Su pasión es escribir, la misma que siente cada vez que juega al ping-pong con sus amigos y escritores desde su “bunker”, el estudio de arquitectura que tiene en Chacarita.

Prefiere escribir más cuentos que novelas, pero no le gusta tanto publicar sus obras. Después de 13 años, acaba de lanzar fff (Aurelia Rivera), un título cuya difícil pronunciación parece un soplido.

fff (o bien frágil fantasma fabuloso) es el reciente libro de Gustavo Nielsen: a veces arquitecto y otras veces escritor, ganador de numerosos premios, entre ellos, el Clarín Novela 2010 por La otra playa.

Su nueva obra reúne 23 cuentos fantasmales. Hay de todo: los buenos, los malos, los queribles y los no tanto. Algunos los escribió cuando tenía 13 años y otros en pandemia, con finales abiertos o impensados.

En diálogo con Clarín Cultura, Nielsen cuenta cómo surgió la idea mientras se divierte jugando al tenis de mesa con sus amigos desde su estudio de arquitectura.

–¿Cómo definís fff, tu último libro?

–También se puede decir «fff», como soplar un fuego. Es un libro gótico, de cuentos de fantasmas. Tiene 23 cuentos que no son necesariamente de terror: algunos son de humor, otros son tiernos. Hay cuentos sobre la memoria, algunos son muy cortos. Es una especie de búsqueda de distintas formas del cuento.

"fff", de Gustavo Nielsen (Aurelia Rivera, $7.200). Foto: Fernando de la Orden«fff», de Gustavo Nielsen (Aurelia Rivera, $7.200). Foto: Fernando de la Orden

–¿Cómo surgió la idea?

–Fue a partir de un taller de siete módulos que hice acá en la época del neoliberalismo moderno que asoló. En esos cuatro años armamos un grupo para estudiar cuentos de terror. Aquí vino Alejandra Kamiya y Guillermo Martínez, que también venía a jugar al ping-pong, Marcelo Caruso, Inés Fernández Moreno y otros escritores.

Quería hacer otra cosa aparte de la arquitectura porque se me estaba volando la cabeza. Hasta que dije: “Basta, vamos a sumergirnos en la ficción, que es el mejor lugar para soportar períodos que no te gustan”.

Muchos cuentos salieron de ese taller pero ya tenía otros como En la ruta, un cuento bien de terror y Las primeras cincuenta mascotas de la tierra, que antes se publicaron en Marvin.

Escribo desde los 13 años. Cartón es un cuento de laboratorio que escribí a los 16 y terminé de cerrarlo ahora, a los 60, para publicarlo en fff.

Gustavo Nielsen se llevó el Premio Clarín Novela 2010 por su obra "La otra playa".Gustavo Nielsen se llevó el Premio Clarín Novela 2010 por su obra «La otra playa».

–Hay fantasmas queribles y otros no tanto, y gatos que se convierten en fantasmas cuando comen algo. ¿Por qué buscaste esta temática?

–No la busqué para hacer el libro, sino que la encontré en las cosas que iba escribiendo. La pandemia me pegó duro, pero todo esto se hizo prepandemia.

En pandemia, mi mamá murió por Covid. Para colmo, no podía ver a Moira, mi novia, ya que ella vive en Béccar y yo en Palermo, porque nos habían cortado los viajes en el AMBA. Ese año deberíamos borrarlo de la existencia humana.

Entonces, me llamaron de la Biblioteca Nacional para escribir un texto, pero a Juan Sasturain le dije que no quería hacerlo; quería escribir algo sobre lo que me estaba pasando. Le dije que me sentía un fantasma. “Bueno, dale”, me dijo. Y así comenzó todo.

–Tu libro está dedicado a Sapo, un amigo tuyo.

–Él (Alejandro Sapognikoff), un amigo mío que murió muy temprano y me dejó desahuciado. Murió a mis 40 años, hace 20 años. Era un tipo muy activo, además era arquitecto y trabajábamos juntos. También era Licenciado en Letras. Estudiábamos en su casa o en la mía, no teníamos un lugar físico. Después de 20 años le dediqué este libro.

–¿Por qué fff?

–Me interesaba algo que no tuviera títulos. El libro es innombrable. Lo dejé así, con tres letras minúsculas, es el mejor modo de titularlo. Significa frágil, fantasma y fabuloso. Ese es mi amigo, Sapo.

Gustavo Nielsen: "El libro es innombrable", dice a propósito del título. Foto: Fernando de la OrdenGustavo Nielsen: «El libro es innombrable», dice a propósito del título. Foto: Fernando de la Orden

–¿De todos los fantasmas que creaste, cuál te marcó?

–Me encariñé con “El fantasma invisible”, del viejo polaco. Eso me pasó de verdad. Hace 13 años me quedé sin vivienda, estuve en una situación desesperante pero se arregló enseguida cuando cobré el Premio Clarín Novela y pagué mis deudas.

También habíamos ganado un premio en el estudio para hacer unas plazas en Barracas. Pasaba un mal momento, pero iba a Barracas y tenía que alquilar. Ahí vi un PH en venta: lo compré con el dinero que había ganado en Clarín Novela.

Cuando me instalé en el PH, al primer día vino el vecino y me dijo que yo tenía un fantasma. Yo me moría de risa, pero me miró diciéndome: “¿De qué te reís? Ya va a aparecer”. Ahí, un vecino me juró que lo vio subir cuando iba darle de comer a los gatos. ¡Cuenta que lo vio!

–¿Vos lo viste?

–¡Jamás! Puse un sofá y dije: voy a empezar a dormir acá a ver si lo veo. Me quedé, puse velas y dije: por fin voy a ver a un fantasma en mi vida. Cero, no lo vi. El final me lo regaló un vecino. Dormí con velas, sin electricidad. ¿Cómo se animó? Me dijo: “La culpa es suya porque lo echó”.

fff es tu undécimo libro. A casi 30 años de Playa quemada (1994), el primero, ¿en qué momento te encontrás ahora?

–Mi carrera de escritor comenzó a los 13, cuando escribí todos los cuentos que salieron en Playa Quemada. Los mandé a la primera Bienal de Arte Joven en la época de Alfonsín y gané. En el jurado estaban Abelardo Castillo y Sylvia Iparraguirre. Desde entonces, una cantidad de escritores empezamos a ser conocidos como Guillermo Martínez y Pablo De Santis, entre otros.

Ese año gané un premio en el Consejo Deliberante y ahí pasé a publicar. Me llamaron de Alfaguara; tenía un montón de cuentos y quería publicar 20. Me dijeron que publique 10 cuentos. No me gustó a idea, y decidí publicar 7, el número que me gusta jugar en la ruleta.

Fue como una premonición: Marvin tiene siete cuentos, otro libro que salió en España que también tiene siete, tengo varios así y otro más en carpeta con siete cuentos que aún no salió.

Me gusta escribir pero no me gusta publicar. Está bien que publicás y más gente lo ve, pero lo que me divierte es escribir, es como jugar al ping-pong. Es algo que disfruto muchísimo, la paso muy bien, me siento súper acompañado por la escritura. Con tan poco, tu lápiz y un cuadernito podés contar historias de emociones de terror, que te haga reír y llorar. Es fantástico.

Nielsen Básico

  • Buenos Aires, 1962. Es arquitecto, dibujante y escritor. Escribe cuentos y relatos desde los 13 años. Desde joven, participó en concursos literarios y obtuvo su reconocimiento.
  • Además de fff, lleva diez libros publicados entre cuentos y novelas: Playa quemada, (Alfaguara, 1994); La flor azteca (Planeta, 1997), El amor enfermo (Alfaguara, 2000) y Los monstruos del riachuelo, con Ana María Shua, (Alfaguara Infantil, 2002).
  • En 2010, con La otra playa (2010) ganó el Premio Clarín Novela.
  • Suele dibujar él mismo las portadas de sus libros