Habría que contabilizar sus películas, pero es muy probable que François Ozon sea el cineasta más prolífico de la actualidad, rodando y estrenando una película por año. El realizador de La piscina y 8 mujeres se rodeó de varios de sus intérpretes favoritos y cuenta una historia tan de comedia como de vodevil.
Y en Ese crimen es mío se da el lujo de utilizar a esos actores de renombre –Isabelle Huppert, Fabrice Luchini, a quien dirigió en la excepcional En la casa, Dany Boon, André Dussolier- en roles secundarios para centrarse en dos amigas, una de ellas, acusada de haber cometido un asesinato en la Francia de 1935.
Madeleine (Nadia Tereszkiewicz) es una mala actriz, que siente que le ha llegado la oportunidad de su vida cuando un productor maduro la cita en su mansión. Ella asiste para hablar de su papel, pero el hombre, poco caballero, la acosa sexualmente. El hombre termina muerto, con un balazo. Nosotros vimos salir corriendo a Madeleine del lugar, pero no podemos saber si ella cometió o no ese crimen en defensa propia.
Madeleine comparte el alquiler (que adeudan desde hace cinco meses) con una abogada tampoco brillante, Pauiline (Rebecca Marder), que será quien la defienda en el juicio cuando la policía digite que su amiga es la principal sospechosa del crimen. Del lugar faltan 300.000 francos, y como ellas son casi indigentes, todo cierra.
Pero no. Madeleine se declara culpable, el Jurado no la condena y empieza a recibir ofertas de trabajo en cine sonoro y en teatro. ¿Fue ella quien disparó al productor? Tal vez no, con la aparición en escena de Odette (Isabelle Huppert), que brilló en el cine mudo, fue amante del productor, dice que lo asesinó y quiere recibir algo de dinero de parte de las nuevas ricas.
Como un sainete con retrucos
Ozon no disimula en ningún momento que su película se basa en una obra de teatro, escrita en los años ’40, pero no es que haga teatro filmado. Ese crimen es mío, si hubiese sido escrita en la Argentina, diríamos que es un como un sainete, con personajes algo estereotipados, líneas de diálogo que retrucan y así.
El director también aprovecha la distancia de la época en el que los cambios sociales son potentes, se está a poco de la Segunda Guerra Mundial, las ideas fascistas se imponen desde la Justicia (obviamente, parodiadas) y se habla de los matrimonios por conveniencia. Y por suerte, aunque se tiente, no es que hace una relectura de la posición de la mujer en los años ’30 -no tenían el voto- con la mirada del siglo XXI.
Las actuaciones son lo mejor del filme, que se ve con simpatía, y que sin ser una obra redonda cumple con el propósito de entretener, con giros en la trama y sí, la presencia de sus estrellas.
“Ese crimen es mío”
Comedia / Crimen. Francia / Bélgica, 2023. Título original: “Mon crime”. 102’, SAM 13. De: François Ozon. Con: Nadia Tereszkiewicz, Rebecca Marder, Isabelle Huppert, Fabrice Luchini, Dany Boon, André Dussolier. Salas: Lorca, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Belgrano y Norte.