La Feria Internacional del Libro de Argel (Sila) arrancó este jueves su 26° edición, que rendirá homenaje a la literatura africana y que reúne a más de mil editores de 61 países, en medio de una polémica sobre la ausencia de Annie Ernaux, Premio Nobel de Literatura de 2022, que según el diario francés Le Monde no habría obtenido el visado debido a sus críticas contra el régimen.

El rotativo reveló el pasado martes que las autoridades argelinas rechazaron el visado de la escritora, de 83 años y autora de la aclamada obra Los años, y cuya decisión podría estar relacionada con una columna firmada en mayo en este mismo medio junto a una docena de intelectuales en la que pedía la liberación del periodista argelino Ihsane El Kadi.

Ernaux, el filósofo estadounidense Noam Chomsky y el cineasta británico Ken Loach entre otros, pidieron al presidente argelino Abdelmadjid Tebboune la liberación de El Kadi y denunciaron el acoso judicial y de seguridad contra los «presos de conciencia».

La Nobel Annie Ernaux.La Nobel Annie Ernaux.

«Cualesquiera que sean los desacuerdos y antagonismos, Argelia es un ideal más grande que la mazmorra en la que se está convirtiendo para los periodistas críticos y las voces disidentes», señaló la misiva, que lamentó que «este gran país se está cerrando como una gran trampa sobre los opositores políticos y los ciudadanos que se atreven a soñar con un verdadero Estado de derecho».

Sin embargo, el diario digital Tout Sur l’Algérie (TSA) desmintió esta información y aseguró que las autoridades consulares siguen tramitando la solicitud de visado, que fue presentada con 48 horas de antelación en lugar de una semana como requiere el procedimiento.

A sus 64 años de edad, El Kadi, director del medio independiente Magreb Emergent y Radio M, fue sentenciado en abril cinco años de cárcel y una multa de 4.750 euros por recibir supuestamente «fondos del exterior con fines de propaganda» y «realizar actos que puedan socavar la seguridad nacional».

El juez ordenó además la disolución de «Interface Médias», empresa editora de estos dos medios- clausurados en el momento de su detención-, así como la confiscación de sus bienes incautados y el pago de una multa de más de 68.000 euros. La defensa insiste en que se trata de un proceso político debido a la línea editorial de este veterano periodista, crítico con el mandatario.

El país magrebí ocupa el puesto 134 entre los 180 países que figuran en la clasificación mundial de la libertad de prensa que elabora cada año la ONG Reporteros Sin Fronteras.

La semana pasada, también hubo polémica en la Feria del Libro de Frankfurt al anunciarse la suspensión de la entrega de un premio literario a una autora palestina.