Si no mueren en una pelea por apuestas o son sacrificados en un rito de santería, deambulan por las calles. Miles de animales en Cuba están a punto de contar con una ley que los proteja, impulsada por una emergente clase media que genera cambios en la isla.

En la primera manifestación independiente y de carácter no político autorizada en 60 años de revolución socialista, unos 500 cubanos marcharon el 7 de abril de 2019 en La Habana para reclamar una ley de protección animal.

Un año y medio después, el gobierno comunista, decidido a retomar la iniciativa de un movimiento que puede servir de paradigma en la lucha por otras demandas, aprobará en noviembre su primera legislación sobre bienestar animal, aunque con excepciones.

Se trata de un paso importante para una sociedad civil que, por primera vez, verá uno de sus planteamientos traducido en ley, y el inicio de un cambio cultural en un país marcado por las contradicciones entre la tradición y la modernidad.

En Cuba, principalmente en su capital, es habitual ver perros y gatos callejeros, muchas veces en mal estado, y abandonados generalmente por razones económicas. Los más afortunados son recogidos por particulares o asociaciones que sacrifican hasta su propia comida para alimentarlos.

– 23 gatos, 38 perros –

En San Miguel del Padrón, un barrio popular en la periferia de La Habana, la dinámica de la casa de Noris Pérez gira en torno a sus peludos moradores: 23 gatos y 38 perros magullados.

El primero de esta manada fue rescatado de la calle hace ocho años, mientras sufría una crisis epiléptica.

Sobre una azotea protegida por una malla, se ubican las casas de los perros más grandes. En la cocina, viven los más pequeños y los gatos. A la hora de la comida, en un desenfrenado concierto de maullidos y ladridos, Pérez se las arregla para que nadie quede fuera del festín.

Esta ama de casa de 49 años lamenta contar apenas con la ayuda de su esposo, su hija y a veces de algunos vecinos.

En un país donde las situaciones de desabastecimiento son recurrentes y el salario promedio ronda los 40 dólares, “bastante difícil se me ha hecho resolver el tema de la comida”, relata.

En el barrio de Nuevo Vedado, Grettel Montes de Oca, de 48 años, convive con 55 gatos y cuatro perros que vagan por toda la casa, excepto por la sala.

“Tengo un amigo que dice que este es el perro más feo del mundo”, bromea Montes de Oca, mientras acaricia a Yoki, un viejo perro azabache, con los dientes cariados y el cuerpo dañado por los golpes recibidos en el pasado.

Esta bailarina profesional nunca había tenido animales hasta que en 2007 salvó de la calle a una gatita negra. “Cuando empiezas a rescatar, ya no puedes parar”, comenta.

Por propia iniciativa, creó Ceda (Cubanos en Defensa de los Animales), una asociación tolerada pero no reconocida legalmente.

La adopción de un decreto ley sobre bienestar animal “es el sueño de todos los animalistas (…), pero sobre todo en Cuba, que estamos luchando hace 33 años por una ley”, sostiene Montes de Oca, en referencia a los primeros proyectos que impulsaron en vano las asociaciones.

En este ámbito, agrega, “somos desgraciadamente de los países más atrasados dentro de América Latina”, porque “los animales en Cuba son algo como que no existe”.

¿Qué ha cambiado? El despertar de una sociedad civil, sobre todo a partir de la llegada a finales de 2018 de la 3G a los celulares, lo que permite que un sector de la población se movilice en las redes sociales, en particular en torno a los derechos de los homosexuales o contra la violencia machista.

Y también el surgimiento de una clase media gracias al desarrollo del sector privado desde 2010, y una mayor apertura al turismo internacional.

Este segmento de la población puede dedicar dinero a embellecer a sus mascotas. En La Habana hay unos 10 salones de peluquería canina, cuya clientela se preocupa por el bienestar animal.

Confrontado a una clase media cada vez más exigente, sobre todo en las redes sociales, el gobierno cubano ha comenzado a atender algunas de sus demandas.

– “Proceso educativo” –

En el Ministerio de la Agricultura, el texto legal entró en su recta final.

“El decreto ley se aprobará en noviembre (…) por el Consejo de Estado y se va a ratificar por la Asamblea Nacional” más tarde, explica Yisell Socorro, del departamento jurídico del ministerio.

Fuente: https://es-us.noticias.yahoo.com/bienestar-animal-victoria-sociedad-civil-132308148.html