Desde el jueves, se puede ver en los cines El suplente con guión de Diego Lerman, Maria Meira y Luciana de Mello, y con dirección del mismo Lerman. El protagónico es de Juan Minujín, quien está acompañado por Alfredo Castro, Bárbara Lennie, María Merlino, Lucas Arrua, Rita Cortese y su hija Renata Lerman. La película ya participó de importantes festivales de cine: Montreal, San Sebastián – donde Renata ganó la Concha de Plata como Mejor intérprete de reparto (Ver recuadro)-, Toronto y Biarritz. 

Lerman anticipa: “Posiblemente filme el año que viene una nueva película pero aún no lo puedo confirmar. Será muy diferente a El suplente, quiero probar algo nuevo”.

—Tanto en tu anterior película “La mirada invisible”(2010) como en el espectáculo teatral que dirigiste y adaptaste, “Cómo vuelvo”, sobre textos de Hebe Uhart, también estaba presente la docencia: ¿es una obsesión?

—Ambas películas (La mirada invisible y El suplente) conviven en la escuela secundaria. En la del 2010, el eje es una preceptora en tiempos de dictadura, mientras que en ésta todo pasa por un suplente, un profesor de literatura. En la obra teatral Cómo vuelvo la protagonista fue una maestra rural. Lo que quisimos contar con María (Merlino) era esa realidad, buscamos varios textos y lo armamos. Tuvimos la gran alegría que le gustó a la autora (Uhart). Y sí, me interesa mucho la educación a todo nivel. Socialmente siento que es la salida y cinematográficamente es una fuente de conflictividades y posibilidades. Es un territorio muy diferente y aunque en La mirada invisible me basé en la novela Ciencias morales de Martín Kohan siento que las dos películas dialogan.

—En estas últimas semanas estuvo muy presente el tema de las tomas en los colegios…

—Estaba afuera, pero estuve bastante al tanto. Incluso cuando estábamos en el Festival de Toronto, entró la gendarmería a una escuela del bajo Flores. Me mandaban imágenes y sentí que eran muy parecidas a las de la película, donde también se veían armas y uniformes. Posiblemente mi próxima película no tenga nada que ver con la educación, necesito buscar distintos universos. Pero reconozco que es un tema que me cautiva mucho.

—¿Tenés mucha experiencia en los festivales?

—Desde mi primera película conocí varios y gané premios. Por suerte, ellos te abren puertas. Es una posibilidad de mostrar tus trabajos en otros países y te permiten más distribución. Tuve la suerte de poder estrenar mis películas en distintos países.

—¿Cómo fue la reacción de los otros públicos ante “El suplente”?

—Fuimos primero a Canadá, después a San Sebastián y finalizamos en Biarritz. Después seguiremos por San Pablo y Viña del Mar. Hasta ahora son los confirmados y en algunos casos irá alguien del equipo. Como padre fue muy importante que Renata -mi hija- ganara el premio en San Sebastián. Fue muy emotiva la recepción, tuvimos una gran ovación, la gente te lo hacía saber, porque es muy cálida. También hay que subrayar que era la primera edición del festival con la presencialidad plena, antes no había sido posible. Nos paraban en la calle vivimos quince minutos de aplausos. Mientras que en Toronto nos preguntaban mucho, querían saber todo. Estamos con la inquietud de estrenar aquí, en la pantalla grande, no sólo en los cines, sino también en algunas escuelas y gremios. La pasaremos en la Isla Maciel donde filmamos muchas escenas, queremos que la vea el barrio, ya que nos ayudó mucho. 

—¿Qué le impacta a alguien que no es argentino?

—Creo que accedió a un mundo bastante universal. Muestra a un profesor de secundario que le cambia la vida a un alumno, a pesar de sus contradicciones, más allá de su relación con su padre, su ex esposa o con su propia hija. La gente se conmueve, me parece que toca una fibra muy sensible. La realidad que se muestra con la injerencia del narcotráfico en esos barrios es fácil de identificar en toda Latinoamérica. La educación apuesta al futuro. La docencia trasciende a la formación y los contenidos, porque llega a ir a buscar a un alumno o a convencer a sus padres para que vuelva y también puede ayudar en la alimentación. Se ve el gran voluntarismo de los docentes, excediéndose en sus funciones educativas. La investigación previa que hicimos me llevó a mostrar esta realidad.

El premio celebrado

La actividad de Diego Ramos Diego Lerman recuerda su pasado escolar: “Me crié en Almagro, fui a una escuela en la primaria en Gascón y Humahuaca, que ya no existe y la secundaria la hice en Villa Crespo, ambas privadas. Pero después, mi formación terciaria y universitaria la hice en ámbitos públicos como fue en la EMAD y en la UBA. Me gusta dar clases: es un ida y vuelta que te marca, lo mismo me pasó con mis profesores”.

Casado con la actriz María Merlino, conforman desde el año 2008 la compañía teatral Flor de un día, dueños de varios estrenos importantes. Con dos hijos Milo y Renata, es ella quien debutó como intérprete en la película El suplente, encarnando a la hija del protagonista que interpreta Juan Minujín. Dice Lerman: “Reni fue a una escuela cooperativa y ahora está en una privada en Caballito”. 

La misma Renata Lerman confiesa: “Desde que era muy chiquita quería actuar en una película de mi papá y siempre le preguntaba si había algún papel para mí. En este caso me dio la oportunidad de hacerlo. No sé si seré actriz. El año que viene entro al secundario. Todavía no sé lo que voy a hacer. Me gusta mucho ver ensayar a mi mamá en el teatro y luego ir a sus funciones”.

Subraya: “Mi papá es un gran director y nos llevamos muy bien en el rodaje. Juan (Minujín) siempre me preguntaba cómo me sentía, ya que hubo alguna escena de cierta violencia y él se preocupaba mucho por mí. Fue mi papá quien me dio la noticia que estaba nominada para la Concha de Plata como Mejor intérprete de reparto. No lo podía creer. Había muchos actores más conocidos que yo y nunca pensé en ganarlo. Cuando lo gané y subí para agradecerlo, estaba muy nerviosa. Escuché aplausos y no oí nada feo. De muy chiquita fui a otros festivales para acompañar a mi papá. A mí me parece que la película está muy bien y es un tema muy importante. Me gusta ir al cine. Ya vi Argentina 1985 y sabía un poco de esa historia. El teatro me da más miedo, en el cine está todo grabado. Me gustaría que me volvieran a llamar para filmar”.

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