No era tarea fácil la que tenía Mauricio Cruz con ‘Betty la fea: la historia continúa’. El director detrás de melodramas como ‘La reina del sur’ se ha enfrentado a otras adaptaciones en el pasado, como su trabajo en la serie de ‘El Mariachi’ (co-creada por Robert Rodriguez), pero abordar la telenovela más famosa de la historia supone otro tipo de presión.
En una entrevista con El Comercio, el colombiano abordó sus inquietudes y dificultades con esta nueva versión del personaje y de la serie. De tener que convertir una telenovela de 300 episodios a una serie de streaming de solo diez, a actualizar la premisa en un mundo con otros valores.
La primera temporada ha sorprendido por su enfoque más maduro del personaje titular, que tiene ahora otro tipo de preocupaciones. De conectar con su hija, lidiar con el inminente divorcio y con la responsabilidad que supone un cargo , hay otro tipo de vulnerabilidad en Beatriz Pinzón.
Aun así, Cruz tiene muy claro cuál es su escena favorita de la serie, y está muy relacionado con la telenovela clásica. Se trata del final del piloto, el momento en el que Betty se da cuenta de que, sin importar cómo se comporte o lo mucho que haya evolucionado, los demás van a seguir viéndola como «la fea», y eso la hace volver a vestirse con su viejo look.
«Uno siempre se identifica con los personajes frágiles, y a mí siempre me pareció que Betty tiene esa, no debilidad, sino honestidad y simpleza por la vida. A mí me parece que es bellísima», contaba el director en la entrevista sobre su enfoque en la nueva serie y su amor por el personaje.
Si bien la comedia siempre ha sido una parte importante de la novela, con personajes como Don Hermes o Hugo Lombardi cuya función principal es ser un alivio cómico, el corazón de la historia es bastante serio, con temas como la autoestima y la aceptación personal en el centro. Es por eso que a la pregunta de qué tiene más peso, Cruz lo tiene muy claro. «‘Betty, la fea’ siempre ha sido un drama. No hay nada más dramático que una comedia, y nada más dramático que Betty. Y no hay nada más divertido que poder reírse del drama ajeno».