La Chola Poblete, la dibujante argentina que brilla Europa, fue galardonada con una mención honorífica en la Bienal de Arte de Venecia, que se inauguró este sábado, y se convirtió en la primera artista queer que recibe un premio en este certamen.
«Espero poder abrir otras puertas para que otras personas como yo puedan conquistar espacios y liberarse de etiquetas», afirmó al recibir el premio.
Artista que trabaja con performances, video arte, fotografía o pintura, la Chola Poblete recupera a través del imaginario queer conocimientos ancestrales de los territorios latinoamericanos. Su obra en el pabellón argentino de la Bienal denuncia el abuso y los prejuicios hacia las poblaciones indígenas, así como los estereotipos de los pueblos nativos.
El año pasado, sin ir más lejos, fue destacada como artista del año en 2023 por la fundación alemana Deutsche Bank
Nacida en 1989 como Mauricio dentro de una familia trabajadora de origen boliviano, Poblete superó una infancia de rechazo y dificultades que la fueron forjando.
“Siempre me interesó el arte, pero no sabía que podía ser artista. Me pasaba las tardes dibujando, hacía figurines, todo de forma autodidacta. Quería estudiar diseño de indumentaria, pero era en una universidad privada y no podía pagarla», contó en una entrevista con Clarín en mayo de 2022.
Así nace La Chola, con una obra al estilo de la chica de Belleza americana, solo que en lugar de pétalos de rosas estaba acostada sobre un camión lleno de papas. La presentó en la feria ArteBA de Buenos Aires y significó el despegue de su carrera.
Todavía era Mauricio cuando viajó a Madrid invitada por unas tías que habían emigrado y conoció las obras de arte que había estudiado en la universidad. Sin embargo se sentía rara con respecto a lo que veía: “El arte blanco no me representaba, así que me empecé a preguntar qué quería decir con mi obra”.
Galardonados en la Bienal de Venecia
El León de Oro de la Bienal fue para Mataaho Collective, formado por las artistas maoríes Bridget Reweti, Erena Baker, Sarah Hudson y Terri Te Tau.
«Damos las gracias a (el comisario brasileño de la Bienal) Adriano Pedrosa por hacer que tantas voces queer e indígenas se expresen en esta Bienal, es importante tener una plataforma de expresión en Venecia», dijeron las artistas, dedicando el premio a sus familias, «que tanto han trabajado» para que estén allí.
La nigeriana Karimah Ashadu recibió el León de Plata de la 60ª edición de la Bienal de Venecia mientras el pabellón de Australia era galardonado con el León de Oro por su monumental árbol genealógico dibujado con tiza.
La segunda mención fue para la artista de origen palestino Samia Halaby, de 87 años, pionera del arte digital, mientras que la mención especial a la participación nacional fue para la República de Kosovo.
Los Leones de Oro a la carrera fueron para la artista turca Nil Yalter, pionera del movimiento feminista mundial y para Anna Maria Maiolino, nacida en Calabria, en Italia, y emigrada a Brasil.
«El arte es una aventura del alma y siempre he creído en ella», comentó Maiolino, dedicando el premio «al arte brasileño».
La 60ª Bienal de Venecia abrió este sábado sus puertas al público -hasta el 24 de noviembre- para mostrar a través del arte que hay «extranjeros en todas partes» en una edición marcada, además de por la guerra en Palestina, por el arte indígena, los artistas queer y la descolonización.
Muchos artistas de los más de 300 presentes en esta edición presentan por primera vez sus obras en una Bienal. «Será una celebración de lo extranjero, lo lejano, lo outsider, lo queer y lo indígena”, había anunciado el brasileño Adriano Pedrosa, curador de la edición y el primero proveniente del hemisferio sur en ocupar ese rol en la bienal más antigua e importante del mundo.