El director de Argentina, 1985, Santiago Mitre, siguió la lectura de las candidaturas desde Córdoba. “Después de los Globo de Oro me vine de vacaciones a Córdoba, así que acá estoy, en un lugar en las sierras con muy poca conectividad -comenzó contándole a Clarín-. Hoy llovía muchísimo, así que no, no había Internet a la mañana -Internet por antena-, y los vimos en un celular con unos amigos acá, que uno de ellos tenía 4G.

Fue una alegría enorme. Te lo imaginarás y se lo imaginarán todos. Ya estábamos con mucha expectativa por el Golden Globe. Por supuesto que la notoriedad de la película creció mucho, así que sabíamos que teníamos chances, pero bueno, esperábamos la noticia y hoy, afortunadamente, se confirmó.

Ricardo Darín y Santiago Mitre posan en la sala de prensa con el Globo de Oro a mejor película en lengua extranjera. Foto AP


Ricardo Darín y Santiago Mitre posan en la sala de prensa con el Globo de Oro a mejor película en lengua extranjera. Foto AP

-¿Qué significa para vos esta nominación al Oscar?

-Es un reconocimiento enorme. La película, desde que se empezó a ver en Venecia, viene dándonos muchas alegrías y conectando con el público de una manera sorprendente y muy única. Me parece que hay algo de lo que este juicio simboliza que, por supuesto, cala muy hondo en el público argentino, pero también produce efectos muy profundos en el público de otros países.

La defensa de la democracia y la justicia son temas que preocupan en muchas sociedades. Vimos que la película conectaba mucho con el público en los Estados Unidos, no solo con un público que podía tener historias más similares a la Argentina. Eso fue algo que fue sucediendo y fuimos notando cómo el interés por la película iba creciendo, y cómo en los Estados Unidos y en otros lugares se iban apropiando de los temas. Con todo lo que está sucediendo en el mundo, lo que sucedió en Brasil hace poquito, lo que sucedió en Estados Unidos hace un par de años.

Mitre posa durante el Festival de Venecia. Ahora está de vacaciones, en Córdoba. Foto AP


Mitre posa durante el Festival de Venecia. Ahora está de vacaciones, en Córdoba. Foto AP

Me parece que la consolidación de la democracia a través de la justicia es un tema de una actualidad enorme y por eso la película tiene los reconocimientos que está teniendo, el premio Globo de Oro, ahora esta nominación, y nominaciones y premios en otros lugares del mundo.

-¿Tenés contacto con los directores de las películas con las que “Argentina, 1985”, va a competir?

-Sí, compartí paneles con varios de ellos, sobre todo con Lukas Dhont (el director belga de Close), que me alegra mucho que también esté nominado porque sé que estuvo trabajando mucho también en la promoción. Con el director alemán de Sin novedad en el frente también compartí algunos paneles.

Los que estamos en esta categoría de película de habla no inglesa o internacional, estamos en bastante contacto, participamos de eventos similares, así que sí, ya los conocí a todos o a casi todos. Me parece que hemos hecho un recorrido hermoso. Ojalá que tengamos la estatuilla, pero estamos muy contentos con todo lo que se ha hecho.

Junto a Darín y Peter Lanzani, en la premiere de "Argentina, 1985" en Buenos Aires, en septiembre de 2022. Foto Reuters


Junto a Darín y Peter Lanzani, en la premiere de «Argentina, 1985» en Buenos Aires, en septiembre de 2022. Foto Reuters

Y hay algo que nosotros siempre decimos en las presentaciones de la película, y que no queremos dejar de destacar en este caso, que se obtiene un reconocimiento que es de una notoriedad mundial muy importante, que es compartirlo con todas las personas y organizaciones que desde la dictadura luchan por la democracia, por construir una sociedad mejor, por la memoria, la verdad, la justicia, la democracia.

Esta película se para, por supuesto, sobre esa lucha y le queremos dedicar todo, todos los logros que se consiguen con la película a ellos y a las personas que hicieron el juicio. A los miembros de la Fiscalía, a los jueces, a los testigos, por supuesto, y a todas las personas que sufrieron el horror de la dictadura. Argentina, 1985 ha logrado poner otra vez en el tope de la agenda o en primera plana de agenda, estas discusiones, estos temas que son tan fundamentales.

Kuschevatzky, desde Los Angeles

El periodista y productor argentino, en una de sus tantas presentaciones en la alfombra roja de los Oscar. Archivo


El periodista y productor argentino, en una de sus tantas presentaciones en la alfombra roja de los Oscar. Archivo

Axel Kuschevatzky es uno de los coproductores de Argentina, 1985. Y es, junto a Victoria Alonso, el único que sigue en los Estados Unidos, porque reside allí.

-Era esperable la candidatura, ¿no?

-Yo tengo una relación ambigua con estas cosas, hasta que no es oficial, es muy angustiante en realidad. La paso muy mal hasta que abren los sobres, no podés ejercer control sobre nada. Es raro, en los días previos los expertos de la prensa internacional auguran listas de películas que estarán entre las candidatas, y a veces estábamos y a veces no estábamos. The Guardian, que nos hizo una muy buena crítica, no la puso.

-¿Cómo seguiste en vivo la lectura de las nominaciones?

-La vi con mis hijos y mi mujer. Se levantaron a las 5 de la mañana. Lo mismo Victoria (por Alonso, presidenta de Marvel y coproductora del filme).

Axel Kuschevatzky en Los Ángeles, con el mítico cartel de Hollywood detrás. (Captura de video)


Axel Kuschevatzky en Los Ángeles, con el mítico cartel de Hollywood detrás. (Captura de video)

-¿Con quién fue la primera persona que hablaste ni bien te enteraste de la candidatura?

-Tenemos un grupo de whatsapp de la película, en la que estamos todos los productores, y está Peter (Lanzani), Javiera Balmaceda de Amazon -que es hermana de Pedro Pascal-, varios de los chicos actores de la fiscalía, Florencia Bas, la mujer de Ricardo, el músico de la peli, Pedro Osuna. Somos como 30 personas. Lo primero que explotó fue el grupo.

-¿Cómo sigue esta historia?

-Hay otras entregas previas al Oscar, los BAFTA en Londres, los Goya en España. Se viene una muy maratónica campaña de prensa, todos viajando y entrevistas, en fin, todas las formas posibles para ser parte de la conversación. Pero es algo que nos pasa a todos, a las cinco películas que están en esta categoría. Es un trabajo muy fino siempre, porque las reglamentaciones de la Academia son muy estrictas. Una maratón salvaje se viene.

Eden Dambrine, Émilie Dequenne y Gustav De Waele en "Close", que compite por Bélgica. Foto AP


Eden Dambrine, Émilie Dequenne y Gustav De Waele en «Close», que compite por Bélgica. Foto AP

-¿Viste las otras cuatro películas con las que “Argentina, 1985” competirá?

-No, decidí no ver ninguna de la lista, cuando eran 15 las preseleccionadas, me iba a pegar una depresión si veía que entraba alguna y no la nuestra… Soy amigo de la gente de las otras películas, del productor de Sin novedad en el frente. En los eventos nos abrazamos con Lukas Dhont, es una situación extraña. Cuando perdimos con RRR en los Critic’s Choice Awards, decíamos que era el segundo mejor escenario, porque ganó una película que no estaba, no podía competir con la nuestra en el Oscar.

-¿Ahora las vas a ver?

-No tengo excusa.

-¿Sos miembro de la Academia de Hollywood?

-No, pero tengo copias de las películas porque me las pasaron porque sí estoy en el sindicato de productores.

-El 12 de marzo, ¿cómo vas a hacer? ¿Vas a estar de los dos lados de la alfombra roja?

-Espero que sí, ya me pasó con El secreto de sus ojos y Relatos salvajes, y está científicamente comprobado que se puede hacer. No es necesariamente muy cómodo, pero se puede hacer.

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