En la mañana del jueves se dio una inspección ocular en la casa de Nequi Galotti. Tiene que ver con la batalla judicial por la herencia de Bartolomé Mitre, quien falleció en marzo de 2020.

El periodista contó que por recomendación del abogado de Esmeralda Mitre, Santiago Jofre, solicitaron vía legal que se realice una inspección ocular en el domicilio de la conductora.

“Esmeralda reclama la búsqueda de patrimonios y cuentas bancarias que interpreta que le están escondiendo por la herencia de Bartolomé”, informó el periodista Luis Ventura ayer.

Mas tarde llegó la palabra de Nequi Galotti en el programa “Todas las tardes”. “A mí no me gusta hablar de estas cosas que son 100% privadas, pero como se hizo público lo voy a contar acá. En septiembre pasado, presenté junto a mi hijo (Santos, fruto de su relación con Mitre) el inventario de la sucesión de los bienes de Bartolomé porque en los medios empezó a decirse que en mi casa había bienes de muchísimo valor y eso me dio mucha inseguridad porque había cosas de valor, pero no lo que se decía por televisión”, comenzó.

“Hice el inventario de todas las cosas, contraté un camión de mudanzas y llevé todo a un departamento que está en sucesión donde todos pudieron tener acceso a estos bienes que iban desde un cuadro valioso hasta los calzoncillos de Bartolomé”, agregó.

“Mandé todo detallado, eran más de 400 ítems. Fue un trabajo que me llevó más de una semana y lo hice con mucho amor y desprendimiento. Hoy quisieron ver si ese inventario estaba bien hecho”, expresó.

Y remarcó: “Y en cuanto a cómo se enteró de este registro, detalló: “Hicieron una inspección ocular mientras yo no estaba en mi casa, estaba mi hijo. Yo estaba en la peluquería haciéndome el color y me puse un poco nerviosa haciéndome las manos. Ahí me llamó Santos contándome que llamó a los abogados para que vayan a ver todo y fue muy casual que apenas entraron me llamaron de todos los programas a los 30 segundos. Alguien les avisó a todos los medios”.

“Estuvieron unos 20 minutos y después se fueron. En mi casa no había nada. Solo la heladera y cosas de la cocina. Tengo cientos de llamados de amigos preocupados por mí y preguntándome si estoy bien. Yo soy muy simple, transparente e incapaz de tocarle un botón a alguien. Yo jamás dejé de trabajar, aportar ni ser independiente. Nunca le pedí nada a ninguno de mis maridos. A Bartolomé lo cuidé con amor y dedicación”, cerró Galotti.