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La guerra entre los medios británicos más críticos contra los duques de Sussex afronta una nueva batalla que, por el momento, parecen haber perdido Harry y Meghan Markle. Esta vez fue además contra uno de los más feroces atacantes de la pareja, el presentador británico Piers Morgan, que ahora se vio ganador de uno de sus enfrentamientos más polémicos.

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El regulador de los medios británicos, llamado Ofcom, aceptó que Piers Morgan tenía derecho a criticar abiertamente a Meghan Markle, como hizo a principios de marzo en el programa de ITV que conducía, llamado Good Morning Britain.

En aquel momento, poco después de la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey en California, Morgan atacó duramente a la duquesa y sus declaraciones sobre que había llegado a pensar en el suicidio y que su salud mental se había visto dañada por formar parte de la familia real británica. Las críticas del periodista, que aseguró no creer una sola palabra de lo dicho por la exactriz y la llamó “princesa Pinocho”, fueron tan intensas que se fue del estudio de televisión y, más tarde, perdió su trabajo en el programa.

Las declaraciones de Morgan siempre son ácidas, pero en ese momento rozaron lo dañino, lo que provocó que Ofcom recibiera más de 58.000 quejas del público contra el periodista, incluida una protesta por parte de la propia duquesa de Sussex, que se quejó tanto ante el regulador como ante la cadena ITV.

Sin embargo el propio Morgan, de 56 años, también presentó a su vez una queja ante el organismo. Ahora, éste falló que efectivamente él estaba haciendo uso de su derecho a la libertad de expresión. “Nuestra decisión es que, en general, el programa contenía suficientes puntos de vista distintos para proporcionar una adecuada protección y contexto a sus espectadores”, señalaron desde Ofcom, donde también aseguraron que el hecho de no permitir expresarse al periodista habría supuesto un recorte a la libertad de expresión.

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“El código permite que los individuos expresen puntos de vista fuertes y argumentados, incluyendo aquellos que pueden ser potencialmente dañinos o altamente ofensivos, y que quien los emite los incluya en sus programas. La restricción de esos puntos de vista podría, en nuestra opinión, ser un recorte injustificado y escalofriante de la libertad de expresión, tanto para la cadena como para la audiencia”, explicó Ofcom en sus conclusiones.

El regulador afirmó que sintió una cierta preocupación por la forma, tan a la ligera, en la que Morgan habló de forma despectiva sobre los pensamientos suicidas de la duquesa, pero que las demás opiniones y el enfrentamiento verbal ofrecido por el resto de sus compañeros durante el programa contrarrestó su tono y ayudó a ofrecerle contexto.

Cuando Meghan Markle y el príncipe Harry se casaron. (Foto: Reuters/Damir Sagolj)Por: REUTERS

Morgan, por supuesto, se mostró más que contento por la decisión del regulador, escribiendo docenas de tuits al respecto y hasta una columna en el Daily Mail donde asegura que, como él dijo, al menos 17 de las cuestiones que plantearon los duques en la entrevista con Winfrey eran falsas. Sin un puesto fijo ahora, sigue siendo un crítico del matrimonio, en especial de Markle, a la que sigue llamando “Princesa Pinocho”.

“Estoy encantado de que Ofcom haya apoyado mi derecho a no creer las incendiarias proclamas ante Oprah Winfrey del duque y la duquesa de Sussex, que se demostraron falsas. Esta es una rotunda victoria por la libertad de expresión y una rotunda derrota para los Príncipes Pinochos. ¿Me van a devolver mi trabajo?”, tuiteó.

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Según Morgan, la cuestión no gira alrededor de él ni de Meghan Markle, “sino de la libertad de expresión y el derecho a dar una opinión”. Por eso, opinó: “Vivimos en una era en la que se convirtió en una ofensa punible decir lo que pensás sobre casi todo por miedo a que algo o alguien se ofenda. La insidiosa cultura de la cancelación representa la mayor amenaza a la democracia que vi en mi vida. Gente de todo el mundo es avergonzada e incluso despedida de sus trabajos por expresar una opinión que a la brigada en alerta no le gusta”.

Meghan Markle y el príncipe Harry. (Foto: AP)

Por el momento, los voceros de los duques no dijeron nada al respecto. Pero la noche del miércoles, pocas horas después de conocerse el dictado de Ofcom, el príncipe Harry apareció en una gala de premios británica de forma virtual, desde su casa en los Estados Unidos. En la fiesta estaba presente Morgan. En el discurso que ofreció, el príncipe no dudó en criticar a “aquellos que trafican con la mentira y el miedo en los medios y las redes sociales”. Se refería, sobre todo, a los que hacen dudar sobre la importancia de la vacunación. Pero el mensaje ya había sido enviado.

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