El pasado viernes 29 de febrero llegaron varias novedades a Netflix pero la mayoría de titulares quedaron reservados para ‘Bajocero’, tanto por ser la nueva película española de la plataforma como por el gran éxito que está cosechando. Bastante menos ruido ha provocado ‘La excavación’ pese a ser lo segundo más visto en Netflix desde su llegada al catálogo.
‘La excavación’ parte de la historia real del hallazgo arqueológico de Sutton Hoo en 1939, tomando para ello como base la novela escrita por John Preston en 2007. En ella se tomó varias licencias sobre lo sucedido, incluyendo por ejemplo una subtrama romántica que en su salto a la gran pantalla acaba lastrando a una cinta que por lo demás es un notable drama histórico.
Muchas virtudes
Quien busque emociones fuertes en ‘La excavación’ va a acabar muy decepcionado, ya que estamos ante una película muy reposada que confía sobremanera en el trabajo de sus actores. Durante la primera parte de sus casi dos horas de metraje, el protagonismo recae de forma casi absoluta en Carey Mulligan y Ralph Fiennes como la viuda y el excavador autodidacta que contrata para que revise su finca.
Una vez aceptada la oferta, la película va definiendo en paralelo la estrecha amistad que surge entre ambos con los progresos en la excavación. Ahí ‘La excavación’ no toma atajos innecesarios, ya que al mismo tiempo que se desentierra un descubrimiento arqueológico, también puede decirse que se hace lo mismo con las emociones de sus dos protagonistas y la propia situación histórico del país en los albores de la II Guerra Mundial.
Ahí hubiese sido muy sencillo optar por potenciar el elemento romántico en lo que une a ambos personajes, pero la película no toma el camino sencillo, sabiendo muy bien medir lo que quiere conseguir a través de Edith y Basil, empezando por el respeto y yendo poco a poco más allá, hasta el punto de que la película también funciona como una reivindicación del papel que juego él en Sutton Hoo que fue ignorado durante muchos años.
Todo esto está ilustrado con un cuidado trabajo de puesta en escena por parte de Simon Stone para dotar a la película de una indudable belleza visual, tanto por la fotografía con preponderancia de colores ocres de Mike Eley como por el acertado uso de la cámara, desde la forma de moverla hasta los encuadres elegidos, para matizar y potenciar lo que propone el guion firmado por Moira Buffini.
Lo que no funciona
El problema llega con la aparición de nuevos personajes que desvían la atención de la trama central sin llegar a ofrecer nada a su altura, en especial en lo relacionado con las dudas románticas del personaje interpretado por Lily James. Ahí ‘La excavación’ parece convertirse en una película diferente, mucho menos sutil y elaborada para jugar con la idea de un triángulo romántico que nunca llega a serlo por el desinterés hacia ella mostrado por su marido.
Puedo ver el motivo detrás de querer algo así, curiosamente la mayor desviación de la historia real ya que el personaje interpretado por Johnny Flynn no existió, al buscar dar algo más de esa intensidad romántica propia de los melodramas de época, pero aquí se siente una molestia pese a los intentos de James de conseguir la resonancia emocional deseada.
Ya no es tanto que choque esa solución teniendo en cuenta lo contenida que es ‘La excavación’ en líneas generales como que el conflicto nunca termina de funcionar, tanto por la forma de plantearlo como en su ejecución. Por suerte, no deja de ser algo secundario, pues sigue siendo una mancha en una película que hubiese funcionado mucho mejor sin ese personaje sacado de la manga por Flynn, pues la idea de jugar con la frustración por la relación con su marido por el entusiasmo con lo que se descubre podría haber dado mucho más de sí que lo que nos ofrece ‘La excavación’.
En resumidas cuentas
‘La excavación’ es una película muy trabajada en casi todos los aspectos, de ahí que una debilidad tan clara como la subtrama romántica resulte especialmente moleste. Y es que por lo demás, puede que no llegue a ser fascinante, pero sí era una visión de lo más estimulante de un increíble hallazgo y del papel de dos personas muy concretas en el mismo.
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