A punto de cerrar sus puertas explotó la Feria de Arte MAPA el domingo. Más de 20 mil personas la recorrieron, desafiando las elevadísimas temperaturas del fin de verano, y compraron obras. Abanicos y botellitas de agua en mano, los visitantes recorrieron los stands, conversaron con artistas y galeristas, y confirieron al evento una energía vivificante.

Probablemente esta sea la edición en que MAPA pasa a ser visible para los coleccionistas de consagrados. Por caso, la gestora cultural Amalia Amoedo adquirió dos dibujos en el stand de Nora Fisch y una obra de 20 mil dólares se vendió en el espacio de la galería cordobesa Sasha Dávila. Pero también se vendieron obras de entre 600 y 1.000 dólares, por marcar la amplitud de opciones que ofrece MAPA.

En diálogo con Clarín Cultura, Clara Martínez de galería Jacques Martínez, que apostó fuerte por MAPA al llevar obras de Ernesto Deira, valuadas en varios miles de dólares, contó su impresión sobre esta feria que suscita cada vez más atracción en galeristas y coleccionistas, y significa una oportunidad para muchos artistas emergentes.

Probablemente esta sea la edición en que MAPA pasa a ser visible para los coleccionistas de consagrados. Foto Lucía Merle


Probablemente esta sea la edición en que MAPA pasa a ser visible para los coleccionistas de consagrados. Foto Lucía Merle

“Nosotros estamos muy contentos y sorprendidos por la gran visibilidad que ha tenido nuestro stand. Vinimos con obras de Ernesto Deira de todos sus períodos. Quisimos apoyar con obras de museo a una feria joven que viene creciendo. Es muy necesaria que exista esta feria a la que pueden acceder galerías que son periféricas, ya sea porque trabajan arte fuera de los cánones de moda y entonces no pasan los comités de selección usuales o porque no pueden pagar los valores que les cobran”.

La galerista de San Isidro señaló que el dato del costo no es menor pues hace posible mostrar “obras jugadas sin tener que elegir lo vendible para pagar el stand”, a la vez que ponderó “la masiva presencia de galerías del interior que vienen profesionalizándose. Apoyar a MAPA es una posibilidad de establecerla como alternativa porque además pone a los galeristas en un justo lugar”.

Intercambio

Sin dudas esta edición atrajo también la atención de galeristas y curadores que circulan habitualmente por arteba que valoraron la posibilidad de acceso del público a obras más cercanas a su presupuesto. Sin embargo, también hubo algunas sugerencias para el año próximo.

Así lo compartió Cecilia Caballero: “Nos gustó mucho la circulación de gente que hubo. Nosotros no trajimos obras de bajo costo. Vendimos algunas por un promedio de mil dólares y creo que hay que tomar para el año que viene las sugerencias que hace la gente para la organización. Son aportes constructivos y se trata de mejorar”.

Los galeristas se mostraron contentos con las ventas. Foto Lucía Merle


Los galeristas se mostraron contentos con las ventas. Foto Lucía Merle

Puede que las críticas constructivas de las que habla la galerista se refieran a la refrigeración del Pabellón que, en un marzo normal, soportaría la falta de aire acondicionado, pero que con el cambio climático y las temperaturas caribeñas en Buenos Aires, dificultaba una recorrida relajada.

Teresa Tedin de Uriburu, una de las que dio su presente en la muestra, dijo que MAPA tiene “la magia de lo nuevo que empieza, además del entusiasmo que se ve en todos los stands que contagia a todos”. Una energía renovadora fue, de alguna manera, un consenso.

La artista Josefina Madariaga, una de las tres que conformaron Anarko Gallery en la feria dijo que aunque no habían vendido obras el balance era positivo por los contactos que hicieron para museos y otras ferias de arte. “Generamos mucho intercambio para otros países y también para residencias. Vino público de todo tipo. Hubo coleccionistas que se interesados”.

Esta obra de Diego Beyró, realizada con birome, se vendió en 1.800 dólares. Gentileza


Esta obra de Diego Beyró, realizada con birome, se vendió en 1.800 dólares. Gentileza

María Amalia García, curadora en jefe del Malba, destacó la apertura de MAPA a galerías de otras provincias que no tienen llegada en otros contextos. “Acá puede verse la riqueza de galerías que tenemos en la Argentina que, por ejemplo arteba que es más limitado, no alcanza a reflejar esa diversidad, por eso está bueno que MAPA pueda recoger ese guante y mostrar esa pluralidad”.

Agustina Roca, galerista cordobesa, estaba exultante porque una de sus artistas había ganado el Premio Incentivo MAPA que consiste en una residencia en México. La obra de estilo barroco había sido vendido. Roca estaba muy satisfecha con las ventas de su stand.

En Galería Roca. Gentileza


En Galería Roca. Gentileza

Carolina Pampliega, productora y curadora de MAPA, acompañó a Clarín Cultura en un periplo de balance para observar tanto la circulación del público como el movimiento en los stands. El conjunto de galerías de Chile, México y Perú, agrupadas en un mismo sector, exhibían un movimiento muy entusiasta de público joven.

Finalizada la recorrida, al salir, a las cuatro de la tarde y con el termómetro en su punto más tórrido, observamos que en el stand de Jacques Martínez, unas 8 o 10 personas se apiñaban frente a los Deira. La galerista Clara Martínez, con pasión pedagógica, hablaba sobre el artista cuyas obras son notables piezas de museo y de enorme valor en el mercado del arte.

PC

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