Hace bien poco os comentaba que Netflix lleva tiempo colaborando con algunos de los cineastas más importantes de Hollywood con motivo del estreno de ‘Apolo 10½: Una infancia espacial’, la excelente película de Richard Linklater, pero ojo, porque este 1 de abril también llegaba a la plataforma ‘La burbuja’, la nueva comedia de Judd Apatow.
Por desgracia, ‘La burbuja’ también es la película menos inspirada del autor de títulos tan estimables como ‘Lío embarazoso’, ‘Si fuera fácil’ o ‘El rey del barrio’. Es verdad que puede no apetecer demasiado ver una comedia sobre la pandemia a estas alturas, pero lo realmente molesto en el caso que nos ocupa es que tenga poca gracia y además desaprovecha un reparto repleto de rostros conocidos y con talento.
Curiosa pero desaprovechada
Lo mejor de ‘La burbuja’ es su premisa: un grupo de actores tienen que grabar la enésima secuela de un gran éxito de Hollywood, con la particularidad de que es uno de los primeros rodajes que se retoman tras el parón provocado por la pandemia de coronavirus. Obviamente, todos los problemas que os podáis imaginar vinculados a ello están en esta nueva producción de Netflix.
Seguro que no soy el único al que se le ocurren varias bromas al respecto a tenor de lo que hemos ido sabiendo de la industria del cine desde que retomó su actividad, y las más obvias están en la película, sobre todo en su tramo inicial. Llama la atención que sea también entonces cuando la película se acerca más a ser entretenida, ya que hay tantos personajes presentar -aunque el protagonismo recae sobre una correcta Karen Gillan– que pasan bastantes minutos antes de que los conozcamos a todos con mayor o menor profundidad.
Ya entonces uno empieza a sospechar que ‘La burbuja’ va a basarse más en la acumulación de situaciones cada vez más absurdas que en cualquier otra cosa. Sobre el papel, no suena a que sea algo necesariamente negativo, pero es que al guion, firmado por el propio Apatow en colaboración con Pam Brady, le falta fuerza cómica, hasta el punto de plantear multitud de ideas para luego olvidarse completamente de ellas.
Es verdad que la película retrata un rodaje caótico, por lo que se puede entender que la narrativa tienda también un poco a ello, pero lo que cuesta perdonar es que haya varios personajes que están poco menos que de adorno -¿en serio fichas a Maria Bakalova después de ‘Borat, película film secuela’ para esto?-, sin que eso además suponga dar nada divertido con lo que jugar a los que tienen un mayor protagonismo. De hecho, algunas presencias parecen justificadas únicamente por el recurso del falso documental que Apatow malgasta por completo.
Pienso por ejemplo en Pedro Pascal, que al principio da la sensación de querer ir en una línea similar al Robert Downey Jr. de ‘Tropic Thunder’ pero con un enfoque aceptable actualmente -vamos, nada de blackface-, o en David Duchovny, quien parece canalizar aquí la mala fama de Edward Norton por entrometerse más de la cuenta en las películas en las que participa.
Una oportunidad perdida
Y es una pena, porque la base como mínimo curiosa estaba ahí, pero la ejecución cae en lo mediocre la abrumadora mayoría de las veces. No es tanto que falte ingenio, que también, como que Apatow parece conformarse con el chascarrillo fácil -prueba de ello es su burla del mundo TikTok-, estirando además las situaciones con muy poca o ninguna gracia y reduciendo al mínimo aquellos pocos apuntes divertidos o que al menos pueden provocar la sonrisa en el rostro del espectador, que, seamos justos, alguno hay. Pero están ahí tirados sin más con el resto, sin ningún mimo por parte de Apatow hacia ellos.
Además, eso sucede sin importar el tipo de humor empleado, pues también hay espacio para lo escatológico pero sin hacer ningún tipo de apuesta decidido por ello. Simplemente aparece de forma puntual y con poca fortuna. Para animar un poco la función también hay una generosa cantidad de cameos, pero ni siquiera eso logra animar la función.
Lo que queda al final es una película demasiado larga -Apatow suele pecar de ello, pero nunca se notó tanto como aquí- que llega a hacerse pesada y que desaprovecha de forma sistemática todas las situaciones que plantea. Ni que sea por comparación con el resto, hay alguna algo simpática, pero incluso entonces predomina la sensación de oportunidad perdida de mofarse a costa de Hollywood.
En resumidas cuentas
‘La burbuja’ es una película decepcionante que parte de una idea muy llamativa para luego sacarle muy poco provecho. Queda el consuelo de no ser un desastre comparable a ‘Morbius’, pero Apatow es capaz de mucho más de lo que nos ha dado aquí, donde ni siquiera la implicación de su reparto logra enderezar el rumbo y que podamos pasar un buen rato viéndola.