La comunidad de artistas y gestores de Rosario promovieron el 24 de noviembre una fiesta a orillas del río Paraná, en una tarde que fue apacible y calurosa pero llena de sonrisas y aplausos. Ese día quedó inaugurado en la sede del Museo de arte contemporáneo de Rosario (macro) el 76° Salón Nacional de Rosario.
Se trata de un salón que desde sus bases promueve una serie de ideas que poco se contemplan en otros similares. Un ejemplo de esto se percibe cuando sostiene que el premio promueve recuperar la presencia de obras efímeras casi a contrapelo de otros certámenes que implican la adquisición de obra.
Otra singularidad es que en esa promoción de obras «no coleccionables» en un sentido protocolar, facilita el pensar al museo contemporáneo no sólo como plataforma de exhibición sino como un lugar de producción.
Con la finalidad de incorporar periferias y escenas no tan centrales, desde el 2021 cuenta con el apoyo de Fundar, Banco Coinag, Fundación Medifé y la Secretaría de Cultura y Educación de Rosario, para facilitar a los artistas seleccionados recibir un apoyo a los costos para la producción y el traslado de la obra, sólo por el reconocimiento de haber sido aceptado en la selección final.
El premio
Con estos lineamientos el premio se plantea en la misma línea en que se perciben las tensiones dentro del arte contemporáneo y sus procesos de institucionalización, ya que las obras premiadas ingresan en una colección de prestigio reconocido.
Sólo 25 obras fueron seleccionadas de una convocatoria que llegó a casi 800 postulaciones. El jurado de selección fue el mismo que el de premiación.
Para esta edición se convocó a Ángeles Ascúa, Lara Marmor y Javier Gasparri, interviniendo también el director artístico del museo Castagnino+macro, Roberto Echen; así como Rafael Cippolini como curador de la sección Gabinete; Luz Ferradas en representación del Concejo Municipal de Rosario y Guido Martínez Carbonell por la Fundación Castagnino.
La muestra se pensó para que se recorriera desde el sexto piso donde se aloja la Sección Gabinete como un espacio donde se propone una redefinición sobre lo que ingresa al patrimonio. El curador y teórico Rafael Cipollini se determinó por un homenaje a la pintora Sofonisba Anguissola (Cremona c.1535 – Palermo, 1525) considerada la primera en desarrollar su sistema, hoy perdido.
Ante la pregunta sobre qué significa coleccionar sistemas, el curador explicó que no se trata de una correlación con el llamado arte de sistemas que propició el CAyC en los ’70, sino al sistema de cada artista.
Dicho con sus palabras: «La tarea lenta, articulada, ineludiblemente silenciosa de combinar y potenciar procedimientos, procesos, ideas, referencias, métodos, intuiciones, anotaciones, técnicas y motivos personalísimos, graficándolos a modo de mapas únicos de creación y ejecución, o sea el diseño de las herramientas orientativas previas».
El propósito es mantener nuevamente en el plano de la investigación aquello que la obra propone y permitir que ingresen esos sistemas a una institución sin que esto los opaque.
La invitación fue cursada para cuatro artistas individuales: Claudia del Río, María Guerrieri, Silvia Gurfein y Jimena Losada Lacerna y un colectivo El Club.
Veinticuatro horas despierta, de la artista Claudia del Río, fue la obra que obtuvo el premio Colección, con una creación que desplegaba en una gran mesa una serie de objetos, recortes de fieltro oscuros, restos de papeles y otras singularidades que nada tenía que ver con las tres pequeñas obras que se consideraban fruto de estas indagaciones y que se ubicaban en la pared cercana.
En el caso del colectivo rosarino El Club, una serie de retratos pintados sobre telas y muchos tipos de representación daban cuenta de que se trataba de varios artistas unidos.
En el quinto piso se ubicaron las obras de Mimi Laquidara, Puntos cardinales; de Candela Roselló, Las intoxicadas; de Carlos Aguirre con Alecrin y la de Clara Miño con Clásico (de la serie Tierra Baldía).
En el cuarto piso, cambiaba completamente la escena con obras de Bruno Dubner, Corbata y prótesis; Joaquín Gómez Hernández, Chicxs del palo; Verónica Calfat, La aprendiz; María Crosetti con Formulario continuo y Alejandra Mizrahi, Cuerpo 5 (de la serie Placer y Beneficio).
Al descender, dos obras premiadas se destacaban. La artista Sol Quirincich (1992), que vive en Rosario, con una instalación que dibujaba las letras del título usando barras de hierro dobladas con la frase adherida a la pared: Esa convicción interior, invencible, que resultó distinguida con el Premio Adquisición Fundación Castagnino.
Cerca, una obra de factura delicada resultó destacada con una mención especial del jurado: Cocoa se volvió luz, de Sandra Guascone (Mar del Plata, 1963).
En el segundo piso, se distinguía la obra de Lorena Cardona (Rosario, 1974) con Todo por la praxis, también con mención del jurado con una instalación de libros sobre unos bancos en torno a la producción de una idea que se conjugaba con la frase del título en un cartel de la pared cercana.
También interesante era la fotografía de Laura Ortego (Comodoro Rivadavia, 1975), de la serie Chiques.
Mención especial para una cerámica de muy difícil factura por la técnica de María Laura Martínez Spaggiari (Santa Fe, 1982) con la obra «Sin título» (de la serie Lo que sostiene el aire que nos rodea).
Sumado a un pintor Cristian Osuna (Rosario, 1996), que recrea una tradición compositiva y de uso del color en Club de solos.
Finalmente, en el primer piso se ubica Visitante, la obra de Mariela Vita (La Plata, 1978) que fue el Premio Salón Nacional de Rosario elegido de la Sección Principal, con una pieza de estructura tubular de hierro oxidado que está en el límite entre una señal y un objeto que ha perdido su cubertura.
Un gran despliegue en la instalación de Sociedad de amigos y benefactores de las artes de Cañada Rosquín con Un punto negro en la lejanía que maneja un sistema de exhibición cercano al museo, pero construido con madera quemada, una memoria de los incendios del año anterior que dejó un alto impacto en algunos artistas.
Se trata de un gran recorrido que mapea artistas seleccionados provenientes de Buenos Aires, La Plata, Tucumán, Mar del Plata, Córdoba y Rosario, que puede visitarse hasta mayo de 2024.
Ficha
76° Salón Nacional de Rosario
Dónde: Museo de arte contemporáneo de Rosario, avenida Estanislao López 2250 (Bv. Oroño y el rio Paraná).
Cuándo: jueves, viernes, sábados y feriados, de 14 a 20; domingos, de 11 a 20. Hasta mayo de 2024.
Entrada: gratis.
Desde Rosario