacional, tras la première de «Killers of the Flower Moon».
Hubo que esperar más de media hora para que Leonardo DiCaprio, Robert De Niro y el director Martin Scorsese ingresaran a la Sala de prensa del Festival de Cannes para hablar de Killers of the Flower Moon. No hubo un retraso por embotellamiento en la Croisette, como había sucedido el miércoles al mediodía con Johnny Depp. Simplemente, estuvieron más de la cuenta en su encuentro con los fotógrafos.
Pero ya sentados ante la prensa internacional, los intérpretes y el realizador -también estaban Lily Gladstone y Chief Standing Bear, de la tribu Osage- respondieron cada una de las preguntas.
Se sabe: no suelen ser demasiado punzantes, e inclusive hubo un par sobre qué pensaban de Ucrania y la intromisión rusa, y cómo filmaron en 2021, en plena epidemia del Covid.
DiCaprio, que dentro de la poco más de media hora que duró el encuentro con la prensa internacional, fue el que menos habló, elogió la capacidad de Scorsese para capturar lo que denominó es “la banalidad del mal”. «Lo que Marty hace tan increíblemente bien es que es capaz de exponer la humanidad incluso de los personajes más retorcidos y siniestros que te puedas imaginar».
Killers of the Flower Moon, junto con Indiana Jones y el llamado del destino, las películas más esperadas del Festival, y ambas fuera de la competencia por la Palma de Oro, se centra más en los personajes de DiCaprio y De Niro, la relación entre el sobrino y el tío en el pueblo de Fairfax, que en la pesquisa de quién cometió los asesinatos de los nativos Osage en Oklahoma, en los años ’20.
No quiere decir nada, pero tras la proyección del filme de tres horas y 26 minutos, del que DiCaprio también es productor, recibieron una ovación de 9 minutos, la más extensa en lo que va de esta edición del Festival, en la Sala Grand Thèâtre Lumière.
“Fue la culminación de años de trabajo”, dijo Martin Scorsese cuando le preguntaron por tal recibimiento en la noche del sábado.
Acerca de cómo fue su aproximación a la historia, contada en el libro del periodista David Grann, Scorsese se refirió a la importancia de pasar tiempo con la gente de Osage. “Cuando me presentaron el libro, dije que si nos acercábamos a las Nación Osage, debíamos ser muy respetuosos”.
De Niro, punzante
Y Robert De Niro no desaprovechó la oportunidad de criticar al expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, comparándolo con su propio personaje.
Todo arrancó comuna confesión por parte del actor, que fue a Buenos Aires el año pasado a rodar escenas de la serie Nada, de Mariano Cohn y Gastón Duprat. El protagonista de Toro salvaje admitió que tuvo problemas para poder entender y conectarse con William Hale. “No entiendo mucho sobre mi personaje. Parte de él es sincero. La otra parte, donde está traicionando (a los miembros de la tribu Osage), no. Nos volvimos mucho más conscientes de esa dicotomía luego de lo que sucedió con George Floyd y el racismo sistémico”.
Y ahí fue donde aprovechó para trazar un paralelismo entre su personaje y Donald Trump, cuyo nombre el actor inicialmente se negó a decir en voz alta en la conferencia de prensa. “Ese tipo es un estúpido”, dijo sobre el expresidente.
A todo esto, Lily Gladstone, quien interpreta a Mollie Burkhart, la esposa de la tribu Osage del personaje de DiCaprio, recordó que los Osage fueron al funeral de William Hale, negando su participación en los brutales asesinatos de miembros de la tribu.
De Niro retomó la palabra en la conferencia de prensa, y se refirió a la lealtad ciega a los hombres malvados. “Hay gente que todavía cree que puede hacer un buen trabajo. Qué loco que es eso. Tenía que decirlo”, cerró, y arrancó casi la misma ovación con la que el trío más buscado del Festival había sido recibido al ingresar a la sala.
Scorsese, que ya tiene 80 años, había estado junto a su amigo De Niro aquí en Cannes en 1976, cuando presentaron Taxi Driver. Y la última vez de Scorsese en el marco del Festival fue con la presentación de Después de hora, en un lejano 1985.
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