Con la proyección de The Old Oak, cuyo título refiere a un pub de un pueblito al norte de Inglaterra, pero que le cae a la perfección a su director, el británico Ken Loach, ya se vieron las 21 películas que compiten por la Palma de Oro este año, que se entrega hoy sábado. Y nuestro compatriota Damián Szifron, miembro del Jurado, no la tendrá sencilla.
No porque haya muchas películas que a priori parezcan merecedoras de ganar la Palma, sino porque si bien todos aseguran que el nivel levantó con respecto al del año pasado, no hay en esta edición un título que haya sido sobresaliente.
Por otra parte, Los delincuentes, de Rodrigo Moreno no obtuvo ningún premio en la sección donde competía, Un certain regard, donde ganó How to Have sex, de la británica Molly Manning Walker, quien llegó después de que se anunciara el premio, directamente desde el aeropuerto, mientras el presidente del Jurado, el actor John C. Reilly, entretenía a los presentes… cantando.
Hay dos que parecen estar destinadas a los premios principales. Una es Fallen Leaves, con tango de Gardel y Lepera incluido, del finlandés Aki Kaurismäki, un asiduo en el Festival pero que nunca ganó la Palma. Con su estilo surrealista característico, escenografía como de los años ’50, vestuario de colores estridentes, uso de sombras y actuaciones y diálogos que replican, esta historia romántica no será lo mejor del director de Le Havre, pero bien puede ganar.
La otra es la más radical de las 21 que debió ver el Jurado que preside el sueco Ruben Östlund, ganador de la Palma el año pasado con El triángulo de la tristeza -ya había ganado otra, por The Square-. Se trata de The Zone of Interest, del inglés Jonathan Glazer. Un comandante nazi vive con su familia en una pequeña mansión pegada -literalmente- al campo de concentración y exterminio de Auschwitz. Y allí cría a sus hijos.
Sin filme de consenso
Si bien no hay un filme de consenso, la juventud que prima en los miembros del Jurado es probable que les juegue en contra a veteranos como Nanni Moretti, Nuri Bilge Ceylan, Wim Wenders o Marco Bellocchio, los tres primeros, ya ganadores. Tal vez no tanto a Ken Loach, que en The Old Oak trata sobre la inmigración de refugiados sirios en Inglaterra, con la maestría que nos tiene acostumbrados, y no parece una película a la vieja usanza.
Pero, y esto corre por mi cuenta, no veo que el ego de Östlund le permita entregar una tercera Palma al director de Yo, Daniel Blake y El viento que acaricia el prado, con un joven Cillian Murphy, y superarlo en cantidad de Palmas…
Más del gusto de Östlund puede ser la por momentos revulsiva Club Zero, de la austríaca Jessica Hausner, que trata sobre unos estudiantes secundarios de clase alta a los que una profesora (Maia Wasikowska) convence de ingerir menos alimentos, sin medir consecuencias.
Gustó Monster, del japonés Hirokazu Kore-eda, con vueltas de tuerca sobre una misma historia, y ojo con Anatomie d’une chute, de la local Justine Triet, sobre el juicio a una mujer tras la caída del balcón que le provoca la muerte a su marido.
Lejos de Hollywood
Difícil que la Palma rumbee para los Estados Unidos, que trajo tres filmes: Asteroid City, de Wes Anderson, May December, de Todd Haynes, y Black Flies, de Jean-Stéphane Sauvaire. Tal vez, sí, premien a las actrices de Haynes (Natalie Portman y Julianne Moore), pero en el colosal elenco de la película de Anderson no hay un personaje más protagónico que otro. Y es Sandra Hüeller, protagonista de The Zone of Interest y Anatomie d’une chute, quien corre con ventaja… pero dejaría sin otro premio a una de las dos películas.
Y siguiendo con Hollywood, Sean Penn, como el paramédico de Nueva York en Black… es uno más en un rubro, el de interpretación masculina, que no tiene un favorito (¿Kôji Yakusho, el japonés de la película de Wim Wenders, Perfect Days?).
Seis de las veintiún películas fueron dirigidas por mujeres, lo que marcó un récord en el Festival. A excepción de Anatomie… y la senegalesa Banel e Adama, de Ramata-Toulaye Sy, no se ve con claridad que vayan a ganar algún premio las otras cuatro. Y los jurados no tienen por qué sensibilizarse ni saber que Catherine Breillat (L’eté Dernier) quedó hemipléjica tras un derrame cerebral, y asistió a la première de su filme ayudada con un bastón.
Todo puede pasar esta noche en la Costa Azul, a la media tarde de la Argentina. Sin ir más lejos, dos años atrás la parisina Julia Ducournau, hoy en el Jurado, ganó incomprensiblemente la Palma con Titane. Había en ese año en plena pandemia, un rumor. El mismo que ahora habla más de The Zone of Interest que de la de Kaurismäki…
Enviado especial