No fue una noche fácil la del miércoles en MasterChef Celebrity, especialmente para Damián Betular quien, por algún motivo, se vio obligado a supervisar la mayor parte de los platos de la noche.
A veces de buen humor, a veces exacerbado y otras (como la última) sacado de quicio. Uno de los grandes conflictos llegó por el abatidor, elemento clave a la hora de enfriar preparaciones que en el pasado generó conflicto en los participantes que se boicoteaban mutuamente. Gastón Dalmau, que terminó con tiempo, se convirtió en el custodio del aparato: no dejó pasar ni siquiera al jurado. María O’Donnellno colaboró, ya que le preguntó a Damián dudas de emplatado que a esta altura no debieran aparecer; Sol Pérez,ahogándose en un mar de dudas; Claudia Fontán, pidiendo secretos para su pavlova y Georgina Barbarrosa, que al estar disfónica, pedía atención desde lo gestual.
Y, claro, el chef no aguantó más, y el desmolde de un cheesecake por parte de Dalmau fue la gota que rebasó el vaso. Sacado, a los gritos y contenido por Donato, Betular fue arrastrado lejos de las estaciones hasta que se calmó.
Con la degustación le volvió al jurado el buen humor, pero hasta por ahí nomás. Algo le quedó entre ceja y ceja, porque fue particularmente ácido a la hora de juzgar los resultados. Menos mal que el concurso está en la recta final, porque los nervios están al límite.