El mundo de las adaptaciones de Stephen King es todo un campo de minas, principalmente por volumen -de adaptaciones, aunque también por obras publicadas por el escritor- pero también porque no todos los autores cuentan con los mismos recursos para trasladar esos particulares mundos al lenguaje audiovisual. Hay, por supuesto, clásicos incontestables, que nos vienen todos a la mente. También hay joyas ocultas, pero puede ser complicado encontrarlas.
Una de ellas es ‘La ventana secreta‘, que no va a ser uno de esos títulos que aparezca de manera inmediata en una recopilación de mejores películas basadas en sus novelas. Primero por que el relato original forma parte de un recopilatorio de historias cortas llamado «Las cuatro después de la medianoche», no es una obra de referencia. Segundo porque su particular tono de thriller algo juguetón la ha abocado a cierta incomprensión en un momento donde el thriller adulto se daba por sentado. Por fortuna, es ocasión de reivindicarlo, ahora que está en el catálogo de Netflix.
Una pluma criminal
Siguiendo su tendencia periódica a hacer de manera literal historias sobre escritores para comentar el arte de escribir, este relato de King nos hace seguir a un autor bloqueado (Johnny Depp), atrapado en una sequía que lo lleva a cierta espiral decadente. Pero ese será el menor de sus problemas cuando nada más empezar es visitado por un extraño hombre (John Turturro) que le acusa de haber plagiado uno de sus relatos y espera cierta compensación.
El resto de la historia más allá de la premisa es mejor conocerla a través de la narración de la película de David Koepp, que hace aquí uno de sus puntuales pasos a la dirección además de realizar la labor de guionista -que es la que le ha dado un nombre en Hollywood-.
Koepp ha escrito éxitos diversos, que han incluido grandes fantasías como ‘Parque jurásico‘, ‘Spider-Man‘ o ‘La muerte os sienta tan bien‘, pero lo que parece moverle más son esos thrillers serie B de herencia Hitchcockiana que luego realiza con gusto y recursos de producción mediana, como ‘La habitación del pánico‘ o la reciente ‘Kimi‘.
Ese espíritu es el que conduce principalmente ‘La ventana secreta’, dominada por ese tono de thriller psicológico algo desvergonzado que no tiene miedo a tirar de sentido del humor retorcido. A veces este humor tirado de manera muy fina, como la escena en la que el personaje de Depp espía a su ex-mujer y termina citando la canción ‘Once In a Lifetime‘ de los Talking Heads.La influencia de Hitchock se nota también ahí, además de en cómo su protagonista es acusado inesperadamente de un crimen que nunca cometió, incluso aunque difieran en ejecución.
‘La ventana secreta’: intrincado thriller con un fabuloso Johnny Depp
Sus giros de guion causarán mayor o menor efecto, incluso se podrían calificar de predecibles, pero la dirección de Koepp siempre es lo bastante intrincada y juguetona para que la película funcione. Pero lo que la hace resaltar realmente es Johnny Depp, que hace aquí uno de sus mejores trabajos.
No sólo le da un aire excéntrico que hace de este personaje algo más que un protagonista accidental en una aventura que no desea tomar. Ese matiz que da ayuda a sostener los puntos de mayor giro del relato.
Con eso elementos, ‘La ventana secreta’ se vuelve la clase de película que te soluciona una tarde tonta, tanto si disfrutas del thriller adulto como si te gustan los relatos de Stephen King para muy cafeteros. La película sabe tener lo mejor de ambos, con una narración muy eficaz, muy de buen artesano, y sacando a relucir las virtudes de los escritos del autor, incluyendo su afilado humor que dispara hasta hacia su propio final. Una de sus adaptaciones más infravaloradas.