Gran conmoción causó este domingo la muerte de Abigail Jiménez, la niña de 12 años enferma de cáncer que no habían dejado entrar a Santiago del Estero.

El caso de Abigail tomó notoriedad el 16 de noviembre, cuando su padre, Diego Jiménez, la cargó en brazos para cruzar la frontera entre Tucumán y Santiago del Estero. Ese día, la familia Jiménez viajó al Hospital de niños de Tucumán para que su hija de 12 años, paciente oncológica desde los 7, pudiera realizarse su tratamiento.

Durante el viaje de ida no tuvieron inconvenientes pero, de regreso, los retuvieron dos horas en la frontera bajo el rayo del sol y entre las moscas. La situación quedó registrada en un video que luego se hizo viral.

En la secuencia de casi tres minutos se ve al papá con la niña en brazos (que llora sin parar) frente a un efectivo del puesto de control limítrofe. De acuerdo con el relato que hicieron sus padres al medio El Termeño, cuando salieron de Santiago de Estero los dejaron pasar sin problema. Cuando quisieron volver, en cambio, les impidieron ingresar a su provincia.

Acerca de aquel episodio, la tía de Abigail, sostuvo que su sobrina nunca pudo esperar más de dos horas en la ruta y en una camioneta sin aire acondicionado. “Fue una angustia fea la que pasamos, porque la situación que vivió ella no se la sacas más de su cabeza”, dijo Elena en diálogo con Sur Santiagueño.

Días después de aquel episodio Abigail fue ingresada en el Hospital Universitario Austral, derivada del Centro Provincial de Salud Infantil (CEPSI) de Santiago del Estero.

La niña sufrió una recaída y murió este domingo 31 de enero de 2021 en su vivienda, ubicada en el barrio San Martín, en la ciudad de Termas de Río Hondo.

El deseo se produjo cerca de las 20 horas. Así lo confirmó a Infobae Elena Jiménez, tía de la niña.

Durante los últimos días de diciembre, la niña había tenido una leve mejoría. “Abigail ya no necesita del respirador de oxígenoguarda reposo en la cama de su propia casa bajo estricto seguimiento médico y con el tratamiento correspondiente”, contó Elena acerca de la salud de su sobrina que, en ese momento, era supervisada por tres enfermeras y una doctora, todos profesionales de la salud de Las Termas de Río Hondo.