Un genio, una de las grandes. Eso dijo César Aira de Silvina Ocampo, largamente admirada en voz alta por escritores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Alejandra Pizarnik. El 28 de julio se cumplieron 120 años de su nacimiento, oportunidad que aprovechó la editorial Lumen para recuperar y reeditar toda su obra.
La promesa, la última novela de esta escritora única que estuvo casada con otro grande, Adolfo Bioy Casares, fue escrita a comienzos de los años 60 y desde entonces tuvo varias reescrituras: finalizada entre 1988 y 1989, la consideró su mejor obra. Definida por la propia Ocampo como “una novela fantasmagórica”, permaneció inédita en vida de la autora, fallecida en diciembre de 1993.
¿La historia? Una mujer cae al mar desde un transatlántico luego de haberse inclinado sobre la baranda para recoger un broche que se le había caído. El barco se aleja, mientras flota a la deriva en la inmensidad oceánica. Le hace una promesa a Santa Rita, la “abogada de lo imposible”: si se salva, escribirá un libro sobre su vida.
Mentalmente, la protagonista adelanta su trabajo -y eso es lo que vamos leyendo-, hace un “diccionario de recuerdos” en donde desfilan todo tipo de personajes que conoció. “Como Shahrazad al rey Shahriar, en cierto modo conté cuentos a la muerte para que me perdonara la vida a mí y a mis imágenes”, escribe. O: “En el fondo del mar quiero descubrir el sentido de la vida antes de morir”.
Publicada recién en 2011, la dificultad de Ocampo para terminar esta novela, según explicó, se debió a que “el personaje central está contando cosas, interminablemente. Hay algo que la lleva a seguir contando y contando… Es una promesa que ha hecho y la cumple para no morir, pero se ve que ella va muriendo”. Aunque la fantasía entra en juego y nos prestamos a ella: pensamos que si estamos leyendo este libro, significa que se salvó.