El actor brindó una entrevista en el marco del estreno de su próxima película tras la reapertura de los cines y deslizó ideas para que el país tenga un estado más justo.
Con la reapertura de los cines, la industria nacional estrena un filme protagonizado por Diego Peretti y Natalia Oreiro y bajo la producción y dirección de Gastón Portal en su debut en la pantalla grande.
La película se llama “La noche mágina” ya se puede ver en 160 salas de todo el país.
En el marco de ese estreno, Peretti brindó una entrevista a Infobae en una charla mano a mano con Tatiana Schapiro.
Allí dejó una frase y un pensamiento sobre la sociedad y la política argentina que seguramente dejará a más de uno con la boca abierta.
Todo comenzó con la pregunta sobre la vacuna: “Lo que haya. Me vacuno: me pongo lo que sea, por el amor de Dios, sí. No hago distinción ideológica. Tanto Estados Unidos, como Inglaterra, como la Unión Soviética, como China, son países que nosotros, como sociedad, no podemos criticar científicamente porque quedamos mal parados. Es una estupidez monumental. Esos países, que tienen un despliegue y un desarrollo tecnológico tan enorme, si vacunan a su población, a su tribu… Sí, claro: confío, venga de donde venga”.
Diego empezó a dar muestras de su enojo con el Vacunatorio VIP de Ginés González García.
“Esa conducta dirigencial… Que se comporten como la situación amerita. Que traten de ser, más que vacunados, héroes ciudadanos. Que no cometan la verbistkeada en que se convirtieron”, afirmó.
Y cuando la colega le preguntó por su enojo con la clase dirigencial, Peretti fue más allá de lo esperado.
“Cuando ocurren estas cosas, sí. No cómo se está manejando. Alberto Fernández es el mejor cuadro político que teníamos para ser presidente. No digo que no haya buenos, pero el país en manos de Vidal o Carrió, o en manos de Scioli o Cristina, hubiera sido peor. Me gustó el tándem Larreta, Kiciloff, Alberto en la lucha de la pandemia. Tuvieron buenos reflejos, me sentí emocionado. Concuerdo cien por cien con un discurso anti grieta, sea de un lado o del otro, y con dirigentes que referencialmente se coloquen en un lugar épico. Pero épico respondiendo con las acciones, no en el discurso. Eso ya es berreta, me rompe las orejas. En las acciones, veo una disociación que me pone… Una fuerza progresista, que se dice progresista, que se dice humana, solidaria, social, no puede cometer situaciones como las conocidas. Es un desastre. Son como veinte casilleros para atrás. Tratar de tapar una causa jurídica con otra, todos carpetazos… No lo soporto. Con Juntos por el Cambio no concuerdo ideológicamente, estoy más cerca del Frente de Todos, pero del relato o la ideología o como quieran llamarlo, no de las acciones de sus dirigentes, salvo las excepciones que te dije”, enfatizó.
Y redondeó: “Alberto Fernández tendría que llamar a Cristina y a Macri, sentarlos, off the record, y decirles: “Muchaches, les voy a pedir que se retiren de la política activa hasta que resuelvan sus causas judiciales”. Armamos marchas con toda la estructura política de los dos partidos, marchas en donde la gente multitudinariamente les va a agradecer ese gesto heroico. ¡Pero váyanse hasta que resuelvan sus causas judiciales! A partir de ahí cuatro, cinco políticas de Estado en donde suba Mussolini o suba el Che Guevara no se cambian. Docentes, vivienda, educación, eso define el tipo de país. Después, a tratar de avanzar con una sensibilidad social que se acerque a más justicia en la población, a más equidad. Estamos lejísimos de todo esto”.