El último bombazo de Netflix es ‘El problema de los 3 cuerpos’, una serie que la plataforma lleva años promocionando. No es para menos, ya que se trata de una superproducción de ciencia ficción llamada a convertirse en unos de los emblemas de Netflix. Por ahora hemos podido ver una primera temporada que está dando mucho de lo que hablar.
Esta adaptación de la aclamada novela de Liu Cixin contaba con el aliciente extra de que detrás de ella estaban los creadores de ‘Juego de Tronos’, lo cual seguro que ha hecho que más espectadores sientan curiosidad por ella.
Ahora ha llegado el momento de repasar con spoilers el último episodio, especialmente el final explicado del mismo. Eso sí, para ello me centraré en declaraciones de varios de sus implicados, ya que no hay ningún mensaje oculto y no creo que un mero resumen de lo que sucede interese a casi nadie. Sin más que añadir, vamos allá:
De la desesperación absoluta al renacer de la esperanza
El octavo y último episodio de la temporada 1 de ‘El problema de los 3 cuerpos’ gira principalmente alrededor de dos conceptos. Por un lado, Saul Durand descubre que está llamado a jugar un papel fundamental para que la humanidad pueda hacer frente a la amenaza alienígena.
Sin embargo, el personaje interpretado por Jovan Adepo es un descreído al que le cuesta mucho asumir esa idea, por lo que ser seleccionado para formar parte del Proyecto Vallado le pilla totalmente por sorpresa. Además, la exigencia de ese rol, que básicamente obliga a cortar el contacto con el mundo exterior, va totalmente en contra de cómo es él, quien al inicio del episodio muestra un desinterés absoluto en lo que pueda pasar con la humanidad dentro de 400 años.
David Benioff, cocreador de la serie, comenta en Inside que «Saul no es así» y compara la exigencia que se hace a los vallados con los budistas que cortar lazos con el mundo exterior y se dedican a la mirar a una pared hasta alcanzar el estado de iluminación. Además, añade lo siguiente:
No es solo un honor, es casi más una maldición, porque una vez te han elegido para esto, todo se convierte en una especie de pesadilla kafkiana, en el sentido de que todo el mundo piensa que todo lo que ha haga de ahí en adelante es un plan para derrotar a estos extraterrestres.
Saul intenta huir, pero los San-Ti están a punto de acabar con su vida -suerte que el asesino no le disparó a la cabeza, algo de lo que el criminal se arrepiente minutos después-, Saul empieza a asumir su destino, pero todavía tiene en la cabeza otra gran preocupación: ¿qué va a ser de Will?
Como recordaréis, el Proyecto Escalera conllevaba el envío cerebro criogenizado de Will al espacio y es en este episodio cuando se pone a prueba si el complicado plan ideado por Jin está llamado a triunfar. El cocreador Alexander Woo espera que al menos un parte importante del público se enfrenta con esa idea a dicho momento:
Espero que para algunos espectadores funcione un poco a modo de trampa, porque al ser el final de temporada y al haberte contado una y otra vez que «Esto no va a funcionar», «Es una posibilidad entre un millón» esperas que vaya a funcionar. Que esto vaya a ser un auténtico lanzamiento de una nave especial a la luna, si quieres llamarlo así, para derrotar a los alienígenas. Por supuesto que asumes que va a funcionar.
Dan Weiss hasta reconoce que cuando estaba leyendo los libros asumía que se había ido preparando todo para ese momento con esa idea en mente y que «no vi venir que se fuera a ir a la mierda«. Ese fracaso lleva a que cualquier posibilidad de que los alienígenas reanimen a Will quede descartada, una idea que reconcome a Alex Sharp, el actor que lo interpreta, tal y como reconoce en Today:
Me atormenta. Hay pocas cosas más aterradoras que el concepto de ser consciente pero no estimulado durante un tiempo infinito. Estar flotando en el espacio infinito, consciente en algún nivel durante toda la eternidad es peor que morir, en mi opinión. No es sólo un sacrificio de su vida. Hay mucho en juego. El hecho de que esté dispuesto a correr ese riesgo por la mujer que ama… el amor es tan profundo, es tan hermoso… aunque también muy angustioso.
Jin también se ve tremendamente afectada por lo sucedido, pues es un momento revelador para el personaje al que da vida Jess Hong, pues, tal y como apunta Benioff, es cuando se da cuenta de que le quiere: «Esta mujer dándose cuenta de algo increíblemente importante sobre ella misma, que es que este amigo que ha tenido durante muchos años, que ha estado a su lado durante tanto tiempo, es quizá el amor de su vida y ahora ya es demasiado tarde«.
Todo eso no deja de ser otro recordatorio de que la humanidad se enfrenta a una amenaza como nunca antes había visto, lo cual también da pie al momento en el que Thomas Wade (Liam Cunningham) recibe una terrorífica visita en la que le recuerdan que los humanos están básicamente a merced de los San-Ti.
Weiss promete que esa horrible sensación es algo que irá a más en próximas temporadas, ya que «está en el corazón de todos los libros de Liu Cixin, y se vuelve más importante según van avanzando: la imposibilidad de saber lo que el rival va a hacer y cómo la desconfianza que surge de ello a menudo lleva a la gente a situaciones terribles«.
Sin embargo, ‘El problema de los 3 cuerpos’ no deja al espectador con el ánimo por los suelos, lo que llevó a los responsables de la serie a tomar una decisión curiosa. Así lo explica Woo:
Juntamos dos cosas que están muy separadas en los libros. La cápsula con el cerebro pasa a ir en la dirección errónea en el tercer libro y el momento con las cigarras sucede al final del primero. No tienen nada que ver, pero parecía que tenía sentido tener estas dos cosas, el momento de mayor desesperación unido con este momento inspiraciones sobre tener todavía esperanza.
Da Shi, el personaje interpretado por Benedict Wong, es el primero en recordarnos que hay que seguir adelante, primero dando a entender tanto a Saul como a Jin que «tomaos vuestro momento de aflicción, pero hay que volver al trabajo» y luego con esa espectacular escena final que da un nuevo enfoque a que los San-Ti considere que los humanos somos unos bichos. Así lo resume Benioff:
Da Shi coge algo que normalmente no nos gusta, pero es omnipresente y no podemos librarnos de ello. Eso es lo que Da Shi señala al final. Si vas a decir que somos bichos, voy a coger ese insulto, a apropiarme del mismo y buena suerte intentando acabar con nosotros, porque nosotros hemos intentado acabar con los bichos durante miles de años, ¿y sabes qué? No van a irse a ningún sitio.
El futuro de ‘El problema de los 3 cuerpos’
Una vez ha fracasado el Proyecto Escalera, la humanidad tiene una nueva gran esperanza depositada en el Proyecto Vallado. La temporada 2 de ‘El problema de los 3 cuerpos’, en la que ya se trabaja pese a no estar renovada por Netflix, debería profundizar más en ello y acercarnos un poco más a entender qué pude hacer realmente la humanidad para hacer frente a una amenaza de la que en realidad sabe tan poco.
En el caso de que queráis conocer más detalles, simplemente tenéis que recurrir a los libros de Cixin. La segunda entrega se titula ‘El bosque oscuro’, donde las tensiones entre los humanos y los alienígenas se acrecientan aún más, mientras que la tercera podréis encontrarla en español bajo el nombre de ‘El fin de la muerte’.
Por cierto, cada nueva novela de la trilogía original es más larga que la anterior, por lo que habrá que ver cómo lidian con eso Benioff, Weiss y Woo en el caso de que Netflix decida seguir adelante con la serie. Por ahora, los showrunners han dejado caer que tres temporadas podrían no ser suficientes, pero también existe la posibilidad de apostar por temporadas más largas, pues la primera apenas cuenta con 8 episodios.
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