El proyecto para disolver el Fondo Nacional de las Artes, incluido en la ley ómnibus, causó tal conmoción que este lunes ex directores de distintas ramas de la institución firmaron una carta en la que manifiestan que “cerrar ese organismo implica desconocer cuál debe ser el papel del Estado en el apoyo a la cultura e ignorar los estupendos resultados obtenidos durante más de medio siglo”. Y agrega: “Implica también una ignorancia colosal y absoluta acerca de la base técnica que puede autofinanciar al FNA”.
Entre los firmantes figuran personalidades muy destacadas como la escritora María Negroni (directora de Letras del FNA entre 2019 y 2020), el dibujante Eduardo Stupía (director de Artes Visuales en 2018), el guitarrista Juan Falú (director de Música en 2015), la escritora Liliana Heker (formó parte del directorio durante la presidencia de Héctor Valle), Diana Saiegh (directora general entre 2019 y 2023), Inés Sanguinetti (directora del Área de Arte y Transformación Social en 2019), Fernando Farina (director de las Artes Visuales entre 2007 y 2016), Juan Javier Negri (a cargo de Derecho de Autor en 2017), Andrés Duprat (actual director del Museo de Bellas Artes), entre otros.
“Quienes firmamos esta carta hemos integrado, en diferentes épocas y gobiernos, el directorio del Fondo Nacional de las Artes. No compartimos necesariamente las mismas posiciones políticas. Tampoco tenemos ideas idénticas en otras materias”, comienza el texto.
“La relación que nos une –sigue– nació casi exclusivamente de nuestras respectivas tareas al frente de ese organismo, cuya excelencia y transparencia queremos destacar. Siempre nos impactó la calidad, importancia y variedad de las iniciativas y proyectos sometidos por los artistas argentinos al FNA para ser financiados o subsidiados y por la eficiente tarea de su personal en la evaluación correspondiente”.
En la carta pública, aseguran que “jamás tuvimos el menor atisbo de algún sesgo ideológico que cerrara la puerta a los artistas merecedores de apoyo ni encontramos resistencias o sugerencias para denegar o dirigir la asistencia que el FNA podía ofrecer”.
En el pasaje más duro del comunicado, sostienen: “Cerrar ese organismo implica desconocer cuál debe ser el papel del Estado en el apoyo a la cultura e ignorar los estupendos resultados obtenidos durante más de medio siglo. Implica también una ignorancia colosal y absoluta acerca de la base técnica que puede autofinanciar al FNA”.
Por último, se refieren a la crisis económica del país: “Somos conscientes de la crisis económica que aqueja a la Argentina, pero la opinión pública debe tener bien en claro que el dinero que, durante sesenta y seis años, el FNA dedicó al fomento de la cultura y de las artes jamás fue quitado a otras actividades esenciales (como la salud y la educación pública) a las que el Estado debe brindar atención”.
Qué sucedió
La semana pasada, el secretario de Cultura, Leo Cifelli, «desnombró» en su cuenta de X al entonces director en funciones, Javier Torre, aunque sin nombramiento oficial, luego de una entrevista que el cineasta le dio a Clarín en la que aseguraba: «Haré todo lo posible para que no lo cierren».
En la misma línea, se manifestó en su Instagram Mariano Stolkiner, al frente del Instituto Nacional del Teatro (INT), también sin nombramiento oficial. Pero en su caso, no fue «desnombrado».
La ley ómnibus que el presidente Javier Milei envió al Congreso prevé recortes en Cultura y el cierre de FNA y del INT. Desde entonces, gran parte de la comunidad cultural se encuentra en estado de alerta.