La globalmente famosa artista performática, Marina Abramović, sorprendió este inicio de año al dar a conocer su nuevo emprendimiento, que no es arte ni es performance, sino una propuesta estética. Abramović vende ahora productos de belleza y pócimas de bienestar. Si queremos preservarnos longevos y sanos, tenemos que ocuparnos de mejorar de adentro hacia afuera, es su filosofía.

Así lo informó la publicación digital Artnet.com en la que se observa a la artista serbia junto a la doctora austríaca Nonna Brenner, su socia en este emprendimiento estético, luciendo una piel fantástica a los 77 años. Abramović, quien fue parodiada con saña en la película La grande bellezza, de Paolo Sorrentino, ha realizado performances maratónicas en el MoMA de Nueva York y ofreció talleres en Buenos Aires durante la Bienal de performance 2015, en el Centro de Experimentación de la Universidad de San Martín.

Llamada “Método Abramović de la Longevidad”, la iniciativa de la artista incluye una línea de gotas y lociones –son cuatro productos- que presentó en su web abramoviclongevity.com: “Belleza de adentro hacia afuera: cómo los productos de bienestar naturales nutren tu mente, cuerpo y alma”.

Agrega que “la búsqueda de la belleza suele limitarse a la superficie, centrándose en productos que realzan la apariencia exterior. El Método Abramovic de Longevidad encarna, según su creadora, “una filosofía que trasciende la superficialidad y enfatiza la interconexión del bienestar interior y la belleza exterior”. Propone cultivar la belleza interior para resplandecer en lo externo.

De inmediato enumera los productos de su línea de bienestar, poniendo de relieve que se trata de ingredientes naturales para una nutrición obviamente holística.

En su sitio web ya se encuentran disponibles las “gotas de energía” que reducen inflamaciones y mejoran el rendimiento y claridad mental; las “gotas inmunes” , una fusión de hierbas, protege de infecciones y fortalece el sistema inmunológico”, las “antialérgicas”, las únicas en las que revela los ingredientes (Mumie-Shilajit y polvo de raíz de Liquiritiae), y la “loción facial”, con aceites esenciales y botánicos hidratantes.

Subraya Abramović que “al combinar investigaciones científicas de vanguardia con sabiduría herbaria antigua, los productos resuenan con los ritmos naturales del cuerpo. La medicina moderna se encuentra con rituales antiguos, creando una sinergia que alinea la mente, el cuerpo y el alma”.

La performer serbia en Buenos Aires, al presentarse en el Centro de Arte de la Unsam, 2015.La performer serbia en Buenos Aires, al presentarse en el Centro de Arte de la Unsam, 2015.

Yendo a lo que cuenta a la hora de rejuvenecer o marchitarse, vamos a los precios. La loción facial de Abramovic tiene un costo de 250 dólares y la artista empresaria anima a dejarse “guiar por la sabiduría del pasado” pues sus ingredientes “se han utilizado durante siglos”, según recoge Artnet.com. Además de vitamina C y aceites esenciales, la loción tiene pan blanco para “rellenar la piel, retener la humedad y exfoliar las células muertas”, y vino blanco, al que define como “una buena fuente de antioxidantes y polifenoles que ayudan a proteger el cuerpo del daño”.

Septiembre de 2019, en el Museo de Arte Moderno de Belgrado. Ese año ganó el premio español Princesa de Asturias a las Artes. Septiembre de 2019, en el Museo de Arte Moderno de Belgrado. Ese año ganó el premio español Princesa de Asturias a las Artes.

Las gotas energéticas de Abramović, que cuestan 125 dólares, tiene harina de semilla de uva y jugo de arándano. Para resplandecer de adentro hacia afuera hay que tomar entre 50 y 60 gotas diarias en tres etapas –desayuno, almuerzo y cena- y algunos de los ingredientes provienen de altas montañas o de la medicina ayurveda.

En una entrevista con la revista Vogue, Abramović contó que Brenner la había ayudado a superar la enfermedad de Lyme en su etapa crónica y a soportar una agenda de trabajo apretada. De allí que la artista confiara en la médica a la hora de lanzarse a estas nuevas aguas.

“A las artistas femeninas sólo las toman realmente en serio después de los 100 años, así que si lo logro, tal vez finalmente me tomen en serio”, dijo Marina Abramović, con su tan serbio sentido del humor.

Claro que no solo con gotas y píldoras energizantes se asegura la longevidad, ya que la artista declara no beber ni fumar ni drogarse, dormir ocho horas diarias y tener “un amante 21 años menor”. ¡Cómo no lucir de 55 a los 77 años!

Según las fuentes, no es la primera vez que Abramović intenta marcar una nueva tendencia de bienestar y vender productos. En 2022, inmediatamente después de superada la pandemia, publicó unas 30 tarjetas con instrucciones para el Método Abramović, en las que proponía a sus seguidores “reiniciar tu vida”.

Así, proponía mejorar la fuerza de voluntad, la concentración y la resistencia con ejercicios sencillos como “caminar hacia atrás con un espejo”, “saltar tres veces” y “beber un vaso de agua lo más lentamente que puedas”.

La tirada inicial de los productos será de ocho mil unidades para cada uno. Todos los envases fueron diseñados por la artista con sus huellas dactilares y las de Nonna Brenner.

Marina Abramović explica además las raíces de su Método y su decisión de encarar la aventura de este modo: “En nuestro mundo tecnológico en rápida evolución, muchos de nosotros hemos perdido el contacto con la sabiduría y los rituales que fundamentaron a nuestros antepasados.

El Método Abramović de Longevidad busca cerrar esta brecha, ofreciendo una interpretación moderna de prácticas antiguas”. Y profundiza que “inspirándose en diversas tradiciones de todas las culturas, este método integra meditación, atención plena, remedios naturales y expresión artística. Fomenta una desaceleración deliberada, creando un espacio para la introspección y la conexión con uno mismo”.

La audacia de ponerle el cuerpo al arte

Abramović irrumpió en la escena artística en 1974, en el Studio Morra de Nápoles, cuando propuso al público su audaz performance “Rhythm 0 Abramović”. Durante seis horas permaneció sentada inmóvil y puso a disposición de la gente 72 elementos, mientras ella se convertía en el objeto, no sujeto, de la performance para que los visitantes hicieran lo que les pareciera.

Así fue como le quitaron la ropa con hojas de afeitar, un hombre la obligó a presionarse el cuello con una pistola cargada y hubo quienes no se atrevieron a tanto. Como recogen las crónicas de esa época al día siguiente, la artista amaneció con un mechón encanecido en su pelo.

Mundialmente reconocida, ella misma ha contado su vida en sus memorias “Derribando muros”, publicadas en 2016. Y con Katya Tylevich trabajó en una nueva biografía visual.

En 2010 cuando el MoMA mostró en Nueva York las fotografías de aquella performance de Nápoles, entre los 72 objetos exhibidos hubo varios inquietantes: una pistola, una bala, clavos, cadenas, una sierra, pero también había plumas, flores, algodón, miel, un lápiz labial…

Ese mismo año, entre marzo y mayo y durante 736 horas y 36 minutos, con una exhibición de energía deslumbrante, la artista se sentó frente a una mesa, en medio de su retrospectiva en el MoMA, e invitó a los visitantes a sentarse en silencio frente a ella. El momento más emocionante de “El artista está presente” fue la llegada de Ulay (Frank Uwe Laysiepen), el artista fallecido en 2020 que compartió su vida cuando ambos comenzaron su camino artístico.

Marina Abramović se mostró muy conmovida cuando Ulay se sentó en silencio frente a ella durante un minuto. Habían pasado años sin verse distanciándose en malos términos. Fue el único instante en que se movió, extendió sus manos y tomó las de Ulay.

En 1988 ambos habían realizado otra performance asombrosa –Los amantes- en la Muralla China. Llegando uno de cada extremo se encontraron exactamente en el centro. Ulay había partido desde el

desierto de Gobi; Marina, desde el Mar Amarillo. Iban a encontrarse en la Muralla para casarse, pero allí se separaron.

Pero en 2015, él la demandó por regalías y ganó el pleito. Superaron el conflicto en 2017 para filmar el documental “La historia de Marina Abramović y Ulay”. Su muerte entristeció a la artista performática, quien así lo expresó en sus redes.

Si algo sigue intacto en Abramović es su energía y su vocación por los desafíos: de caminar la muralla china a vender productos para el rejuvenecimiento quizá haya un puente invisible como el que va de la felicidad a la melancolía.