El Museo Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) podrá exhibir a partir de ahora una nueva pieza de renombre: la considerada mejor escultura de la artista surrealista británico-mexicanaLeonora Carrington. Su fundador, el empresario inmobiliario y financiero Eduardo Costantini, desembolsó ayer casi 11,4 millones de dólares por «La Grande Dame», conocida también como «La mujer gata» en una subasta organizada por Sotheby’s en Nueva York.

Es el segundo mayor precio en subasta para esta artista afincada en México y una de los grandes exponentes del surrealismo latinoamericano.

Su pieza más cara también la adquirió Costantini, que el pasado mayo pagó 28,5 millones de dólares por la pintura «Las Distracciones de Dagoberto», considerada como la obra cumbre de Carrington.

«Estamos encantados y somos increíblemente afortunados de que un coleccionista con un ojo tan agudo haya decidido desprenderse de dos piezas excepcionales este año, dándonos la oportunidad de adquirir estas grandes obras», reaccionó Costantini en un comunicado de la casa de remates.

Hasta que este año «se presentó una rara oportunidad» para adquirir estas dos obras, Carrington había sido una «ausencia notable» en el Malba, aseguró.

«Juntas, La Grande Dame y Les Distractions de Dagobert serán perfectas compañeras de las grandes obras de Remedios Varo, Frida Kahlo y tantas otras luminarias del movimiento surrealista latinoamericano», agregó.

Impregnada del rico lenguaje visual de la artista, que aborda temas de poder femenino, mitología y simbolismo espiritual, la escultura ha vuelto por primera vez a una subasta en 30 años. En 1994, el célebre mecenas británico Edward James, la adquirió por 299.500 dólares.

Nacida de la colaboración con el carpintero José Horna, amigo de la artista, la escultura, con cabeza de gata, está adornada con dibujos llenos de referencias culturales, folclore antiguo y brujería.

En la puja participaron cinco postores y al cabo de cinco minutos el martillo cayó del lado de uno de los mayores coleccionistas latinoamericanos.

En este primer día de subastas de arte contemporáneo y moderno organizadas por la casa de remates propiedad del magnate franco-israelí Patrick Drahi, también se vendió otra obra de esta artista en alza, «El Templo de la Palabra», por 4,56 millones de dólares.

Instalada en Ciudad de México en 1942, Carrington, expareja del también surrealista Max Ernst, convivió con una vibrante comunidad artística de artistas internacionales que huían de la II Guerra Mundial y de artistas modernos mexicanos, como Frida Kahlo, Diego Rivera, Rufino Tamayo o Remedios Varo, de la que también se vendió «Los caminos tortuosos» por 2 millones de dólares, un récord para un obra en papel de esta artista.