El primer acierto de Todd Phillips es la contratación de Joaquin Phoenix como el Jocker. Teniendo ya a varios actores detrás de la vestimenta del magnánimo villano, es difícil no hacer comparaciones y análisis, más aún cuando el personaje llegó a su tope con una interpretación magnifica e iconica por de parte del desaparecido Heath Ledger en la película Batman el Caballero de la noche (2008)
Joaquin Phoenix nos ofrece una performance única, con una risa característica, increíblemente buena y creíble. Es por momentos, donde podemos ver que el guion le permite a Phoenix ir un poco más lejos con su rol incluyendo razones, y por demás situaciones que le permiten al actor mitificar y llevar más lejos la leyenda y el porte del personaje.
Respecto al film, uno se encuentra en la disyuntiva que logra gratamente separarse del universo de los comics, estando íntegramente atado y siendo estructurado en su narrativa de un manera justa y adecuada.
Esto es un trabajo limpio y claramente muy bien logrado por departe de Silver y Phillips que logran inyectarle al film momentos (mínimos) de situaciones adecuadas para no inundar al film de fan service.
Estamos hablando de un personaje característicamente icónico, siendo interpretado más de una vez y de maneras muy bien lograda en diferentes films, series, dibujos, etc.
Básicamente deciden convertirlo en una realidad. Lo imponen como una fuerza que intenta luchar contra un sistema, entendiendo al personaje en si como un reflejo de una sociedad quebrada, dispar, hipócrita y llena de errores.
En ese aspecto el film se lleva todos los aplausos porque verdaderamente logra encender la mecha con respecto a la idea del porque se generan los monstruos dentro de esta sociedad y hasta que punto todos y cada uno de nosotros no tenemos un Jocker dentro nuestro.
En fin, por completo el Jocker se merece una mirada y es recomendable. El film sienta base para que se tenga en cuenta la profundidad y la importancia que tiene el toque o la dirección con la que se elige contar una narrativa. Premios aparte o no. Aplaudamos que tenemos una opción dentro de un universo repetidamente vapuleado, el universo de los comics.
* Daniel Córdoba: Crítico de cine