A 41 años de la recuperación democrática y a casi medio siglo del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, escritores y periodistas siguen analizando y representando los engranajes de aquella maquinaria genocida que desplegó por todo el país su eco de violencia y muerte. Libros recientes y reediciones enfocan aspectos nuevos o vuelven sobre tópicos que todavía necesitan ser repensados.
La mejor de las cronistas argentinas retrata en este libro el cimbronazo que representó en la vida de Silvia Labayru, una joven veinteañera que militaba en Montoneros y estaba embarazada de cinco meses, su secuestro en la Esma. Leila Guerriero lo sintetiza en un párrafo estremecedor: “Secuestrada. Torturada. Encerrada. Puesta a parir sobre una mesa. Violada. Forzada a fingir. Al fin liberada. Y, entonces, repudiada, rechazada, sospechosa”.
Antes de este libro, el nombre de Labayru era conocido por poca gente y siempre aparecía asociado a un hecho horroroso: ella era la jovencita que fue obligada por los jerarcas de la Esma a simular que era la hermana del represor Alfredo Astiz cuando este se inflitró durante 1977 en las reuniones que organizaciones de derechos humanos mantenían en la Iglesia Santa Cruz.
Esa operación de espionaje y delación de la cual Labayru participó (la dejaban salir de la Esma, donde estaba cautiva) determinó el asesinato y desaparición de Azucena Villaflor de Vicenti, Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco (las tres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo), las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y otras siete personas. La llamada vuelve a mirar ese tema silenciado: la supuesta “complicidad o colaboración” de los detenidos-desaparecidos con los militares.
La llamada vuelve a aquel año y medio en la Esma, pero también se adentra en el antes y especialmente en el después: décadas de estigma y de rechazo, pero también de una vida que sigue, que porfía en la búsqueda de una felicidad posible.
Esquirlas en la memoria, de Victoria Torres y Gabriela Naso (Marea)
La editorial Marea conoce bien dos cosas: la publicación de libros vinculados a los derechos humanos y las consecuencias que ahora tiene ese catálogo. Días atrás, en apenas pocas horas, la cuenta de Facebook de la empresa se volvió centro de un ciberataque de acosadores virtuales que inundaron las publicaciones con más de 900 mensajes de odio y amenazas.
“Fuimos bloqueando porque muchos de estos textos eran básicamente mensajes de odio, incluso con amenazas implícitas, con fotos de Videla pidiendo que se vuelva a reprimir, amenazas de que van a ‘limpiar’ a todos, que van a ser 30.000 desaparecidos porque ahora van a llegar ese número”, enumeró a Clarín Cultura Constanza Brunet, directora de Marea.
Sin embargo, el atentado virtual no frenó las actividades de la editorial, que el martes que viene presentará en la ciudad de La Plata Esquirlas en la memoria, una crónica sobre excombatientes y familiares de caídos en Malvinas, que se propusieron identificar a los soldados sepultados sin nombre en el cementerio de Darwin.
El CECIM La Plata –conformado por un grupo de soldados sobrevivientes de la batalla de Monte Longdon– y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) se propusieron identificar esos restos de los «soldados argentinos solo conocidos por Dios», tomando como ejemplo la tarea en la búsqueda de sus seres queridos de los familiares de los detenidos desaparecidos durante la dictadura cívico-militar. Finalmente, lograron devolverles la identidad a numerosos muertos en aquella guerra.
Isabel, de Facundo Pastor (Aguilar)
La madrugada del 24 de marzo de 1976, María Estela Martínez de Perón, Isabel, dejó de ser presidenta de la Argentina, casi dos años después de la muerte de Juan Domingo Perón. El helicóptero que la sacó de la Casa Rosada no fue a la Quinta de Olivos. ¿Quién la acompañaba? ¿Fue víctima de una trampa de su propio entorno? ¿Por qué Massera la tuvo estrictamente vigilada? ¿Cómo es la vida hoy de esta mujer, a la que envuelve un silencio que parece más obligado que voluntario?
Casi olvidada, o tal vez escondida, es momento de empezar a contar lo que vio, lo que sabe y lo que oculta. Facundo Pastor reconstruye, con ritmo de thriller, una historia en la que no faltan espías infiltrados en el entorno de una viuda acorralada, pilotos entrenados para una operación secreta de inteligencia militar, traiciones y una negociación extorsiva jamás revelada que hubiera cambiado la historia argentina.
Adolfo Pérez Esquivel: Para ser humanos, de Pablo Melicchio (Marea)
La voz de Adolfo Pérez Esquivel (Buenos Aires, 1931) resuena con más fuerza en tiempos de individualismo extremo y convulsión social. En Para ser humanos, nuestro Premio Nobel de la Paz (1980) despliega su pensamiento en el marco de una serie de encuentros con el escritor y psicólogo Pablo Melicchio y su testimonio termina de dar forma a un legado de compromiso con la ética, la libertad, la paz, los derechos humanos y la justicia social.
Nacido en el seno de una familia pobre y emigrante de Galicia, y habiendo perdido a su madre a sus dos años, Adolfo se crió en un asilo de huérfanos y tuvo que vender diarios en la calle. Trabajó en parroquias y en barrios, donde se interesó por la situación de los oprimidos y los marginados, y en 1976 fundó el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), para colaborar con las comunidades indígenas y las personas en situación de vulnerabilidad.
Secuestrado por la última dictadura, fue torturado y llevado a los vuelos de la muerte, pero se salvó gracias a los reclamos de los organismos internacionales. En 1980, en plena dictadura, recibió el Premio Nobel de la Paz por su trabajo en contra de las violaciones a los derechos humanos.
Gracias a su iniciativa comenzaron procesos penales contra la dictadura militar argentina en Italia, España y Alemania.
La mujer que se hizo hilvanando retazos, de Maria Eugenia Pujades y Miguel Cabrera
El libro, escrito a cuatro manos por Maria Eugenia Pujades y Miguel Cabrera, cuenta la historia de la familia catalana Pujadas que emigró a Córdoba escapando de la dictadura franquista española y fue asesinada en 1975 por el comando paramilitar y criminal Libertadores de América, dejando a la pequeña Maria Eugenia, de tan solo un año y medio, como testigo en su cuna.
La presentación del libro, por primera vez en Buenos Aires, también es la recomposición de una familia dispersa por diferentes continentes y ciudades, marcada por una trayectoria traumática de represión y, al mismo tiempo, de perseverancia y resiliencia.
Pequeños combatientes, de Raquel Robles (FCE)
Desde la mirada de dos niños, la tragedia y la esperanza se entremezclan en la Argentina sumergida en un régimen dictatorial. Después de la desaparición de sus padres, con inteligencia y perspicacia, los pequeños hermanos ocultan sus ideales militantes mientras esperan su regreso y buscan compañeros ocultos en la expectativa de la anhelada revolución.
Robles presenta una novela de debate, reflexión y lucha desde los corazones y la experiencia de dos pequeños combatientes. Una narrativa conmovedora que profundiza en la experiencia lectora y en el dolor, la responsabilidad y el amor de sus personajes frente a la tragedia.
Raquel Robles es hija de desaparecidos y miembro fundador de la organización H.I.J.O.S. Este trabajo se suma a un corpus literario sobre el pasado reciente en la Argentina desde la óptica de los hijos que aparece como una voz diferenciada en el espacio de los Derechos Humanos.
Esa voz incluye diversas inflexiones, desde la militancia más ortodoxa hasta la parodia más desviada de la doxa. El campo de la memoria se construye como un espacio de lucha por el sentido; en este ámbito, los textos elaborados por los hijos enuncian un trauma propio e introducen nuevos debates que impiden el congelamiento de una matriz de memoria ejemplar.