natalie-portman,-estrella-en-marvel:-“me-gusta-el-humor-loco-e-insolito”

Habla seis idiomas, es licenciada en psicología y ganadora de un Oscar. Ah, Natalie Portman, desde hace unos días, es Mighty Thor, con el martillo o Mjölnir en la mano, en Thor: Amor y trueno. El nuevo tanque de Marvel en sus primeras funciones en la Argentina ya fue visto por 120.000 espectadores.

Natalie Hershlag, que para su carrera artística adoptó el apellido de soltera de su abuela, nació en Jerusalén el 9 de junio de 1981. Su padre, médico, se trasladó a los Estados Unidos, y allí fue ella, muy pequeña, primero a Washington D.C., luego a Nueva York. Y en Manhattan fue descubierta por un agente en una pizzería. Tenía 11 años.

Y, a la par de su carrera como intérprete, estudió y se recibió de psicóloga en Harvard, en 2003, cuando ya había rodado once películas. Dijimos que habla seis idiomas (inglés, hebreo, francés, alemán, japonés y árabe, aún no castellano) y ha escrito varios ensayos sobre el conflicto bélico entre Israel y Palestina.


“Chris (Hemsworth) me ayudó mucho con cómo manejar el martillo. Era bastante, bastante pesado”, le dijo a Clarín. Fotos Marvel

Natalie ya está abocada a su próxima película, May December, que dirigirá Todd Haynes y coprotagonizará con Julianne Moore. Pero antes, está más metida con la promoción de Thor: Amor y trueno, por lo que accedió a esta entrevista exclusiva con Clarín, vía Zoom.

-¿Qué recuerdos tenés de cuando viniste a la Argentina?

-Uhm, recuerdo que fui a esquiar con unos amigos y fue tan hermoso. Sin embargo, no estuve allí por mucho tiempo, así que realmente quiero volver. Realmente me encantaría visitarla de nuevo.


Natalie este fin de semana en Roma, adonde viajó para el estreno de la película. Foto EFE

Fue por 2006 que Natalie vino hasta la Argentina, a visitar a Gael García Bernal, que era su pareja, quien estaba rodando aquí. Ya llevaban tres años juntos, pero por entonces se especulaba con que el mexicano estaba en una relación amorosa con Dolores Fonzi.

Lo cierto es que, luego de separarse de Portman, el actor de Amores perros y Diarios de motocicleta estuvo seis años con la actriz de La patota, y con quien tuvieron dos hijos, Libertad y Lázaro. Se separaron en 2014.


El Mjölnir. “Tenían diferentes versiones, porque cuando lo usás 500 veces al día, necesitás que sea un poco más manejable”. Foto AFP

-¿Y qué tan pesado fue llevar el martillo de Thor? Te lo pregunto de una manera literal, pero también metafóricamente.

-Era bastante, bastante pesado, en realidad, el verdadero martillo. Pero tenían diferentes versiones para diferentes secuencias de acción, porque algunas cosas, cuando lo hacés 500 veces al día, necesitás que sea un poco más manejable.

Y, metafóricamente, realmente entendí la importancia y el significado de tener, ya sabés, el valor en el MCU (Universo Cinematográfico de Marvel) de que quién sea que tome el martillo es digno, de una forma u otra. Y entonces, sí, estaba consciente de tratar de hacer que Jane fuera merecedora de ese honor.


“El perfecto asesino”, su debut en el cine, junto a Jean Reno (1994).

Chris (Hemsworth) me ayudó mucho a la hora de entender cómo tenía que mover el martillo, porque en muchas de las escenas solo trabajás con tu imaginación, en el aire, y después lo añaden con tecnología CGI.

-¿Y cómo fue ese reencuentro con Chris?

-Fue extraño, pero maravilloso. Cuando empezamos (en referencia a la primera Thor, en 2011), fue una de las primeras películas de MCU. Iron Man acababa de estrenar, nos dábamos cuenta de que sería algo grande, pero no dimensionábamos aún cuánto. El reencuentro fue muy especial, sí, él ha tenido tanto éxito y ganado tanta popularidad, y sigue siendo una persona genuinamente amable, increíble, trabajadora.


Con Chris Hemsworth. Ya habían rodado las dos primeras de Thor. ¿Por qué volvió a la saga de Marvel?

-¿A qué heroínas mujeres admirabas siendo una niña?

-Creo que siempre admiré a los personajes que… En primer lugar, busqué personajes que se sintieran como yo demográficamente. Definitivamente parecía que me gustaban las mujeres judías. Creo que me identifiqué con eso. Y también, creo, me identifiqué con personajes que lucharon contra la injusticia. Eso fue algo a lo que siempre me apegué emocionalmente cuando era niña.


En “El cisne negro”, por la que ganó el Oscar como mejor actriz protagónica.

Ganó el Oscar por El cisne negro, interpretando a una bailarina algo inestable emocionalmente, que obtiene el rol central en El lago de los cisnes, de Tchaikovsky, lo que pone en juego su salud mental. Como había tomado clases de ballet desde los 4 años hasta los 13, decidió que todas sus escenas de ballet las iba a hacer ella, sin ninguna doble de cuerpo. Por el filme de Darren Aronofsky ganó el cuarteto al que suelen aspirar los intérpretes estadounidenses: el Oscar, el Globo de Oro, el BAFTA y el premio del Sindicato de Actores, o SAG.

Rodando esta película fue que conoció al bailarín Benjamín Millepied. Se enamoraron, se casaron y tuvieron dos hijos, Amalia y Aleph. Millepied la acompañó a la ceremonia del Oscar, en febrero de 2011, cuando estaba muy embarazada.


Embarazadísima, Natalie llega a la entrega del Oscar, en 2011, junto al bailarín Benjamin Millepied, padre de sus dos hijos.

-No participaste en “Thor Ragnarok”, ¿qué te convenció para unirte de nuevo a una aventura de Thor?

-Bueno, Thor: Ragnarok fue tan increíble, y el humor, la sensibilidad y las imágenes estaban como a un siguiente nivel. Y me di cuenta de que Taika (Waititi, el director) tenía esta increíble habilidad para combinar esto, como lo hace en todas sus películas. Realmente me gusta el humor loco e insólito. Ese es su propio tono, con esta emoción muy sentida. Y es una forma increíble de entretener a la gente.


Natalie le dijo a Clarín que siempre “me identifiqué con personajes que lucharon contra la injusticia”.

Es increíble tener la posibilidad de volver, todavía más cuando mi personaje se ha convertido en una superheroína, algo inesperado. Y ver cómo el MCU se expande, entran tantos personajes nuevos, y se apuesta por las superheroínas, me parece que es genial que estén llegando en este momento al mundo. Hay más mujeres en cada película, algo que debería ser normal, pero que todavía resulta inusual desafortunadamente.

Cómo fue el regreso a Marvel

Lo cierto es que cuando el director Taika Waititi se sentó a escribir el guion de Thor: Amor y trueno no estaban en sus planes una reaparición de Jane Foster y menos aún de Mighty Thor. Pero, y siempre hay un pero, se le cruzó por la mente recuperar al personaje, que no había estado en Thor: Ragnarok (2017), qué el había dirigido, pero sí en las dos primeras aventuras cinematográficas de Thor.


Taika Waititi, con su Oscar al mejor guion adaptado por “Jojo Rabbit”. ¿Quién se lo entregó? Natalie Portman y Timothée Chalamet. Foto Reuters

¿Qué hizo? Fue a la casa de Portman y le presentó la idea, previa aprobación, claro, cómo no, de Kevin Feige, presidente de Marvel. Si vieron el filme, ya se enteraron cómo lo hicieron, y cómo Waititi hizo que la popular astrofísica Jane Foster se convierta en la Diosa del trueno.

Al margen del cine, Natalie es dueña de un club de fútbol femenino en Los Angeles. Y entre los propietarios del club, fundado el 21 de julio de 2020, en plena pandemia del coronavirus, se encuentra Alexis Kerry Ohanian, el esposo de la tenista Serena Williams.


En la cancha. Natalie, cofundadora del equipo de fútbol femenino Angel City, junto a sus socias Kara Nortman y Julie Uhrman. Foto EFE

-¿Cómo vivís tu experiencia con el Angel City Football Club, el equipo de fútbol femenino que fundaste?

-Fue tan increíble llegar a ser parte de la fundación del Angel City, y ahora es una gran parte de mi vida ir a los partidos de fútbol y ver a nuestras increíbles jugadoras unirse como equipo. Y realmente fue muy emocionante para mí cuando se transmitió la Copa Mundial Femenina, y vi cómo mi hijo, que tenía unos siete años, admiraba a las jugadoras de la misma manera que admiraba a los jugadores masculinos.

Y me di cuenta del cambio cultural increíble que podríamos lograr si valoráramos a las atletas virtuosas femeninas de la misma manera que valoramos a los hombres, como se merecen. Son increíbles. Ya son increíblemente populares. Ya son increíblemente exitosas, pero no están siendo valoradas como se merecen. Entonces, mis socios y yo hemos estado tratando de crear un nuevo modelo que, con suerte, pueda conducir a un tipo diferente de ecosistema en el que las atletas puedan ser valoradas como se merecen.

No queda más tiempo, pero seguramente habrá más Mighty Thor como para volver a dialogar con Natalie.

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