En estos meses estivales, algunas regiones del sur de nuestro país se convierten en un escenario natural impresionante: el avistamiento de ballenas jorobadas. Te contamos los mejores lugares para observarlas y hasta cuándo podrás hacerlo.

El avistamiento de estas majestuosas criaturas marinas solía considerarse algo ocasional hasta que se comenzó a investigar más a fondo su comportamiento. Los habitantes de Camarones, un pintoresco pueblo costero de Chubut, aseguran que desde hace un tiempo se observa una mayor cantidad de ballenas en la zona. Las ballenas jorobadas, que pueden alcanzar hasta 16 metros de largo y pesar más de 30 toneladas, son conocidas por sus saltos espectaculares y su característico canto, que atrae la atención de todos los que tienen la suerte de verlas. Aquí te contamos cuándo, cómo y dónde puedes ser testigo de este fenómeno.

Lucas Beltramino, biólogo encargado de los estudios sobre las ballenas en el Proyecto Patagonia Azul, ha seguido de cerca esta increíble transformación. «Antes se pensaba que las ballenas jorobadas solo eran visitantes ocasionales, que pasaban por la región sin quedarse», explica. «Pero en los últimos años, gracias a la técnica de fotoidentificación, descubrimos que muchas de ellas regresan cada año. Algunas ya llevan más de cuatro temporadas visitando nuestras costas.»

Cada ballena tiene una marca única en su cola, similar a una huella digital, y gracias a las fotos que se han tomado, el equipo de Patagonia Azul ha logrado identificar a más de 128 individuos. «Esto cambia por completo nuestra comprensión sobre su comportamiento en la Patagonia», comenta Beltramino. «Ahora sabemos que no es solo un lugar de paso, sino una zona crucial para ellas.»

Las jorobadas, a pesar de su tamaño imponente, son animales ágiles que realizan saltos sorprendentes fuera del agua, a menudo golpeando la superficie con sus grandes aletas. «Es una especie que salta, algo que no todas las ballenas hacen, y sus largas aletas hacen que esos saltos sean aún más impresionantes, como si fueran brazos danzantes», describe el biólogo.

Entre los meses de octubre y marzo, estas aguas se transforman en un verdadero espectáculo marino. Delfines, lobos marinos y petreles gigantes acompañan a las ballenas en un entorno vibrante de vida.

¿Cuándo y dónde verlas?

Aunque las jorobadas pueden ser avistadas a lo largo de la costa, las zonas cercanas a Camarones y el Parque Marino Costero Patagonia Austral se han consolidado como los puntos más destacados para su observación. La temporada alta de avistaje es entre diciembre y febrero, cuando las ballenas aprovechan la abundancia de alimento en la región.

«El hecho de que regresen cada año nos hace reflexionar sobre su conservación», señala Beltramino. «Si están aquí es por una razón, y si queremos que sigan viniendo, debemos asegurarnos de que este mar siga siendo un refugio para ellas.»

Las ballenas jorobadas ya no son una rareza en estas aguas, sino que se han integrado al ecosistema local. Con sus saltos y su misterioso canto, cada año nos recuerdan que hay mucho más por descubrir sobre su mundo… y el nuestro.