En Miami hay piezas de museo bajo casi cualquier techo. Durante la Semana del Arte de Miami 2024, que se extiende hasta el domingo 8 de dicembre. Además de la frenética vida de feria que llevan los galeristas, artistas, curadores y advisors con sus clientes, espacios de arte por toda la ciudad inauguran nuevas exposiciones, algunas monumentales, en galerías y espacios de colecciones privadas, una constante en los últimos años.

Cinco toneladas de acero inoxidable y dos de arena construyen Divergent Structure, la mega instalación que el artista uruguayo Guillermo García Cruz construyó especialmente en una sala completa en la galería Piero Atchugarry en Little Haití, cerca del Design District. Parte de este proyecto fue seleccionado para la sección Meridians, en Art Basel Miami.

De carácter experimental, la pieza retoma la tradición de la abstracción geométrica en América Latina, que conoció durante su formación en artes visuales en Montevideo. Aunque se dedicó primero a la pintura, el joven artista decidió un «cambio de materiales para hacer un gesto conceptual, de lo más minimal a lo más complejo», según comentó durante una visita en la galería, que este año cumple una década.

La instalación en la galería Piero Atchugarry, en Miami. La instalación en la galería Piero Atchugarry, en Miami.

Curada por la mexicana Rina Gitlin, la obra examina el impacto de la tecnología en la vida contemporánea a través de una metáfora: los bloques de hormigón que durante cien años se han usado en la construcción de manera horizontal y unos sobre otros, con una dinámica de pensamiento de la Modernidad, con ideas consolidadas sobre conceptos como la identidad, la familia y la raza, en la era contemporánea los bloques se apilan de formas disímiles, sobre un material orgánica que moldea con sus manos, que lo hacen un conjunto dinámico y estático a la vez.

La estructura, con proyección hacia la vertical, expresa esta manera tan actual de consumir imágenes, y en definitiva de percibir la realidad, que parece haber llegado para quedarse. «Si en el siglo XX la imagen cinematográfica era horizontal, hoy con el celular vemos todo en vertical», aseguró el artista. «Pero no lo veo como algo pesimista, simplemente las nuevas formas que estamos experimentando».

Del mundo digital toma además el concepto de Glitch, que es un error repetido al infinito, como representación de la forma exponencial en que los cambios se suceden hoy. Ubicada en el centro de la sala, la invitación a rodearla genera reflejos distorsionados en las espejadas superficies de acero inoxidable pulido a mano: una sensación de estar en una dimensión alternativa, con un rasgo rabiosamente actual: la propia imagen.

Pillar XXIVII, de la serie Divergent Structure, de Guillermo García Cruz.Pillar XXIVII, de la serie Divergent Structure, de Guillermo García Cruz.

«Como galería de mercado primario, nuestro compromiso es apoyar las carreras de nuestros artistas, pero también impulsarlos a ir más allá de su zona de confort», señaló Piero Archigarry, que comenzó en un pequeño establo en los alrededores de Pueblo Garzón, y desde allí se proyectó al mundo a través de ferias. Hoy divide su programa entre artistas contemporáneos de todo el mundo y los latinoamericanos y uruguayos.

De hecho, en la sala contigua, una exhibición colectiva reúne trabajos de los artistas que la galería Raquel Arnaud ha representado en San Pablo en sus 50 años de trabajo hasta hoy. Además de destacar el trabajo de una mujer, que desarrolló el trabajo de toda una generación, revela un gesto del trabajo colaborativo que prevalece.

La galería paulista Raquel Arnaud celebra 50 años. La galería paulista Raquel Arnaud celebra 50 años.

Con 36 años, esta es la primera exhibición individual de Guillermo García-Cruz en Miami. Aquí se quedará para una residencia de unos meses apenas cierra esta semana, pero volverá a Uruguay para la temporada de verano, que promete una intensa actividad artística. En la edición renovada de la feria Este Arte, en Punta del Este, donde cada espacio tuvo que presentar un solo artista y con un proyecto inédito, García-Cruz desarrolló hasta el mobiliario para la Galería del Paseo, que tiene sede en Manantiales.

Por los depósitos de Allapattah

Una impactante pintura de más de dos metros de Marta Minujín es la imagen de Mirror of the Mind: Figuration in the Jorge M. Pérez Collection, la exhibición que abrió el lunes 2 de diciembre en El Espacio 23, un enorme warehouse (o depósito) transformado que custodia y muestra la colección del desarrollador argentino y su esposa Darlene en Allapattah, más lejos aún de la playa.

Marta Minujín en la nueva muestra de la colección de Jorge M. Pérez en El Espacio 23. Marta Minujín en la nueva muestra de la colección de Jorge M. Pérez en El Espacio 23.

Back Self Portrait es un acrílico de 1975, de la serie Frozen Sex, en la que la leyenda argentina se propuso recorrer los cines porno, cabarets, sex shops y fiestas de Washington, donde vivía entonces, en busca de imágenes para mostrar la liberación sexual, la segundo ola feminista y, en definitiva, irrumpir en el relato masculino de la historia del arte. Y es de las más llamativas de Flesh (carne), uno de los núcleos en que está dividida esta exhibición, que explora la relación intrincada e inseparable entre los aspectos físicos y emocionales del cuerpo.

Son más de 120 los artistas reunidos, todos ellos que a la figuración y el retrato para examinar las complejidades de la condición humana: el poder de la percepción, el peso del trauma, las posibilidades de curación, el espacio para la introspección, el sentido de pertenencia y el impacto en la carne.

La Chola Poblete en El Espacio 23. La Chola Poblete en El Espacio 23.

A través de diversos medios, como la fotografía, la pintura, la escultura y el vídeo, se hace referencia al cuerpo como un vehículo que experimenta, documenta, participa y se transforma a lo largo del viaje de la vida. La dualidad del cuerpo, su materialidad e inmaterialidad, se convierte en un paisaje visual donde se abordan dinámicas de representación, desde lo individual hasta lo colectivo, lo que ilustra la persistencia de la figuración en el arte contemporáneo.

Artistas consagrados como Christian Boltanski, Giorgio de Chirico, Anselm Kiefer, Willem de Kooning y Antoni Tàpies conviven en esta muestra con Nan Goldin, Sophie Calle y el ascendente Salman Toor, junto a los latinoamericanos Graciela Iturbide, Alfredo Jaar, Iván Argote y Cildo Meireles, en una evidencia de la excelencia y la diversidad de la colección.

A la izq. y a la der. Liliana Porter y Liliana Maresca, en El Espacio 23. A la izq. y a la der. Liliana Porter y Liliana Maresca, en El Espacio 23.

Un conjunto que denota un interés por el arte argentino. Solo en esta exposición, además de Marta Minujín, hay varias piezas de Liliana Maresca; un muro comparte obras de Xul Solar, Rómulo Macció y Luis Felipe Noé; se suman Jorge Macchi, unas de las últimas acuarelas de La Chola Poblete, que había dejado tres pinturas en proceso en la sala que El Espacio 23 le cedió a modo de taller. Y un bellísimo video de Liliana Porter.

La favorable disposición de Jorge M. Pérez por el arte local quedó de manifiesto también en las ferias, donde fue uno de los primeros en llegar a los stands junto a su equipo curatorial, que mostró mucho interés en visitar la feria porteña.

La monumental instalación Narcissus Garden (1966), de Yayoi Kusama, en Rubell. La monumental instalación Narcissus Garden (1966), de Yayoi Kusama, en Rubell.

Pase libre

Con los pases VIP de las ferias, la entrada es gratuita a el Rubell Museum, un importante edificio que reúne la colección de la familia Rubell, desarrolladores de hoteles de Miami y Washington DC, que comenzó a coleccionar en 1964 con un presupuesto de 25 dólares semanales, por lo que elegían artistas emergentes.

Vanessa Raw, una artista en residencia, una sección de adquisiciones recientes, otra de las perlas de la colección, que se renovó el 30 de noviembre y tiene obras de Maurizio Cattelan, Richard Prince, Rashid Johnson, Luis Frangella, Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, David Wojnarowicz y Mark Bradford, entre muchos otros.

Luis Frangella en la colección Rubell. Luis Frangella en la colección Rubell.

Destaca la exposición simultánea de tres de las célebres instalaciones totalmente inmersivas de Yayoi Kusama: Infinity Rooms Where the Lights in My Heart Go (2016) e INFINITY MIRRORED ROOM – LET’S SURVIVE FOREVER (2017). En simultáneo, la fascinante y monumental Narcissus Garden (1966), con 700 esferas de acero inoxidable en el hall central, con un efecto impactante.

Mark Bradford y Rodney McMillian en la colección Rubell. Mark Bradford y Rodney McMillian en la colección Rubell.

A pocas cuadras, en otro depósito refaccionado con maestría, se puede visitar el Marquez Art Projects (MAP), una fundación sin fines de lucro que fomenta el trabajo de artistas emergentes de Miami. El espacio se inauguró hace poco más de un año en Allapattah y concentra la colección de John Marquez, un promotor inmobiliario, inversor y restaurador, dueño de un restaurante de sushi en Nueva York que ostenta una estrella Michelin.

Ávido por el arte contemporáneo, comenzó su colección hace más de una década adquiriendo obras de Banksy y KAWS, y ya sumó más de mil artistas de todo el mundo.