Nació el 5 de noviembre de 1918 en la localidad bonaerense de Campana y se crió en Zárate.

Su padre, Manuel, un comerciante de Zárate, pasó su infancia en la Casa de Niños Expósitos, lugar al que eran enviados los niños huérfanos.

Allí adquirió el apellido que luego fue transmitido a sus hijos Homero Aldo y Virgilio Hugo.

Homero Expósito cursó sus estudios como pupilo en el Colegio San José, de Buenos Aires, fue cadete del Liceo Militar y estudiante de Filosofía y Letras. 

De niño, en Zárate, integró una orquesta con su hermano y con el famoso baterista Tito Alberti, el padre del músico Charly Alberti.

Expósito tenía una sólida preparación literaria producto de sus años en la universidad, hablaba cuatro idiomas, era un ávido lector y decía no se podía escribir un tango sin antes saber escribir un soneto.

Debutó como autor de letras de tango en 1938 con “Rodando”, interpretado por la cantante Libertad Lamarque, con música de su hermano y transmitido por la histórica Radio Belgrano.

Junto a Virgilio, conformó una verdadera hermandad creativa del tango al gestar obras consideradas clásicas del  género, como “Farol”, “Oro falso” o “Qué me van a hablar de amor”. 

Pero su trabajo no se limitó únicamente al tango. También incursionaron en otros géneros como el jazz, tal como lo aseguró Mónica, hija de Virgilio.

También tuvieron éxito con letras compuestas especialmente para la cumbia.

Tal vez, la más célebre de todas fue “Naranjo en flor”, escrita cuando Homero tenía apenas 17 años y su hermano Virgilio sólo 15, y donde aseguraban que “antes de amar hay que saber sufrir”.

Desde su estreno, en 1944, fue versionada no sólo por los mayores intérpretes del tango, sino también por reconocidos músicos de rock como Fito Páez o Andrés Calamaro. 

Pero la obra poética de Homero no se limitó al vínculo con Virgilio. 

Expósito conoció a los músicos de tango más famosos del momento, con los que compartió interminables noches de bohemia en los bares porteños.

Realizó trabajos en colaboración con Aníbal Troilo en “Te llaman malevo”, con Héctor Stamponi en “Flor de lino” y con Roberto Goyeneche.

El mismísimo Enrique Santos Discépolo pidió conocer a Expósito luego de escuchar profundamente admirado el tango “Tristezas de la calle Corrientes” mientras se encontraba en una confitería acompañado por la recordada actriz y cantante Tania. 

Ante el pedido de Discépolo, Homero -que se encontraba en el lugar- se acercó a la mesa y se presentó produciéndose un verdadero encuentro cumbre entre dos figuras centrales de la música popular porteña. 

Homero Expósito le dio al tango una nueva dimensión poética y aportó una renovación radical en la escritura de canciones del género.

Hoy sus letras continúan siendo revividas tanto por cantantes profesionales, como por todo aquel que se anime a entonar algunas de sus ya consagradas e inolvidables creaciones.

El 23 de noviembre de 1987 murió en Buenos Aires el reconocido poeta del tango Homero Expósito. La historia también es noticia en Radio Perfil.

Guion de Javier Pasaragua y locucion de Pita Fortín.

por Radio Perfil

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