Aunque los móviles actuales han mejorado bastante la autonomía que ofrecen si comparamos con los primeros Android, sigue siendo un aspecto sujeto a cambios. O al menos eso querríamos, porque ni siquiera nuestros queridos móviles Xiaomi se salvan.
Sin embargo, con el paso de los años siendo un entusiasta de este sistema operativo y de la conocida firma asiática (recuerdo con cariño cuando importé el Redmi 1S) he ido adquiriendo diversas técnicas para mejorar el consumo de batería y así alargar la autonomía. Con el despliegue de MIUI 14, he aprendido algunas cosas más, sigue leyendo y te cuento.
Los típicos consejos sirven de mucho
Para empezar, es importante decir que muchas recomendaciones se basan en consejos populares, bien conocidos. No obstante, merecen un recordatorio porque es cierto: sirven para mejorar la autonomía del móvil.
Lo primero que hago al estrenar móvil (o tras un formateo) es desactivar todas las conexiones que no uso con tanta asiduidad: Bluetooth, GPS, NFC, datos móviles… quizá peco en exceso de alarmista pero hay apps que acceden a la ubicación en segundo plano, e incluso alguna vez me percaté de que llevaba activa la función que usa WiFi y datos móviles conjuntamente para mejorar la velocidad.
Es por eso que deshabilitar todo lo innecesario podría ayudar a ahorrar algo de batería. Pero no es lo único, la sincronización es otro aspecto que personalizo al máximo, dejando sólo los elementos imprescindibles como sincronizados automáticamente. El resto, adiós. Impediremos el intercambio constante de datos entre los servidores y nuestro móvil.
Eliminar las aplicaciones que no usamos tiene un efecto parecido, estaríamos borrando procesos en segundo plano, liberando al procesador de ejecutarlos. Si seguimos atribuyendo la culpa del consumo de batería a una app, tenemos a nuestra disposición un bonito apartado de batería en MIUI 14, entrando en Ajustes > Batería. Ahí podremos observar si alguna aplicación está generando un excesivo consumo, y podremos actuar en consecuencia.
Algunos consejos pueden sonarte, pero merece la pena recordarlos porque sí ayudan a ahorrar batería
En relación también con las aplicaciones, tenemos el concepto de Inicio Automático. Si no sabes qué es lo resumimos fácil y sencillo: aplicaciones que pueden abrirse automáticamente cuando encendemos el móvil. Con esto no hacemos otra cosa que dar vía libre para que los procesos en segundo plano aparezcan sin ni siquiera haber utilizado la app.
Como último consejo genérico, siempre recomiendo desactivar el encendido de la pantalla cuando llegan notificaciones. Entre grupos de WhatsApp, canales de Telegram, apps de noticias, los avisos del banco, y un infinito etcétera, nos llegan mil y una notificaciones. Si cada vez que esto sucede, la pantalla se enciende, nuestra batería lo notará sobremanera.
Y todo esto hago en MIUI 14
Actualmente, utilizo un POCO como móvil habitual, actualizado con MIUI 14. Desde que pude probar la última versión de esta capa, empecé a buscar maneras de mejorar la batería, y ya he interiorizado algunos hábitos que seguramente permanezcan durante mucho tiempo.
Uno de estos es usar el modo ahorro de batería más a menudo. Siempre he tenido la sensación de que activarlo conllevaba un sacrificio en rendimiento, pero ahora apenas se nota. Para tareas básicas, como enviar mensajes o ver vídeos, no percibirás ningún cambio. Ve a Ajustes > Batería y desliza el interruptor hacia la izquierda. A unas malas puedes usar el modo extremo, pero aquí sí hay sacrificios importantes.
Un come baterías de manual es el modo ‘Always On Display’, que es útil e informativo, pero mantiene algunos píxeles de nuestro panel AMOLED encendido. Y créeme cuando digo que se nota. Para desactivarlo, iremos a Ajustes > Pantalla siempre activa y Pantalla de bloqueo.
Ahora, seguimos con ajustes relacionados con la pantalla, en relación con el brillo adaptativo o brillo automático. Lo más cómodo es activarlo, sobre todo si nos movemos constantemente en el exterior, pero si no necesitamos cambiar demasiadas veces el nivel de brillo, podemos anularlo. Suelo llevar el brillo en torno al 30% y a veces incluso menos, veo la pantalla lo suficientemente bien y de paso gano algo de autonomía.
Otro efectivo método es usar el modo oscuro. Como seguramente sepas, los paneles AMOLED pueden encender individualmente sus píxeles, y los colores negros se interpretan con estos apagados. Por lo tanto, que todo nuestro sistema sea oscuro hará que el consumo de pantalla sea menor. Y personalmente, a mí me encanta. Puedes programarlo para que salte cuando se vaya el sol, o activarlo manualmente en Ajustes > Pantalla > Modo oscuro.
Lo último que he aprendido, a raíz de estrenar móviles con tasas de refresco altas, es precisamente a disminuirla cuando no necesito tanta fluidez. Los 90, 120 y 144 hercios hacen que nuestro móvil vuele, con la consecuente demanda de trabajo para la GPU y para la pantalla. Sabemos quién lo sufre: la batería. Lo podrás encontrar en Pantalla > Tasa de refresco, selecciona «Personalizar» y ajústala a 60 hercios.
Si eres conformista, no tendrás problema en volver a los tradicionales 60 hercios. Antes no nos quejábamos, y es que tampoco es algo demasiado determinante que nos condicione al usar el móvil. De paso, nos llevamos algunos minutos extra de batería, permitiéndonos llegar al final de la jornada (y si es posible más allá) y disfrutar del smartphone durante más tiempo.
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