El encalado de árboles frutales es una técnica agrícola que se ha practicado durante siglos. Consiste en aplicar cal (hidróxido de calcio) en los troncos y ramas de los frutales. Aunque es una técnica tradicional, su efectividad sigue siendo apreciada en huertos y cultivos contemporáneos.

¿Por qué se encalan los frutales?

El principal objetivo del encalado es proteger la corteza de los frutales de factores externos que pueden dañarla. La cal posee propiedades antifúngicas y antibacterianas, ayudando a prevenir enfermedades causadas por hongos, bacterias y plagas. Además, actúa como una barrera física, reduciendo el riesgo de daño por cambios bruscos de temperatura.

Este proceso también protege la corteza de las quemaduras solares, especialmente en regiones cálidas. La cal actúa como una capa reflectante que mantiene la temperatura interna del árbol más equilibrada, evitando que se formen grietas.

Beneficios del encalado en frutales

  • Control de plagas: La cal tiene un efecto repelente sobre varios insectos dañinos, disminuyendo su presencia en la corteza y raíces de los árboles.
  • Prevención de hongos y bacterias: Sus propiedades inhibidoras son valiosas, especialmente para árboles que ya han padecido enfermedades.
  • Fortalecimiento de la corteza: Con el tiempo, la corteza puede debilitarse; el encalado ayuda a rejuvenecerla y reforzar su defensa.
  • Estabilidad térmica: En climas con grandes fluctuaciones de temperatura, el encalado protege la corteza, evitando daños estructurales.

Cuándo y cómo aplicar cal

El momento más adecuado para encalar es en invierno o a comienzos de la primavera, cuando los árboles están en reposo vegetativo. En esta fase, la savia no circula activamente, lo que facilita la aplicación. Para ello, mezcla cal apagada con agua (una parte de cal por dos de agua) y aplica con brocha o rodillo en el tronco y ramas, asegurándote de cubrir toda la superficie sin excederte.

Consideraciones al encalar

  • Evita la cal viva: Aunque algunos agricultores la usan, puede ser dañina si no se maneja correctamente. Es preferible optar por cal apagada, que es más segura.
  • No aplicar en verano: Aunque protege del sol, hacerlo en pleno verano puede causar un choque térmico.
  • Evalúa la salud del árbol: Antes de encalar, asegúrate de que el árbol esté sano. Si tiene heridas graves, trátalas antes de aplicar la cal.

¿Es adecuado para todos los frutales?

El encalado es particularmente beneficioso para frutales de corteza fina, como manzanos y duraznos, que son más vulnerables a las plagas y cambios de temperatura. Los árboles de corteza más gruesa, como los cítricos, pueden no necesitar encalado con la misma frecuencia.

En la agricultura urbana, el encalado es útil para frutales en macetas, ya que los protege de condiciones extremas. También es un mito que la cal interfiere con la absorción de nutrientes; si se aplica correctamente, no afecta esta capacidad.

Además de sus beneficios prácticos, el encalado también tiene un valor estético, ya que un tronco blanco aporta un toque tradicional a los huertos. Esta práctica conecta a los agricultores modernos con tradiciones antiguas, mostrando que lo tradicional y lo funcional pueden coexistir.

El encalado de frutales es una técnica simple y efectiva que ofrece numerosos beneficios para la salud y productividad de los árboles. Al protegerlos de plagas, enfermedades y condiciones climáticas adversas, esta práctica se mantiene como una herramienta esencial en el cuidado de huertos. Considera implementarla en tu propio jardín; tus frutales te lo agradecerán.