El ex dirigente de ETA Josu Urrutikoetxea, conocido como Josu «Ternera», criticó hoy el documental, presentado en el Festival de cine de San Sebastián, en el que admite su participación indirecta en un atentado de 1976 que fue amnistiado. Desde Francia, donde está en libertad vigilada desde que fue detenido hace cuatro años, el que fue número uno del grupo armado expone al principio del documental No me llame Ternera al periodista Jordi Évole el motivo por el que acepta ser entrevistado
«Conmigo se ha hecho un trofeo. A mi figura la han deshumanizado, hablan de mí como si tuviese cuernos y rabo. Pero yo soy una persona como cualquiera, con convicciones políticas y familia», añade.
Ternera, de 72 años, quien fue uno de los etarras más sanguinarios de la banda, en la que ingresó a los 17 años, se reunió en 2006 con un dirigente socialista en el marco del fallido proceso de paz del gobierno español con ETA.
También diputado en el parlamento vasco durante siete años, en 2018 fue uno de los encargados de leer el comunicado en el que ETA anunció su disolución tras ocasionar 853 víctimas mortales.
Ternera robó explosivos para el atentado en 1973 en el que murió el entonces presidente Carrero Blanco, lo que reconoce en el documental, así como su participación indirecta en el asesinato en 1976 del alcalde de Galdakao (País Vasco), Víctor Legorburu, algo que se desconocía.
Su escolta, Francisco Ruiz, que resultó herido en ese atentado, es entrevistado en el documental. Ternera fue acusado de ordenar el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en 1987 en el que murieron 11 personas, causa que tiene pendiente en España.
El ex etarra insiste en la entrevista en que «nunca me he alegrado de la muerte de nadie» y afirma que «nunca he dicho que matar esté bien».
Los muertos, señala, «eran para desestabilizar al gobierno, para obligarle a negociar» y dice que «nunca el objetivo de ETA fue provocar víctimas».
Dice arrepentirse de «no haber hecho más para que la violencia se parara antes».
Matar, subraya, «no es un placer para nadie, tampoco para el que hace la acción. Eso es una mochila que una persona lleva hasta el final de sus días. Y pesa mucho».
A Ternera no le gustó el documental, en el que quería que «se entendiera que no había placer en matar». Quería «demostrar -dijo en una entrevista al diario vasco Berria– que es un conflicto político. Ese hilo político es lo que falta».
Más cine
El cineasta Hayao Miyazaki rompió su habitual silencio y envió un breve video de 26 segundos para agradecer desde Japón el Premio Donostia que le ha entregado hoy el Festival de cine de San Sebastián (SSIFF). El director del Festival, José Luis Rebordinos, ha destacado la singularidad de este gesto «extraordinario», ya que el director japonés no solo no acude a ningún certamen a presentar sus películas (el último «plantón» fue al Festival de Toronto, donde precisamente se presentaba El chico y la garza, película que hoy ha abierto la 71 edición del festival), sino que nunca graba vídeos.
En este caso, el octogenario ha leído una brevísima nota en japonés, sentado ante una mesa y vestido con ropa informal, en la que agradecía «el prestigioso premio» que le ha otorgado el Festival, y ha comentado que se encontraba trabajando en ese momento en los Estudios Ghibli, donde ha desarrollado la mayor parte de su trabajo.
Rebordinos ha pedido, además, que se respetara el deseo del cineasta que enviaba el video sólo para los ojos de los asistentes a la gala de inauguración del festival, en el auditorio del Kursaal, y no se grabase con teléfonos móviles; aunque la gala, que presentaron la cómica segoviana Eva Hache y el actor donostiarra Gorka Otxoa, se retransmitía en directo por TVE…