Te pueden gustar más o menos sus películas, pero hay que reconocer que cuando Christopher Nolan se pone teórico y ofrece su opinión sobre algunos aspectos de la industria cinematográfica, suele acertar de pleno. Hace unos días os compartimos su lúcida reflexión acerca de las franquicias y el ecosistema de Hollywood, y hoy volvemos a demostrar su tino con un nuevo dardo a la cúpula de la Meca del cine.
Más que una historia
Durante una entrevista con The Telegraph, el máximo responsable de ‘Oppenheimer’ criticó la aproximación a la realización cinematográfica de los estudios actuales, y lo hizo utilizando un clásico de la talla del Episodio IV de ‘Star Wars’ como ejemplo. Según su visión, las compañías se limitan a ver los guiones como «una serie de eventos» que determinan el buen —o mal— funcionamiento de una producción, dejándose otros elementos en el tintero.
«Ya sea por razones presupuestarias o de control, los estudios ahora ven un guión como una serie de eventos y dicen, ‘Esto es la esencia de lo que es la película’. Esto es completamente opuesto a la evolución del cine, desde el tren de los hermanos Lumière llegando a la estación, como una experiencia audiovisual pura. Pero es una falacia muy popular, a veces también entre los críticos, francamente, pensar que lo único que importa es la escala de la historia que se cuenta».
La importancia del factor audiovisual es innegable, y Nolan tiró de la saga galáctica de George Lucas para reforzar su argumento, sugiriendo que hay una «negación voluntaria» de lo que hizo triunfar realmente a ‘Una nueva esperanza’.
«La gente te dirá que el éxito de Star Wars no tuvo nada que ver con sus efectos visuales, y que todo se debió a su gran historia. Pero, claramente, no es el caso. Es, de hecho, una gran historia, pero también es una experiencia visual y auditiva increíble. Así que esta negación voluntaria de lo que son realmente las películas se ha instaurado».
Desde luego, hay producciones que se cimientan sobre elementos muy diferentes, pero, como ocurre con la Fuerza, la clave siempre estará en el equilibrio.
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