En Netflix no mentían cuando dijeron que querían apostar por las adaptaciones de videojuegos e IPs conocidas, y con los videojuegos tienen el filón definitivo. ‘Cyberpunk: Edgerunners‘ fue uno de sus mayores éxitos en el campo de la animación y este año ya han estrenado ‘Captain Laserhawk: Un remix de Blood Dragon‘ y esta misma semana el anime de ‘Onimusha‘.
Y si todavía tenemos pendientes los videojuegos de Capcom o nos preocupa cómo de fieles serán a la trama… Pues no habrá que preocuparse mucho, porque ‘Onimusha‘ tira directamente con una historia original.
Llegó Miyamoto Musashi
El legendario samurai Miyamoto Musashi ha servido de inspiración para un buen número de personajes y aparecido en todo tipo de obras de ficción. Y en ‘Onimusha’ no iba a ser menos, porque ya se dejó caer por los juegos en su momento pero se convierte en el protagonista del anime con un aspecto inspirado en el actor Toshiro Mifune.
La trama se ambienta en el periodo Edo japonés, con un Musashi más mayor que se embarca en una misión para derrotar a un ejército invasor de demonios. Además de sus habilidades como espadachín, también cuenta con un grupo de samurais como ayuda y el mítico Guantelente Oni.
‘Onimusha’ funciona muy bien como una película de samurais al uso, con su grupito variopinto formado por un monje, el graciosillo, el listo y el resto de la cuadrilla con un tufillo muy majo que recuerda a ‘Los siete samuráis‘. Eso sí, de fondo métele una conspiración sobrenatural, posesiones y escenas de acción sacadas de un videojuego.
El anime no se corta cuando se tiene que poner más intenso y gore, que viniendo de la franquicia que venimos es algo que se espera. Aunque también hay que decir ‘Onimusha’ encuentra un buen equilibrio entre la fidelidad histórica y los combates pasados de rosca con unas secuencias de acción bastante bien llevadas, pero a la que sí que le cuesta arrancar con un ritmo un poco lento en los primeros tramos de la serie.
Y hay que hablar también de la animación, que seguramente tire un poco de atrás al saber que es CGI. Sublimation, el estudio de ‘Dragon’s Dogma‘, se ha encargado de la parte gráfica de ‘Onimusha‘ con un estilo muy similar pero con el que mejora bastante de su última serie.
Los fondos y los escenarios tienen un acabado encantador, y la animación de los personajes funciona la mayor parte del tiempo… Aunque no siempre engaña con ese falso 2D que intentan conseguir y que sobre todo peca de rigidez y unos modelos poco expresivos.
Si llegamos de nuevas al anime de ‘Onimusha’ vamos a poder seguir sin problemas la historia, algo con lo que Netflix está acertando muy bien con series como esta o como ‘Tekken: Bloodline‘, aunque dejando también algunas perlitas para los fans de la saga.
Es una serie correcta y que cumple bien, que quizás no llegue al nivel de otras adaptaciones de videojuegos que ha venido lanzando Netflix pero que sí que deja una historia entretenida que se deja ver muy bien de una sentada. Con personajes a los que, aunque no se salen demasiado de sus arquetipos, es fácil coger cariño. Y samuráis luchando contra demonios, que tampoco sobran nunca.
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