De entre todas las tramas que tenemos en ‘The White Lotus‘, esta semana (y para no variar) la palma de las más divertidas se la lleva la de Tanya McQuoid y su fantasía italiana. Algo que el personaje de Jennifer Coolidge cumple en el segundo episodio de la serie de HBO Max.
Un sueño de recorrer las carreteras costeras junto a su marido a bordo de una Vespa que tiene su origen en una de las grandes actrices del cine italiano: Monica Vitti.
Así describe Tanya a su marido Greg (Jon Gries) lo que quiere hacer ese día:
«Mi sueño en Italia es parecerme a Monica Vitti. Y después, un hombre con un traje ajustado viene y me enciende el cigarro. Y sabe muy bien. Y después me lleva a dar un paseo en su Vespa. Y, al atardecer, bajamos al mar a uno de esos lugares tan románticos. Y después beberemos muchos aperitivos y comemos platos enormes de pasta con almejas gigantes. Somos muy elegantes y felices y somos… atractivos.»
‘La aventura’ como referencia de ‘The White Lotus’
Como habéis podido imaginar, el sueño de Tanya es prácticamente ser la protagonista de películas como ‘La aventura’ (L’Avventura, 1960), película de Michelangelo Antonioni que es una de las claras referencias de esta temporada de ‘The White Lotus’ (la película, de hecho, termina en el mismo hotel donde se ha rodado la serie).
En la cinta, asistimos a la búsqueda de una mujer por parte de su pareja (Gabriele Ferzetti) y su mejor amiga (Vitti), quienes empiezan a sentirse atraídos el uno por el otro. Un homenaje/referencia nada casual debido a que la temática de esta temporada y de este episodio concreto es precisamente la infidelidad.
Esta es una de las películas cumbre de Vitti, a la que dijimos adiós este pasado febrero. La actriz, que hubiera cumplido 91 años la semana pasada, es considerada todo un icono del séptimo arte italiano. A lo largo de su carrera cosechó cinco David di Donatello y un Oso de plata del festival de Berlín, entre otros galardones.
El final del sueño (italiano)
Volviendo al homenaje, la idea de Tanya es de esas que sonaba espectacular en su cabeza y la realidad es otra cosa. Ante el recelo de Valentina, lo que incluye un intercambio bastante ingenioso, finalmente vemos que la recreación de ese viaje en Vespa es de todo menos glamuroso.
Sin embargo, los baches y lo molesto del aire y los mosquitos no terminan de tumbar el ánimo de la escapada sino el momento de reposar finalmente, ir a cenar a un restaurante y encontrarte con la mala noticia de que Greg partirá al día siguiente a Denver por motivos de trabajo.
Algo que disgusta sobremanera a Tanya a pesar de que su marido lo justifica diciendo que no puede depender siempre del dinero de ella, sacando a colación el acuerdo prematrimonial. El final también refleja a su manera un poco el del filme italiano, con Tanya despertándose para ver que su marido no está en la cama y descubriendo una posible infidelidad al escuchar a Greg hablando por teléfono en tono cariñoso.
Un modo estupendo de cerrar un episodio en el que la sombra de las infidelidades ha ido navegando. Y no solo en esta trama entre Greg y Tanya o en las aventuras y adicciones al sexo de Dom, sino que también se empieza a vislumbrar algo entre los personajes de Theo James y Aubrey Plaza.