Con emoción, con lágrimas y anécdotas, y un afecto palpable, numerosos representantes de la escena artística despiden a Luis Felipe “Yuyo” Noé en la Legislatura porteña.

Al agradecer la presencia de tantas personas, su hijo cineasta Gaspar Noé, quien vive en París como su hermana Paula Noé Murphy y sus dos hijas, se quebró al leer una carta escrita a su padre donde transitó por todos los temas que también atravesaron la vida del gran artista: su estancia en Nueva York, el exilio, su madre, la generosidad de Yuyo y dijo, con la voz interrumpida por las lágrimas, que había perdido a su padre y a su mejor amigo.

Paula Noé Murphy, por su parte, leyó un bello poema del artista Alberto Greco, titulado “Fiesta”, pues así lo hubiera deseado su papá.

Entre los asistentes que circularon desde temprano por el velatorio de Noé, velado a féretro cerrado, y con una hermosa fotografía proyectada en un plasma, estuvieron también sus sobrinas por quienes el artista del caos y de los colores vibrantes tenía gran cariño.

Las nietas de Yuyo Noé viajan en este momento desde París para estar presentes en sus exequias mañana a las 11 en Recoleta.

Entre los asistentes, desde que se abrieron las puertas de la Legislatura a las 9 de las mañana, se encontraban sus galeristas de Rubbers, Mariana Povarché y María Basile; las integrantes de la Fundación Luis Felipe Noé, cuyo consejo de administración conduce Cecilia Ivanchevich; la curadora y directora de Arthaus, María Teresa Constatin; el secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli; la ministra de Cultura de la Ciudad, Gabriela Ricardes; el director general de BienalSur, Anibal Jozami y su mujer Marlise Ilhesca.

También estaban los artistas Silvina Benguria, Carolina Antoniadis, Mónica Millán, Nora Iniesta, Eduardo Stupía, Zulema Maza; la crítica de arte Andrea Giunta; el dibujante Rep; la curadora Mercedes Casanegra, la directora del Museo Moderno, Victoria Noorthoon, entre decenas de personas que se acercaron a dar su último adiós al artista fallecido ayer en Buenos Aires, a los 91 años.

Quienes valoran su inmensa obra ponderan sobre todo su libertad compositiva, su anarquía conceptual, su agudeza y su osadía para abordar los abismos del caos. Su producción artística ha sido tan valorada y prolífica como sus ensayos.

Los restos de Yuyo Noé serán trasladados mañana a partir de las 11 al Cementerio de la Recoleta.