Fidelis busca brindar una despedida digna y llena de amor a las mascotas, además de tranquilidad y contención a sus dueños. Está ubicada en Fernández Oro y comenzó a funcionar en marzo.

Una familia cipoleña lo apostó todo para cumplir su sueño más preciado y abrir la primera funeraria de mascotas del país, que busca brindar a los animales una despedida digna y llena de amor, además de contención para sus dueños. Se trata de un modelo único en Argentina fundado a partir de un arduo trabajo de investigación y estudio.

La empresa, a la cual bautizaron “Fidelis”, está a cargo de Celinda Molina y Néstor Pardo junto a sus dos hijos de 18 y 16 años. Inauguró el 23 de marzo -al mismo tiempo que se decretó la cuarentena por la pandemia de coronavirus- y está ubicada sobre calle La Criollita al 4600, en Fernández Oro.

No sólo ofrecen el servicio de traslado de mascotas, sino también un funeral para que sus familias puedan despedirse de ellos y la cremación, que se lleva a cabo en un horno que fue construido especialmente para el emprendimiento. Las cenizas son entregadas en una urna con su placa de bronce correspondiente y un certificado con aval legal. También realizan exhumaciones para aquellos animales que fueron enterrados y cuyos dueños desean poder tenerlos más cerca y recordarlos de la mejor manera.

Sin embargo, por las medidas sanitarias impuestas para mitigar los contagios de Covid-19, actualmente no pueden llevar a cabo funerales ni procedimientos que requieran la presencia de muchas personas. Aunque sí continúan realizando el resto de sus servicios, que permiten a las personas estar más conectadas con sus mascotas y brindarles el tributo que desean.

Fidelis, la primera funeraria de mascotas del país

Fidelis, la primera funeraria de mascotas del país

¿Cómo surgió Fidelis?

En diálogo con LM Cipolletti, Celinda contó que la idea de abrir una funeraria para mascotas surgió a raíz de dos experiencias personales que tuvieron que vivir y aprender a sobrellevar como familia: el fallecimiento de dos de sus perritos, Cachilupi y Ñoqui.

“Cachilupi era una perrita rescatada y fue la primera que tuvimos cuando nos casamos. Era ella y nosotros, nadie más. Luego tuvimos a nuestros hijos y fueron creciendo juntos, pero murió en una cirugía que tuvieron que hacerle para extirparle un tumor. Ella estaba muy viejita y la veterinaria me llamó para preguntarme si la dormíamos y le dije que sí, pero no pudimos volver a verla y tiraron su cuerpito junto a residuos patológicos. Cuando le contamos a nuestros hijos se tiraron a la cama a llorar, fue desgarrador”, contó la cipoleña.

No sólo fue un momento de extremo dolor, sino que también tuvieron que vivir con el sabor amargo de saber que la despedida de su perra había sido indigna. En la segunda ocasión, en la que falleció Ñoqui, un labrador que habían rescatado de grande, decidieron enterrarlo para poder tener un lugar al cual recurrir cuando quisieran sentirse conectados a él y evitar el mismo final que Cachilupi.

Sin embargo, tiempo después se enteraron que enterrar a las mascotas es una práctica que está prohibida. “Cuando los duermen les ponen una inyección que es muy fuerte y contaminante, por lo que no está permitido, pero en ese momento nosotros no lo sabíamos y por eso también en la empresa decidimos sumar el servicio de exhumación”, detalló Celinda.

La familia eligió el nombre “Fidelis” para su empresa, que significa fidelidad.

Fidelis, la primera funeraria de mascotas del país

Fidelis, la primera funeraria de mascotas del país

Ambos hechos llevaron a la familia evaluar la idea de crear un emprendimiento que permitiera que el fallecimiento de una mascota no fuera tan doloroso y poder despedirla de la manera que se merecen siendo parte fundamental de cada familia. El objetivo principal siempre fue el de brindarles un trato digno y celebrarlos por su fidelidad y amor incondicional.

“Se nos vino esta idea y empezamos a ver los costos, pero era algo imposible. Hablábamos de millones de pesos. No obstante, era algo que deseábamos hacer para poder independizarnos y emprender. Finalmente, decidimos vender la casa y arrancar con este proyecto. Este año mi marido renunció a su trabajo y ambos fuimos invirtiendo en este sueño. Todo fue sumando: el horno, los baúles portátiles con cámaras de aire que conservan el frío para los traslados, entre otras cosas. Mientras tanto, nosotros nos mudamos a una casa más chiquita y ahí nos acomodamos los cuatro”, contó.

“Poder disfrutar del cariño de una mascota es una bendición de Dios”, aseguró la emprendedora cipoleña.

Los primeros pasos para una empresa sin precedentes

Celinda explicó que, para poder abrir la funeraria, primero tuvieron que realizar múltiples investigaciones, estudiar mucho y llevar a cabo un sinfín de consultas a las autoridades municipales pertinentes para cumplir con todas las normas y leyes vigentes.

“Los primeros pasos fueron las consultas. En un primer momento pensamos en hacerlo en Cipolletti, por lo que mantuvimos mucho diálogo con el área de Medio Ambiente: cómo se podía hacer y qué debíamos tener en cuenta. Con ese modelo mandamos a hacer un horno a Buenos Aires, donde nos dijeron que nunca habían hecho uno para una funeraria de mascotas”, expresó.

Y agregó que posteriormente realizaron consultas con el Municipio de Fernández Oro, donde les explicaron que tenían que instalar la empresa en un predio que no fuera productivo y estuviera alejado de la ciudad. “Nos ayudaron muchísimo para que no tuviéramos problemas y, finalmente, aprobaron el lugar”, señaló.

Actualmente, en Fidelis cumplen con todos los protocolos de seguridad e higiene correspondientes, acatando todas las normas de Medio Ambiente. También los respaldan exhaustivas investigaciones y estudios sobre la temática, además de cursos sobre cuidados paliativos para contener a los dueños que perdieron a sus mascotas.

Fidelis, la primera funeraria de mascotas del país

Fidelis, la primera funeraria de mascotas del país

El inicio de un sueño sin igual

De esta manera, la primera funeraria para mascotas del país está funcionando en Fernández Oro desde el 23 de marzo y, si bien la familia tuvo que adaptarse a las restricciones de la cuarentena, hoy siguen adelante más fuertes que nunca, listos para arrancar con todo una vez que la situación sanitaria se normalice.

“Para nosotros poder darle una despedida digna a las mascotas es muy gratificante. Hacemos todo con el mayor respeto posible y lo hacemos todo como nos hubiera gustado a nosotros que fuera con nuestros perros. Nos llena el alma y el corazón”, indicó Celinda.

“Cada emprendedor está medio loco. Nosotros vendimos la casa, dejamos la comodidad y empezamos a trabajar de lunes a lunes, con mucho trabajo físico y mental”, aseguró Celinda.

Los servicios de Fidelis, uno a uno

La empresa familiar ofrece servicio de cremación de mascotas, además de búsqueda y traslado en Río Negro y Neuquén 24/7. Todas las tareas se llevan a cabo respetando un proceso estandarizado, seguro y certificado, que cumplen con todos los estándares de calidad y sanidad ambiental exigidos por la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia de Río Negro y la dirección de Comercio de Fernández Oro.

Para el funeral, en Fidelis preparan el cuerpo de la mascota con coronas de flores para que familiares puedan despedirse, para luego realizar la cremación. Posteriormente, las cenizas son entregadas en una urna y una placa de bronce.

En cuanto a los precios, hay tres rangos diferenciados de acuerdo al tamaño de la mascota. Los servicios para animales de tamaño pequeño, que contemplan hasta los 10 kilos, tienen un valor de entre $13.500 y $12.000 pesos, dependiendo la forma de pago. Los que se llevan a cabo para los de tamaño mediano, que pesan entre 10 y 40 kilos, tienen un costo de $15.000 y los de tamaño grande, de 40 kilos en adelante, $17 mil.

“En este contexto es una gran cantidad de plata, pero no es excesivo teniendo en cuenta todo lo que ofrecemos. El traslado, la cremación, la entrega de la urna con su placa de bronce diseñada especialmente para cada mascota, los documentados legales, entre otros. No es algo inaccesible”, remarcó Celinda.

En Fidelis también realizan exhumaciones de mascotas que fueron enterradas y cuyos dueños necesitan mudarse de ese lugar o simplemente desean tenerlos más cerca y brindarles el tributo que se merecen.Fuente:

Fuente: lmcipolletti.com