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Mientras en el retorno de La Noche de Mirtha (El Doce) se destacó una mesaza puramente masculina (Martín Bossi, Darío Barassi, Matías Martin y Diego Leuco), en la noche de este sábado el programa competidor de Teleocho, PH: podemos hablar, tuvo mayoría de invitadas femeninas. La formaron Moria Casán, Rocío Quiroz y Soledad Fandiño, quien rara vez se mostró tan a flor de piel con respecto a su vida amorosa.

Es que la modelo y conductora no sólo habló de la relación que mantiene con René Perez Joglar, el cantante puertorriqueño conocido como Residente y padre de su hijo Milo, sino también que confesó haber sido víctima de violencia de género en el marco de una relación tóxica.

Luego de contar un paseo por Nueva York con Residente junto a Rubén Blades, quien a su vez les prestó un departamento con una habitación en tonos pasteles, Fandiño dijo que conserva una buena relación con el exlíder de Calle 13 y contó que Milo pasa tanto tiempo con él como con ella.

Eso fue en el tramo inicial del programa, cuando la consigna era algo sobre si alguno de los invitados había protagonizado una gran borrachera.

Pero fue más adelante cuando Soledad se refirió a una etapa sombría de su vida. Más precisamente, cuando Andy planteó “Avancen al punto de encuentro los que la pasaron mal en una relación”.

Tras dar un paso al frente, expresó: “No voy a decir en qué relación fue, pero es de hace muchos años. Quiero aclarar que no es el papá de mi hijo. En el momento no me di cuenta que la estaba pasando mal. Me di cuenta después cuando lo pude ver a través de mis amigas, amigos y mi familia, y una vez que ya me había separado. Fue una relación tóxica”.

“Y una es como que se mete en eso y no lo podés ver, entonces tampoco podés salir. Y cuando pasa algo, pensás que tenés que perdonar o que es culpa tuya. Me sentí con mucha culpa durante mucho tiempo. Y cuando me separé, me sentí liberada totalmente”, añadió.

En la continuidad de su relato, Soledad Fandiño reveló que en esa relación “hubo violencia verbal” y un estado de control asfixiante.

“Me decía ‘¿llegaste?’, ‘llamame cuando llegues’, ‘avisame con quién estás con nombre y apellido’, ‘¿por qué está tal persona?’. Y te empezás a ahogar, aunque no estés haciendo nada malo. Por ahí estás con un compañero de trabajo o con una amiga o saliste al cine y es ‘¿por qué saliste y no me avisaste?’”, detalló.

Cuando el tiempo televisivo demandaba una resolución para el relato, Soledad habló con respecto a cómo logró superar ese noviazgo.

“Era complicado. Me miraba los guiones para fijarse bien si me tenían que tocar un hombre o no me tenían que tocar. Supongo que salí con la ayuda de mis amigas porque en lo último de la relación yo ya ponía el altavoz en el teléfono”, señaló

“Esto fue hace mucho tiempo y nunca lo hablé. Había poca diferencia de edad”, cerró.