“Quién dijo que todo está perdido/ Yo vengo a ofrecer mi corazón”. Los versos de la canción de Fito Páez aplican para los tiempos de crisis profunda y presupuestos flacos en los que hay que florecer la imaginación. Y como nadie se salva solo y el futuro es trabajo en equipos, el Museo de Arte Moderno (el Moderno) exhibió el martes, ante un auditorio colmado de invitados, la presentación de su programación para este año que arranca con su propia colección como protagonista. La mega exposición de apertura será Moderno y Metamoderno, curada por la directora del museo, Victoria Noorthoorn, y el jefe de curaduría, Francisco Lemus.
Serán cuatro salas dedicadas a obras clave del acervo artístico del museo, tanto históricas como contemporáneas. Y se completa con cinco exhibiciones que destacan a los artistas argentinos desde una perspectiva diferente: la que vincula al arte y la educación en el objetivo virtuoso de transformación social. La exhibición de apertura cubrirá desde los años 30 al presente y a través de su museografía y diferentes QR enlazará con todos los programas e investigaciones que lleva adelante el museo; por ejemplo: la historia de las exposiciones, los catálogos de exhibiciones y artistas, entre otros.
Habrá también una exposición de obras en comodato de la Colección Banco Supervielle, La trama sensible, sustentada en obras de mujeres, al tiempo que se fortalecerán los ciclos históricos de cine y música experimental; de artes escénicas El borde de sí mismo, de Alejandro Tantanian, y el vasto abanico de propuestas educativas del museo.
Dos hitos salientes, según explicó en la presentación Victoria Noorthoorn, serán la inauguración del Programa de Residencias Casa Alberto Heredia, en el inmueble legado por el artista en 2000 y que desde entonces ha sido puesto en valor, y el tour europeo La Menesunda según Marta Minujín, tras su exitoso paso por el MoMA de Nueva York.
Las residencias cuentan con la colaboración de la Asociación Amigos del Moderno y de ArtHaus y estarán destinadas a artistas de todas las provincias, según lo explicó la directora de El Moderno. Por otra parte el tour de “La Menesunda” 2024-2027 comprenderá este año el Museo de Arte Contemporáneo de Copenhage (Dinamarca), el año próximo será el turno del Reina Sofía en Madrid, luego seguirá la Tate Liverpool en Inglaterra en 2026 y finalizará en 2027 en el Kanal Centre Pompidou de Bruselas (Bélgica). Todas son cooperaciones virtuosas que el Moderno ha consolidado durante la realización de la 55ª Conferencia Anual del Comité Internacional de Museos de Arte Moderno (Cimam) el año último, en la que El Moderno fue anfitrión.
El título que abarca todo el programa del año es “Arte y educación”, a partir del cual el museo procura dar visibilidad al trabajo realizado en torno a ambos valores y pone énfasis en su rol de articulador y promotor del ecosistema del arte contemporáneo argentino.
Arte, educación y tecnología
Clarín consultó a Victoria Noorthoorn sobre si poner el acervo, las investigaciones, los catálogos y toda la historia del museo en línea no bajaría la concurrencia del público a las salas. La directora dijo: “¡No! Pienso que no hay nada como ver un Greco en vivo y lo vas a tener un QR para comprender por qué es tan alucinante. Vas a tener la posibilidad de ver un libro de 500 páginas para entender esas obras que son radicalmente revolucionarias, por mencionar a un artista. Creo que nunca nada va a reemplazar la experiencia del arte en vivo, presente, que se manifiesta y conmueve. Y esos QR son entradas a distintas plataformas que permiten entender el contexto y el por qué esos artistas crearon en determinado momento de esa manera”.
Noorthoorn agregó que “en el caso de Kemble, por ejemplo, estaba en diálogo con Rafael Squirru, fundador de este museo. Y vas a poder acceder a través del QR al catálogo original de la exposición informalista de 1956, con un texto de Squirru mirando desde esa época. Antes tenías que ir a buscarlo a una biblioteca y ahora vas a poder llegar desde un QR. Las posibilidades se abren a partir de estas plataformas que son un vehículo de otros caminos a transitar”.
La idea es tentar al público a realizar estas búsquedas como una propuesta lúdica pero también educativa. Como dice Victoria Noorthoorn esta muestra será “como un doctorado en historia del arte” que no existe en ninguna parte.
Movimiento artísticos, investigaciones, catálogos digitalizados que avanzan sobre la historia del arte, un área que a nivel académico aún tiene mucho camino por andar, todo será posible cuando el público se demore frente a una obra, con su teléfono móvil escanee el QR sobre la pieza y comience un viaje sobre un abanico de información que va de la obra y el artista a sus vinculaciones.
En torno al eje arte y educación las propuestas del año incluyen las muestras “El aprendizaje infinito”, con la curaduría de Jimena Ferreiro, en colaboración con Alfredo Aracil, para el 6 de junio próximo; seguirá Dibujar es crear mundos, curada por Raúl Flores y la propia Noorthoorn, a fin del mismo mes.
En agosto llegará Martín Legón: Escuelismo, curada por Francisco Lemus. Y el mismo mes habrá una expo sobre el artista salteño Javier Soria Vázquez, con la curaduría de Marcela López Sastre, directora del Museo de Bellas Artes de Salta.
Con el inicio de la primavera la joven artista Celina Eceiza tendrá su primera expo individual, curada por Jimena Ferreiro. Es un proyecto totalmente inmersivo, producido por el Moderno.
El desafío de gestionar en tiempos de vacas flacas parece enorme, pero si algo destacó Victoria Noorthoorn en su presentación es el apoyo de la ministra Gabriela Ricardes, presente en el acto, quien puso de relieve que los pilares de arte y educación, que este año conducen la programación de El Moderno, son los de su propia gestión, cuyas acciones apuntan “a una sociedad más educada y cultivada”, al tiempo que destacó el trabajo en equipo para alcanzar objetivos.