La serie de ‘El Cid’ se presenta como una prueba de fuego para Amazon, ya que está llamada a ser la serie que sirva como auténtica carta de presentación para el servicio Prime Video en España. Es cierto que hace tiempo que está disponible, pero es que incluso había gente que desconocía que estaba incluido dentro de su membresía Amazon Prime, de ahí la campaña promocional durante estos últimos meses haciendo especial hincapié en ello.

Creo que no me equivoco si afirmo que ‘The Boys’ ha sido la mayor serie de Amazon hasta la fecha, pero necesita algo más para generar un verdadero interés por la plataforma. Es ahí donde ‘El Cid’ puede jugar un papel fundamental para conseguirlo a partir de este viernes 18 de diciembre, pues una vez vistos los cinco episodios que dan forma a su primera temporada conviene volver a destacar que esto no es la ‘Juego de Tronos’ española, pero también que cuando mejor luce la serie es cuando toca darlo todo en el campo de batalla.

El camino de Ruy para llegar a ser El Cid

Esta primera temporada funciona a modo de introducción en todos los sentidos. Por un lado, el propio personaje interpretado por Jaime Lorente descubre de hasta dónde es capaz de llegar y también la respuesta que puede esperar por parte de aquellos con poder en el escalafón social, pero es que más que una primera temporada se siente como el inicio la gran aventura que fue la vida del legendario Rodrigo Diaz de Vivar.

Por ello, en paralelo al crecimiento de Ruy asistimos principalmente a diferentes intrigas de palacio, con el rey Fernando I El Grande oliéndose que algo raro sucede pero sin llegar a saber exactamente al alcance. Ahí la serie prima hasta cierto punto la importancia de los personajes con más experiencia en la vida en esta primera temporada, pero lo hace para sentar la base de esas nuevas generación que vienen pegando fuerte o haciendo todo lo posible por conseguirlo.

Batalla El Cid

Quizá decir que eso lleva a que lo que sucede en la primera temporada de ‘El Cid’ se sienta como una etapa de transición sea exagerado, ya que es cierto que no hay tiempo para respiros innecesarios y la historia fluye hacia delante en todo momento, incluso cuando eso pueda conllevar no dar toda la profundidad deseable a los personajes. Ahí la serie quizá adolezca de que falta esa dosis de misterio necesario para saber por dónde puede salirnos cada uno de ellos, restando así fuerza a algunas situaciones en las que está claro que la serie confía muchísimo.

Ahí es donde ‘El Cid’ se habría beneficiado de haber dividido su primera temporada en un mayor de episodios, pues hay personajes que prometen para luego darnos muy poco y en otros todo resulta demasiado obvio -únicamente en lo referente al interés de los musulmanes en el protagonista hay cierta capa de misterio real y no pretendido-, siendo quizá demasiados para el tiempo con el que cuentan los guiones. Hasta cierto punto tienen la excusa de la historia y que ciertos hechos tenían que suceder sí o sí, pero se podía haber llegado a ellos con algo más de templanza.

El peaje de la fluidez

Escena El Cid

¿Pudiera ser que los responsables de ‘El Cid’ temieran que el público viese la serie como una propuesta rancia y quisieran sobre todo hacerla lo más accesible posible para las nuevas generaciones? Tampoco me extrañaría que fuese el caso y que hasta cierto punto este primera temporada fuese un paso necesario para llegar a lo realmente interesante de la historia de su protagonista.

Por suerte, un ritmo fluido no es la única virtud destacable de ‘El Cid’, ya que su tratamiento de la violencia en las escenas de batalla resulta de lo más estimulante. Es cierto que habrá quien vea algunas soluciones concretos como, y perdón por la expresión, una flipada, pero hay algo visceral en esas situaciones que permite recurrir a ello y que su brutalidad se sienta como algo casi lógico e inevitable. No son tantas como me gustaría, pero por sí solas ya merece la pena darle una oportunidad a la serie de Amazon al convertirla en algo más que un pasatiempo de corte histórico.

El Cid Escena

Tampoco viene mal un convincente trabajo de la mayoría de su reparto -sí que hay un par de excepciones que no me convencieron demasiado, pero tampoco nada grave-, pero lo esencial es lo bien que Lorente soporta el peso de la historia. Es cierto que su protagonismo es algo menor al esperado, probablemente por todo eso que comentaba de tener que ir poniendo todas las piezas encima del tablero y en algunas él no pinta nada -al menos por ahora-, pero también que no se limita a apoyarse en ser una versión medieval de Denver pese a que sí surjan pequeños dejes aquí y allá de su personaje en ‘La casa de papel’.

Aparte está el impresionante despliegue técnico para que una serie como ‘El Cid’ tenga que lucir a la altura de la grandeza de lo que está contando, tanto cuando los hechos se precipitan como cuando simplemente es una cuestión de ambientación. Ni rastro hay aquí del temido cartón-piedra al que otras producciones similares hubiesen recurrido hace no tanto.

En resumidas cuentas

Jaime Lorente El Cid

Puede que ‘El Cid’ no sea esa gran serie que tanto le hubiese gustado a Amazon, pero es una propuesta entretenida que sabe dar lo mejor de sí misma en las escenas de batalla. Sí que resulta un tanto apresurada en líneas generales para todo lo que quiere conseguir, pero no deja de ser el peaje necesario para llegar a un final de temporada que en realidad funciona más como el inicio de lo que está por llegar. Bueno, eso siempre que sea renovada.