Con un perfil muy particular y una historia de vida repleta de anécdotas jugosas, Marixa Balli desembarcó en LAM, el programa que conduce Angel De Brito por América, para ser una «angelita» más. Después de una entrevista que el conductor le hizo, en octubre del año pasado desde un móvil en su local de ropa, Marixa volvió a ser parte de la pantalla chica, con presencia diaria desde hace un mes.
Tuvo varias facetas antes de la actual de panelista: fue vedette, bailarina, cantante de cumbia, actriz, empresaria y comerciante. En la década de 1990, arrancó como «chica del verano» y protagonizó videoclips. Desde entonces, su melena morocha con flequillo y su amplia sonrisa se mantienen tal cual, casi como una de sus marcas registradas.
Del Colón a la bailanta…
Creadora de la inolvidable «Cachaca», sus inicios fueron en la escuela de baile del Teatro Colón, algo que siempre recuerda. «Arruiné la vida de mis padres, pasé del Colón a la bailanta«, confesó en su paso por el ciclo PH, hace unos años. Su destreza para la danza también la llevó a participar de Patinando por un sueño y de Bailando por un sueño, dos décadas atrás.
Pero después de muchos años de altísima exposición, de un ritmo frenético de shows tropicales, varios por noche, y de unos cuantos romances que ocuparon las tapas de las revistas y los programas de chimentos, Marixa hizo un parate.
Eligió entonces bajar el perfil, cambiar de rubro y dedicarse a fabricar y vender ropa y zapatos. Primero lo hizo en un puesto en la feria de La Salada, en el Gran Buenos Aires, y luego en el actual, en la zona comercial del barrio de Flores.
Antes de su llegada a LAM, algunas de sus compañeras quisieron saber cómo iba a hacer para continuar con ambos trabajos y Marixa aseguró que no tendría problemas: «Cierro el local a las cinco». El programa, en vivo, empieza a las 20.
En un mes como «angelita», Marixa dejó en claro que, sea por el tiempo que sea, hará su aporte bien a su estilo picante, como es costumbre. Por eso, no tiene problema, por ejemplo, en decirles a los participantes de Gran hermano que pasan por el ciclo (para ser entrevistados por el conductor y las panelistas) que no ve habitualmente el reality del Telefe.
Marixa vs. resto de lsa «angelitas»
En sus primeros días en LAM, Marixa comentó quiénes de sus compañeras (Yanina Latorre, Andrea Taboada, Fernanda Iglesias, Estefi Berardi, Nazarena Vélez y, en ese momento, Pía Shaw, que luego dejó el ciclo) le habían dado la bienvenida y quiénes no la habían saludado en el grupo de Whatsapp, lo que generó un roce con Latorre.
Poco después, la nueva panelista tuvo un ida y vuelta con Nazarena, en el que ambas recordaron un par de peleas mediáticas que protagonizaron en los ’90. Pero, a pesar de admitir que «varias veces nos hemos agarrado», aparentemente no quedaron rencores y ambas se lo tomaron con bastante sentido del humor.
En este poco tiempo transcurrido como panelista de LAM, más de una vez surgieron temas que dispararon recuerdos y anécdotas de Balli durante su época de actriz y cantante. Además trajo, desde el recuerdo, a otros protagonistas famosos con los que vivió romances.
En ese sentido, quien ya fue nombrado varias veces es Rodrigo Bueno, con quien la panelista vivió su noviazgo más conocido, precisamente en el momento de mayor éxito del cantante cordobés, antes de su trágica muerte en junio del 2000.
El recuerdo más reciente que apareció en el programa fue la relación sentimental que Marixa tuvo con Marcelo Tinelli, también en los ’90 y que no fue pública entonces.
¿Ex de Tinelli?
Sin pelos en la lengua, la nueva angelita aseguro: “Es lo peor que me pasó. Me equivoqué mal. No hay que estar con poderosos porque te arruinan la carrera. Es un detalle, la vida te la arruinan bastante. Varios, no uno solo a veces. Pero me equivoqué”.
Frente a la insistencia de algunas de sus compañeras, Marixa lanzó un par de miradas fulminantes y aclaró: «No voy a decir más». Lo mismo sucedió en alguna ocasión en que rondaban posibles nombres de antiguos novios de los que ella no quiere revelar detalles.
Bien lejos de su época de la bailanta, cuando su fama era explosiva, ahora Marixa se muestra en otro rol. Sus opiniones tienen algo de aquella chica mediática que hacía ocho shows por fin de semana y vivía a mil, con algo de la empresaria actual, a la que le interesa mucho sostener su negocio textil.
Sobre todo, porque, según ella misma le dijo al conductor de LAM: «La vida pasa, el cuerpo se deteriora y, después, ¿quién te banca?«, aportando una cuota de practicidad y realismo aprendida en su etapa como emprendedora, con los altibajos que eso implica.
