Tesis sobre una domesticación es y no es al mismo tiempo -y esto es lo llamativo- una nueva novela de Camila Sosa Villada, la escritora trans que arrasa con sus escritos y presentaciones. Es decir: sí, el título acaba de ser reeditado por Tusquets, después de publicarse por primera vez en 2019 en la Biblioteca Soy del diario Página/12.
¿Es la misma novela entonces? Sí y no. Porque, dirá la cordobesa Camila en charla con Clarín Cultura, que a ella, como a la Yourcenar o a la Duras, por Marguerite Yourcenar y Marguerite Duras, le gusta reescribir sus libros. Que cómo no lo hacen todos los escritores con sus obras, se pregunta. Que cuando lo publicó aquella vez era una escritora y que hoy es otra, y que bien vale entonces reescribirlo a la manera de la escritora de hoy. Y si mañana es otro tipo de escritora, pues bien, veremos si sale una nueva reescritura de ésta u otras de sus ficciones.
Que reescribiría todas sus novelas, dice también. Incluso Las malas, el libro que en 2019 la ubicó como un fenómeno editorial de ventas y críticas y traducciones a otros idiomas y que será adaptada como serie televisiva por Armando Bó. Es también la novela que le dio el Premio Sor Juana Inés de la Cruz que recibió en la Feria de Guadalajara de 2020.
Pero acá estamos para hablar con ella no de Las malas sino de Tesis sobre una domesticación, que también tendrá su adaptación cinematográfica de la mano de Javier Van de Couter, producida por La Corriente del Golfo, productora de los mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna.
En esta historia, una actriz trans, que no quería ser madre, adopta un niño de seis años junto a su marido, un abogado homosexual. El niño es HIV-seropositivo, como su madre biológica, que se suicidó. Bienvenidos al universo literario de Camila Sosa Villada.
La novela avanza sobre vínculos a veces amorosos, a veces violentos, con gracia y sin golpes bajos, también sobre pactos tácitos e interrogantes sobre la maternidad, la paternidad y el deseo. El deseo siempre aparece como un protagonista principal si se trata de una producción de Sosa Villada. No es azaroso. Camila Sosa Villada presentará su novela este jueves en el Centro Cultural Borges y leerá un fragmento el domingo en el CCK, en el marco de Filba.
-¿Por qué querías volver a esta novela?
-En un principio, yo quería escribir el guion de una película y tenía solo un par de imágenes. Así que eran ese matrimonio cruzando las sierras, yendo al campo. Tenía esas imágenes y había tenido una charla con una psicóloga de algo referido a las adopciones. Entonces ella decía que a todas las parejas gays les ofrecían los chicos “defectuosos”. Así, dicho de esa manera, chicos discapacitados, con problemas cognitivos, seropositivos. Entonces me digo qué buena mezcla, toda esta gente en una misma historia.
Me senté a escribir y al final me arrepentí. Me parecía demasiado pornográfico, un personaje que no era empático para nada. Finalmente salió con una tirada de 5000 libros, que se agotó.
Y después mi editora, Paola Lucantis, me preguntó si quería volver a publicarlo. Le dije que sí, pero que lo quería revisar. Algo que haría con todos los libros. Con La novia de Sandro ya lo hice. Con Las malas también lo haría. No sé por qué no se hace con más frecuencia. ¿La Yourcenar lo hacía? Sí, lo hacía, pero no conozco muchas otras. La Duras hizo algo parecido con El amante de la China del Norte.
-¿Los reescribirías todos?
-Los reescribiría todos porque forman parte de un tiempo de una escritora. Si no, es condenarlos a un momento de inspiración o separación o a determinado momento de felicidad o a una relación que vos tuviste con tal. Me parece muy cruel para un libro y en este caso, por ejemplo, era un tanto de disconformidad también con lo que yo veía que estaban recibiendo de Las malas.
Me parecía que había que contestar a esos lectores que recibían la imagen de las travestis pidiendo trabajo, mendigando un oficio y no teniendo nada. Cómo sería una travesti que está mejor económicamente que el resto, que los que están leyendo el libro. Reescribiría absolutamente todo. Y eso me pasa desde que gano más dinero.
-¿Qué cambios sustanciales hiciste en Tesis?
-Por ejemplo, de las primeras cosas que hice fue borrar la palabra amor del libro. Me parecía que no era el afecto más importante del libro, que en el libro hay otros afectos y que las cosas se hacen bien y no necesariamente por amor y se hacen mal, no necesariamente por odio. Entonces eso fue lo primero que hice, sacar esas referencias como el amor sentimental, el amor romántico, que pareciera que es lo que los une al Abogado y a la Actriz.
Después me pasó, un poco a raíz de la película, que al personaje lo tuve conmigo durante casi tres meses. Entonces yo quería dejar en claro que a ella sí la deseaban, que era un personaje profundamente deseado por todos, por todos los que la rodean, por su hijo, por su padre, por su madre.
-Aparece el deseo de forma transversal a toda la novela y a todas tus novelas.
-Mi editor en Francia me dijo “las mil y una formas de desearse”, se había quedado pensando en eso. Claro, se está ampliando un reducto muy estrecho, sobre todo para las parejas heteronormativas, clásicas, que entran en un pasillo muy estrecho en el que yo también entré. En algún momento experimenté eso. Pero fue fundamental el después de la película, cuando terminé el rodaje. Porque lo sabía todo sobre ella. No tenía ninguna duda sobre nada de lo que le pasaba a ella.
-¿Te gusta eso de que se te encarne el personaje?
-Yo la amo a ella. Todos la quieren. Todos la deseamos. Es un personaje adorable. Me parece cínica. Me parece bella. Me parece que es muy ética. El otro día estaba repasando para una presentación en Córdoba, y leí un diálogo que tiene con el hijo, que el hijo le dice por qué me abrazaste, porque es una obligación. Es una mina que sabe que a los niños hay que abrazarlos, a pesar de que no sea una persona afectuosa, que esté distraída, que esté en otra. Le tengo muchísimo afecto, más que ningún otro.
-¿Por qué?
-No sé si es cariño. Es admiración. Como una advertencia hacia mí, a cómo se procesa la fama, ser conocida, que te respeten, que no te respeten, que te odien, que te amen, que la gente a tu alrededor te coma y que vos parezcas la única persona comestible alrededor. Son cosas que yo también estoy procesando.
-Aparece como tema la adopción de una pareja compuesta por una travesti y un homosexual y además la adopción de un chico con HIV.
-Ella es como doblemente madre, un poco de él y un poco del nene. No es que me interesaba la maternidad, sino ver como la llegada de un tercero termina por romper todo lo que había entre ellos dos. La cantidad de gente que conozco que está en pareja solo porque tienen hijos en común. A ellos es lo que peor les hace. Lo que más los rompe. Y encima no era un deseo de ella, lo hizo por él.
-Pero va un poco en la línea de la maternidad no-rosa.
-Hay una parte que dice así que si fuera posible, le hubiera pegado, le hubiera dado vuelta la cara de un cachetazo. Y no puede hacerlo, un niño huérfano que necesita tal y tal cosa y que es amor. Es lindo de ver cómo resuelven entre ellos tener un hijo con carácter.
-Que además es HIV-seropositivo. ¿Por qué?
-Eso me daba morbo porque lo que quería contar que una vez había escuchado es que el olor de la caca y el pis de las personas que toman antirretrovirales tiene un olor metálico. Esa es la mierda buena, porque la mierda mala no huele a nada. Entonces quería mostrar a una madre obsesionada con el olor del pis de su hijo. Lo hice para incluir eso. Podría haber sido un niño con síndrome de Down. Pero quería hacer algo con el pis y con las heces.
-¿El personaje de la Actriz lleva en algún punto una vida de excepción?
-Es una vida de excepción. Esto es absolutamente personal: empecé a ganar dinero con Las malas y empecé a tener esa vida de me voy de viaje y me recibe gente y me leen personajes famosos y de todo lo que se mueve alrededor mío en el mundo de la literatura o en el mundo de la cultura argentina; y me habían dicho si vos sos de tal manera, te vas a perder de esto otro, como si fuera un mundo hermoso, un paraíso.
Cuando empecé a tener guita y empecé a circular por otros lugares y empecé a conocer a otra gente, me dije ¿esta es la porquería que me habían prometido? ¿Esto era por lo que yo lloraba, por lo que yo sufrí durante toda mi juventud, un mundo que no tiene agua, que no tiene comida, un mundo que celebra que se haya torturado, que da lo mismo si hacen bullying frente a las cámaras a un indígena o no? Es una desilusión.
-Entonces es también un personaje desilusionado.
-Ella está decepcionada, asqueada también. Y no le sale mentir. No sabe jugar ese juego. Entonces se recluye en otras cosas como el sexo o la madre.
-Los personajes no tienen nombre. Son la Actriz, el Abogado, el Niño. ¿Por qué?
-No sabía cómo nombrarlos. Hasta ahora, no sé por qué. Es como el marido de Pampita. No le podés poner un nombre.
-¿Y el título? ¿Llegan los personajes a domesticarse?
-Lo que a ella le pasa es que la domestica el Abogado, la obliga a hacer algo, la pone en una situación, que es lo que hace el amor, que ha sido una herramienta de domesticación, sobre todo para las mujeres, de hacer cosas porque estás enamorada, con tu sexualidad, con tu tiempo libre, con tu trabajo. El amor condiciona. Eso me parece que se lo hace él a ella.
La va como arrimando cada vez más a lo que él quiere de la vida, que es tener ese hijo, tener esa esposa, dar esa fiesta y casarse de ese modo, mostrarse. Es un tipo que vive de apariencias. Y casi todos a su alrededor lo hacen, salvo esas amigas travas que se pelean. Pero por lo general son apariencias, salvo su mamá, que pareciera ser libre, quizás el único personaje libre en toda esta historia.
-¿Qué más remarcarías de la Actriz, este personaje tan deseado?
-El hecho de que ella está por encima posiblemente de casi todos lo que los que la vayan a leer. Económica y laboralmente. Incluso socialmente está mucho mejor ubicada que sus lectores. Nunca había escrito algo así. Siempre fueron protagonistas que miraban desde abajo hacia arriba a quienes estaban leyéndolos.
Ahora ese movimiento se invirtió y ella los mira desde arriba a sus lectores, por mucho que sus pasiones sean bajas, por mucho que sus actitudes a veces sean siniestras. Ella, en los términos que importan en una sociedad como ésta, ella los está mirando desde arriba a los lectores. Eso me gusta.
Agenda
- Camila Sosa Villada presenta Tesis sobre una domesticación este jueves a las 18.30 en el Centro Cultural Borges (Viamonte 525, auditorio Astor Piazzolla del segundo piso), en charla con Marcos Aramburu.
- El domingo, a las 19.30 en la Cúpula del CCK (Sarmiento 151) la escritora realizará una lectura de Tesis sobre una domesticación, en el cierre de Filba.
Sosa Villada Básico
- La Falda, Córdoba, 1982. Estudió cuatro años de Comunicación Social y otros cuatro de la licenciatura de Teatro en la Universidad Nacional de Córdoba. En 2009 estrenó su primer espectáculo unipersonal, Carnes tolendas, retrato escénico de una travesti.
- En 2011 coprotagonizó la película Mía. En 2012 actuó en la miniserie La viuda de Rafael. En 2014 hizo en teatro El bello indiferente, de Jean Cocteau. En 2015, Despierta, corazón dormido/Frida. En 2016, Putx madre y en 2017, El cabaret de la Difunta Correa y la miniserie La chica que limpia.
- Es autora del libro de poemas La novia de Sandro (2015, 2020), el ensayo El viaje inútil (2018) y las novelas Las malas (2019) y Tesis sobre una domesticación (2019, 2023) y el libro de cuentos Soy una tonta por quererte (2022).
- Las malas fue traducida a más de veinte idiomas y obtuvo los premios internacionales Sor Juana Inés de la Cruz (2020), Finestres de Narrativa (2020) y el Grand Prix 2021 de l´Héroïne Madame Figaro.
- En 2023 protagonizó la adaptación al cine de Tesis sobre una domesticación junto con Alfonso Herrera.