Hace cinco años una enfermedad decidió a Débora Staiff a cerrar su productora y a reconectar con el bordado a través de la técnica japonesa conocida como “sashiko”. Aparecido en el período Edo (siglos XV y XVI), el “sashiko” es tan conocido como método de reparación de tejidos como por ser un método de protección física y espiritual.
Aplicada como una técnica artística, Débora Staiff desarrolló su primer emprendimiento al que llamó Sanagi Sashiko y mediante el cual aplicó el método japonés objetos de uso cotidiano, abrazando la idea de que el error se convierte en patrón.
De vencer el cáncer a De crisálida y vuelos de mariposas, su primera exposición individual de arte textil, Staiff ha recorrido un largo camino de aprendizajes. Con ese título metafórico se inauguró este miércoles en el Museo Nacional de Arte Oriental, que tiene su actual sede en el segundo piso del Centro Cultural Borges, la exhibición que permanecerá hasta julio próximo.
Curada por Claudia Lala, a cargo del Espacio Lala Contemporary de Toronto, Canadá, esta propuesta es en realidad la segunda parte del proyecto La fortaleza de la fragilidad, cuya primera etapa fue una instalación de siete pendones bordados en el desierto de Atacama en 2023, cuyo nombre fue “¿Hay viento en el desierto?”.
Atravesar la transformación
Subraya la artista que la exhibición es “una invitación a un viaje por el mundo de la transformación. Una invitación a conocer los hilos de mi propio capullo, la trama, su patrón, sus secuencias y sus modificaciones. Es un zoom sobre mi realidad, sobre mis propias creencias. Es una búsqueda, un camino para deconstruir e intentar crear nuevos patrones”.
Y luego reflexiona sobre ese camino de transformación: “Estamos conformados por lo aprendido, por lo heredado, por lo vivido. Situaciones repetidas que nos modelan, sin embargo hay un momento donde un hecho, un suceso, una emoción nos transforma y todo o una parte cambia. ¿Qué sucede entonces con nuestros patrones? Este es un viaje al punto de encuentro entre el pasado, el presente y el futuro. Es un cristal a través del cual mirar la vida”.
Como artista Staiff elige una versión libre del sashiko, que permite trabajar sin límites muchas veces rigurosos, creando un universo personal de texturas y topografías. Hay mapas inventados, formas de urbanidad paralelas, construcción de tramas, superposición de puntadas, la sutileza que ofrece la técnica y la posibilidad infinita del uso del color.
La curadora Claudia Lala dice en su texto expositivo: “El sashiko es una técnica japonesa de bordado que se caracteriza por su simplicidad y su patrón repetitivo, su tradición se transmite a través de un maestro y sólo se recibe mediante la práctica. En sus obras, Débora Staiff destaca la versatilidad de esta antigua técnica para exponer la potencia de su poesía. Cada pequeña puntada, cada tono, cada hilo superpuesto es una elección deliberada, que añade capas de significado y complejidad a su trabajo. El inicio de este proceso creativo es un momento de epifanía donde la imaginación se encuentra con la acción y donde la visión de la artista toma forma”.
Y agrega que Staiff “utiliza narrativas fragmentadas que se desarrollan en distintos escenarios. El título de la muestra está tomado del momento crucial en que la crisálida se transforma en mariposa, símbolo de su propia metamorfosis”.
Piezas vibrantes
Como resultado de ese proceso creativo resultan unas piezas de arte textil vibrantes, que según la perspectiva pueden ser una u otra cosa, con colores que van del elemento fuego al tierra y de éste al agua.
Todas las obras expuestas son una especie de autobiografía no escrita de Débora Staiff donde expone sus heridas y su proceso de sanación.
Tras terminar su tratamiento y con la salida de la pandemia, las piedras que había recolectado en sus caminatas posteriores a cada sesión de quimio, fueron liberadas en distintos viajes que realizó. Por cada piedra que dejó en una ciudad diferente cada vez, Staiff hizó un registro fotográfico y escribió un texto que son parte de la muestra.
“Soltar” es la palabra clave en esta historia de vida y de arte para aceptar y transformar.
La propuesta tendrá además visitas guiadas, performance de bordado con música en vivo y una charla sobre bordado y salud mental.
Débora Staiff básico
- Es hija del inolvidable Kive Staiff, histórico director del Teatro San Martín. Nació en Buenos Aires y aprendió a bordar a los seis años. En sus comienzos el uso del bordado fue ornamental y con las técnicas occidentales.
- Desde 2019 se dedica al arte textil con una versión japonesa. Ha realizado la muestra individual This is my time (Este es mi tiempo), en Canadá, y ha participado en otras colectivas en ese país, en Chile y en la Argentina.
- Dejó entonces 35 años dedicados a la gestión cultural y la producción de artistas, oficio que la llevó a producir la obra de Eugenio Ampudia en el Museo MACRO de Rosario, de la muestra Cartografías Disidentes en Buenos Aires y en Santiago de Chile, y la muestra sobre la obra audiovisual de Carlos Saura en Buenos Aires.