Este año se estrena ‘Alien: Romulus‘, nueva entrega de la saga iniciada con ‘Alien: el octavo pasajero‘ por Ridley Scott, director también de las recientes ‘Prometheus‘ (2012) y ‘Alien: Covenant‘ (2017), secuelas y precuelas al mismo tiempo de la original de 1979. Es un buen momento para escarbar en los archivos ignotos de la leyenda y rescatar la poca información que existe sobre un proyecto perdido con lazos hacia el universo de Alien que ha explorado Scott. Todo está atado a una secuela de la original ‘Alien’ que nunca llegó a realizarse.
Por supuesto, todos conocemos ‘Aliens: el regreso‘ (1986) pero tras el éxito de la primera parte, ya hubo conversaciones para realizar una secuela mucho tiempo antes de que se llegara a cerrar el pelotazo de James Cameron. Es lógico imaginar que tras una revolución sci-fi horror como supuso la obra de Ridley Scott, en Fox no iban a dejar que se repartieran el pastel las inmundas imitaciones de dos duros, los plagios de Roger Corman o las versiones italianas del monstruo espacial.
Por cierto, hablando de Italia, la secuela que se llamó ‘Alien 2: sobre la tierra’ (‘Alien 2, Sulla terra’, 1980) de Ciro Ippolito, fue una oportunista película de «monstruo en cueva» que se intentó hacer pasar por una continuación en el planeta tierra de la película de Scott, a pesar de no tener ninguna relación con ella. Por supuesto, es bastante inmunda, aunque tiene un pequeño valor añadido como precedente de la notable ‘The Descent’ (2005). Olvidémonos de ella hoy.
Para llegar al punto de partida, hay que retomarse a momentos anteriores al estreno de la primera ‘Alien’. La idea de hacer una secuela ya se encontraba en el mismo momento de la producción. La única fuente de información de este proyecto se encuentra en la revista oficial ‘Alien Collector’s Edition (The Officially Authorized Magazine Of The Movie)’ editada en Diciembre de 1979 por la famosa editorial Warren, que se ocupaba de llenar los kioskos con cómics como ‘Creepy’ y ‘Vampirella’.
En ella había diversos artículos relacionados con la película y alguno extra, como información sobre «El mundo de los alienígenas», divagaciones sobre si estos podrían llegar a existir realmente y un par de documentos que resultan sumamente informativos. Entre otra información interesante está la descripción del planeta, con todo lujo de detalle, asumiendo que los aliens han surgido en ese ecosistema hostil de tormentas de arena y metal. Tras un análisis exhaustivo de la biología y ciclo del alien, una pequeña sección nos indica el plan para la secuela.
En primer lugar se nos indica que como en otras franquicias como ‘Star Wars‘, la segunda parte no tendría el mismo equipo, anotando que Scott ya estaba metido de lleno en otro proyecto, de caballeros y magia. Luego haría ‘Blade Runner‘ (1982), pero probablemente, se refiera a su anhelo de crear ‘Tristán e Isolda’ (que luego acabaría produciendo).
Sin embargo, ya se consideraban varios escenarios en los que la secuela podría desarrollarse. En el primero, el alien sobreviviría al fuego de los motores y llegaría a la tierra, junto con Ripley, subido en la parte externa de la nave (opción un poco peregrina visto donde acaba el bicho en el final original).
En otra, una explosión del planeta esparciría a los huevos de aliens por la galaxia llegando a la tierra, en dónde toda una jauría de aliens correría desenfrenada. En ambas opciones se supone que las secuelas contarían con Ripley, y en esta última prevalece la idea de aumentar el número de aliens, que en el fondo, aunque no transcurra en la tierra, es la idea que sobreviviría en la que realizó Cameron. En las siguientes propuestas, vemos paralelismos mucho más adyacentes a las nuevas expansiones de la mitología. Atención.
Otra de ellas describe una segunda expedición que naufraga en el Acheron LV-426 y, ya fuera de su nave, son sorprendidos por una tormenta que fuerza a parte de la tripulación a refugiarse en el derelicto y a otra en su propia nave. El equipo del derelicto debe lidiar con un grupo de aliens, hasta el momento final en el que la raza de los Space Jockeys aparece en escena. Esta tercera idea es, básicamente, un resumen rápido de ‘Prometheus’.
Aunque la película transcurra en otro planeta, la primera versión del guion sí que transcurría en el Acheron LV-426. En la película, la tripulación se divide entre la pirámide y la nave a causa de… ¡una tormenta exterior! Y, bueno, en el clímax final, es un ingeniero el que aparece en el clímax, pero como sabemos, los ingenieros son los Space Jokeys.
Precisamente, la última de las cuatro ideas, sería una precuela, contando la historia del space jockey muerto y acabando en el momento en el que llega la Nostromo. Lo que también sirve de base para el concepto de ‘Prometheus’ y que veremos más adelante.
Hacemos un salto en el tiempo a 1984. Ridley Scott es entrevistado en Screen Flights/Screen Fantasies por el periodista Danny Peary sobre la secuela de ‘Alien’. En este momento, aún no había secuela de Cameron. El británico, sobre la pregunta sobre sus ideas para una secuela explicaba:
«Sin duda, debe explicar qué es el alien y de dónde proviene y eso será difícil porque requerirá tratar con otros planetas, mundos y civilizaciones. Porque, obviamente, el Alien vino de algún tipo de civilización. El Alien sería presentado, realmente, como uno de los últimos supervivientes de Marte, un planeta llamado así por el dios de la guerra. El Alien puede ser uno de los últimos descendientes de algún grupo de seres autodestruidos y perdidos desde hace mucho tiempo.»
«En muchos aspectos será más interesante que la primera película, desde un punto de vista de pura ciencia-ficción. Entraríamos en áreas especulativas, nos ocuparíamos de dos civilizaciones.»
Obviamente, en esta entrevista Scott ya está hablando de una civilización, los ingenieros, que habría construido a los aliens como una raza para la guerra, es decir, como armas (biológicas), algo que siempre ha estado presente en la saga, pero de otra manera, cuando la organización Weyland industries trata de hacerse con la criatura.
Recordemos también que en la primera película, la idea de Dan O’Bannon fue que en vez del derelicto hubiera una pirámide, con ideas sacadas de su participación en el ‘Dune’ de Jorodowsky. Pero no pudo ser así. Por lo que en su momento, Scott se lamentaba:
«En la primera me encantaría haber rodado la pirámide, pero cuanto más lo pensaba, más me daba cuenta de que lo que realmente habría sido maravilloso en una versión de tres horas. Pero habría sido una digresión de la película que estábamos haciendo. Por tanto, mi secuela trataría de generar discusión sobre lo que es el alien, creo que eso gustaría al publico, porque daría a la amenaza mucho más peso.»
La idea de la pirámide del guionista surgió basándose tanto en el relato ‘En la noche de los tiempos’ como ‘En las montañas de la locura’ de Lovecraft. Por ello, cuando la tripulación de la Nostromo entraba, encontraba una serie de tallas y símbolos que contaban una historia o tenían un significado religioso. Incluso H.R. Giger llegó a diseñar un prototipo.
Estas dos ideas fueron recuperadas por Ridley Scott, quien acabaría incluyéndolas en ‘Prometheus’, recuperando así su idea inicial de seguir con el plan del guion original en una suerte de venganza poética con sus ideas y anhelos de hace casi cuatro décadas.
Repasando la revista oficial, otro de los artículos incluye información del primer guion sobre el space jockey que resulta esclarecedora, para confrontarla con toda la línea argumental posterior y el nuevo canon tras el estreno de ‘Prometheus’.
Ignorando las dos líneas argumentales de versiones previas del guion (en las que el jockey cohabitaba en el planeta alien) la revista ofrece una lectura «oficial» en aquel momento, según opiniones del equipo de producción y guionistas, creando una historia según lo que el autor entendió:
«Hace miles de años, la raza de los Jockeys quiso instalarse en el estéril planeta de los aliens. Como muchas civilizaciones avanzadas, habían agotado su planeta de origen por lo que habían planeado usar su sofisticada ciencia para hacer lo mismo que en incontables planetas: alterar su medio para hacerlo habitable. Pronto, los colonos se aseguraron que alterando las condiciones del planeta no iban a acabar con sus habitantes nativos, pero desafortunadamente los sensores de los gigantes benignos no detectaron los huevos latentes de alien.»
«Una nave aterrizó, y su tripulación confiaba en que el trabajo podía realizarse, tras empezar sus trabajos y oírse sus gritos en la radio, nunca más se supo de ellos. Otro equipo siguió la misma suerte hasta que el Jockey, a los mandos de un vehículo armado, preparado para disparar a lo que fuera que hizo desaparecer a su equipo, pero no encontró ni rastro de los suyos o sus atacantes. Tras explorar la superficie, como sus compañeros, encontró los huevos. Pensando que eran inofensivos, los subió a la bodega de la nave para protegerlos y estudiarlos.
El jockey pensó que su equipo habría perecido a causa de los padres de esa camada, quienes habrían respondido lógicamente ante una amenaza, cuando quiso salir de la bodega, fue atacado por un facehugger (…) Cuando se recuperó, retransmitió lo que había pasado a su planeta. Cuando se dio cuenta de que tenía algo dentro, antes de que el alien empezara a salir de su pecho, programó la nave para que emitiera un mensaje de advertencia dos veces por minuto a cualquier nave que se acercara al planetoide. ¡aléjense!»
Como ven, la historia no era tan tremendamente elaborada y complicada como la imaginada en ‘Prometheus’, pero aunque no incluya experimentos genéticos, ya habla de una raza de exploradores y de cambios en el medio ambiente de los planetas colonizados y otros elementos que conectan tanto con ‘Prometheus’ como con ‘Covenant’, cuya tripulación se compone de colonos que buscan planetas habitables en dónde prosperar y se encuentran, básicamente con las dificultades de los Space Jockeys benignos.
No es extraño pues, que Scott pudiera encontrar allí su inspiración para hacer su «secuela especulativa» que no puedo hacer en su versión de tres horas. Incorporando temas de exploración interestelar, explotación de recursos etc. Las consideraciones épicas de dioses, creadores y civilizaciones también tienen su correspondencia, especialmente en la iconografía de ‘Alien: Covenant’.
Sobre su no implicación en la secuela original, Gale Ann Hurd declaraba en su momento que no tenía claro por qué Ridley Scott no había participado, pero daba a entender que estaba ocupado con la post-producción de ‘Legend‘, sin embargo el británico, en una entrevista a Hollywood Reporter, en 2008, afirmaba que nadie le había llamado, lo que le había herido los sentimientos (sic) puesto que consideraba haber hecho un buen trabajo en la primera.
Es decir, para los que piensen que Ridley ha vuelto a su mundo por dinero, no es enteramente así. Hay evidencias suficientes para pensar que lo que estamos viendo no es una expansión del universo sino una vuelta a los orígenes real, no tanto a los orígenes de lo que conocemos, sino a la idea principal de los guionistas, el director e incluso la propia Fox.
Es decir, más que secuelas, la serie de precuelas son las probables ideas de secuela que Ridley Scott tenía en mente desde 1979. Por lo tanto, aunque se hayan vendido como precuelas, se podrían interpretar como una nueva serie alternativa, más teniendo en cuenta que ‘Alien: Covenant’ tiene casi la categoría de reboot, lo que daría mucho más sentido a la cancelación oficial de ese proyecto conocido como ‘Alien 5‘ que tenía entre manos Neill Blomkamp con Sigourney Weaver.
Finalmente, lo que vamos a tener es ‘Alien: Romulus’, una nueva secuela de la original pero esta vez apadrinada por Scott, y una serie de televisión creada por Noah Hawley (‘Fargo’, ‘Legion’). El universo del xenomorfo se sigue expandiendo.
En Espinof | ‘Prometheus’ no es tan mala como se dijo: su existencialismo grotesco merece una segunda oportunidad
En Espinof | ‘Alien’, todas las películas de la saga ordenadas de peor a mejor