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Anunciada con bombos y platillos desde hace unos meses, El encargado llegó al streaming y les pasó el trapo a todos: en solo una semana se convirtió en la serie de producción nacional más vista de Star+ en toda América latina.

Con el protagónico de Guillermo Francella y el aval de Mariano Cohn y Gastón Duprat como dupla creativa de la ficción, la serie que se estrenó el miércoles 26 de octubre se instaló rápidamente en el boca a boca y en las recomendaciones de la crítica especializada. Y, al mismo tiempo, despertó polvareda en el gremio que nuclea a los coloquialmente llamados “porteros”.

Usa asociación salió al cruce descalificando a Francella y perdiendo de vista que se trata de una ficción, con todas las libertades narrativas del caso. Claro que ese ida y vuelta, alimentando por los debates en los medios, le terminó sumando audiencia a la serie, que, por otra parte, merece ser vista, dado su alto nivel en varios de sus frentes.




Guillermo Francella le respondió a la agrupación de encargados que criticó su labor en la ficción de Star+.

Si bien la plataforma, como la mayoría de las empresas del streaming, prefiere no dar cifras concretas de rating, sí anuncia que El encargado batió el récord de audiencia desde el lanzamiento de Star+.

Además, mientras sus once capítulos siguen disponibles para ver de a uno, de a pares o en modo maratón, acaba de ponerse en marcha, en una cuadra de Belgrano, la grabación de la segunda temporada, que aún no tiene fecha precisa de estreno.

Realizada por Pegsa, esta comedia dramática que muestra las luces y sombras de Eliseo (Francella) –el encargado del edificio del que muchos quieren desalojarlo– también cuenta con las actuaciones de Gabriel Goity (Matías Zambrano), Darío Barassi (Gabriel), Moro Anghileri (Paola) y Gastón Cocchiarale (Miguel).




Eliseo, el encargado que crearon Mariano Cohn y Gastón Duprat.

La ficción está dirigida por Cohn, Duprat, Jerónimo Carranza y Diego Bliffeld y fue escrita por un equipo de guionistas liderado por Emanuel Diez.

A 48 horas de su estreno en el streaming, la serie tuvo su debut en la TV abierta, el viernes pasado, en el prime time de El Trece. De acuerdo a lo establecido con la plataforma, sólo se emitió el primer episodio. Esa noche, la aparición de Francella por un canal que no fuera Telefe promedió 8,6 puntos.

Los que lavaron la vereda de la TV antes que Eliseo

Beto Baldés (Miguel Ángel Rodríguez)

Por amor a vos, 2008 (El Trece)

Era uno de los tres personajes centrales de la tira de Polka, junto a Margarita Carloni (Claribel Medina) y Mauricio (Raúl Taibo). Planteada sobre un triángulo amoroso, la comedia giraba en torno a una mujer que, por caprichos del guión o del destino, se tenía que hacer cargo de la limpieza de un edificio, sin tener idea de cómo hacerlo.




Beto y Margarita, la tierna pareja que compusieron Miguel Ángel Rodríguez y Claribel Medina.

Y ahí entonces entraba en juego Beto, cuyo apellido le hacía un guiño a los baldes que usaba para pasillos y veredas. Él estaba a cargo del edificio de enfrente, quien no tardó ni un minuto en cruzar la calle para hacerle a Margarita más sencillas las tareas.

Ella tenía un hijo, León (Nicolás Cabré), vivían solos. Beto era padre y estaba casado con Ángela Torales (Pata Echegoyen), con quien vivía en alta tensión matrimonial.

La llegada de Margarita al barrio le encendió todas sus virtudes. Beto era el bueno de la cuadra, el siempre dispuesto a la hora que fuera. A diferencia de Eliseo, tenía muchísimas más luces que sombras.

Y luego de varias idas y venidas, con el odontólogo que componía Taibo en el medio, Margarita y Beto fueron felices. Y Baldés, además, se convirtió en un personaje clave en la galería personal de Rodríguez, quien se la pasó firmando autógrafos en las veredas mojadas de Olivos, donde se grababan los exteriores.

De esa tira también se desprende otro portero, el Plácido Domínguez que interpretaba Roly Serrano, uno que sabía jugar con las conveniencias.

Wilson (Berugo Carámbula)

Son amores, 2002 (El Trece)

En el esquema original, y en los créditos, el suyo no era un personaje principal, pero terminó convirtiéndose en pieza fundamental de la comedia que protagonizaban Miguel Ángel Rodríguez (aquí era árbitro de fútbol), Nicolás Cabré, Mariano Martínez y Florencia Bertotti.




Wilson, el carismático uruguayo que interpretaba Berugo (aquí junto a Mariano Martínez).

Wilson era el encargado del edificio de Roberto Sánchez (Rodríguez), al que también fueron a vivir sus sobrinos, los tres hermanitos Marquesi. Tan uruguayo como el actor que lo encarnaba, Wilson sabía más de lo que decía y no se le escapaba nada. Cada tanto soltaba un “botija” y sabía moverse de acuerdo a sus diferentes interlocutores.

Al Rey Sol Marquesi (Martínez) y a su hermano Pablo (Cabré) los cubría demasiado, pero su máxima lealtad era con el dueño de casa. Enfundado en su laboral saco beige, siempre tenía una franela a mano y un gesto de “No sé, no lo vi, no escuché” como primera reacción ante un chimento de pasillo.

“Es un personaje muy especial, porque, como todo encargado, sabe lo que pasa en todos los departamentos. Es muy compinche con el personaje de Miguel, lo ayuda, se hace amigo de los sobrinos del interior. Es más bien picarón y es querible (…) Es un loco lindo. Y a mí Adrián (Suar) me dijo ‘Dale, sos vos’. Y me hizo acordar a mis épocas de Hiperhumor. Me divierte muchísimo hacerlo”, le contó Carámbula (que falleció en 2015) al diario Río Negro en 2002.




Berugo, Millie Stegman y Rodríguez, en un alto de la grabación de la comedia de Polka.

Román Bodabilla (Daniel Hendler)

Aquí no hay quien viva, 2008 (Telefe)

Adaptación de la serie española del 2003, la historia ponía la lupa en los habitantes de un edificio de tres pisos y personajes variopintos. Entre ellos, Román Bobadilla, la criatura que acercó definitivamente a Hendler a la televisión.

El uruguayo integraba el protagónico coral junto a Julieta Ortega, Eduardo Blanco y Roberto Carnaghi, entre otros. “A él le gusta hacerse llamar encargado, no portero”, le explicaba el actor a Clarín, a fines de 2007, en la previa al estreno.

Con su uniforme color arena y su pelo engominado, Román oficiaba de aliado del presidente del consorcio, Juan Cuesta, a cargo de Blanco, que habitaba el 2° “A”.




Hendler, junto a Carnaghi y Blanco, en la portería de “Aquí no hay quien viva”.

“Román es un tipo muy hábil para trabajar poco. No tiene espíritu muy competitivo y le gusta buscar atajos para ahorrar su propia energía (…) Es un atorrante, más allá de su profesión”, lo definía Hendler, que, si bien no se consideraba portero, vivía en la portería con su papá, Hipólito, interpretado por Carnaghi.

No era definitivamente un vago, pero no se parecía mucho al Beto Baldés de la vereda de enfrente, la de el Trece (los dos programas se emitieron en 2008).

Más allá de que no hubo una ficción sobre porteros como comunidad, la TV tiene su propia historia de propiedad horizontal repartida en el tiempo. Y en los canales.

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